Mike
Una de las cosas que April había pedido para creer rotundamente en que estaría con ella, era que nos vieran en público. Aquella noche se encontraba radiante, siempre había sido hermosa, pero se esforzaba por lucir perfecta y aunque suene bastante patético era la primera vez que lo hacía para mí. Siempre la veía ir y venir con sus amigas haciendo su mayor esfuerzo para verse perfecta, pero conmigo durante toda nuestra relación fue lo contrario.
La multitud estaba eufórica y cada rincón de Noise Silence se encontraba ocupado, mire a mí alrededor en busca de una mesa, pero al parecer todo estaba reservado aquella noche y me encontraba incómodo de pie en medio de aquel gentío que se había reunido allí solo para ver a la banda nuevamente del momento Project 55.
—Creo que hay lugar en la barra —April señaló el lugar y caminamos hacia allá.
Sentía una extraña sensación en la boca del estómago, como si algo estuviera mal, aunque realmente lo que hacía con April era más que cuestionable, pero debía ganarme su confianza por completo, no podía dar marcha atrás, no ahora que comenzaba abrirse conmigo, aunque presentía que esta noche me saldría muy cara.
— ¿Qué desean tomar? —preguntó el chico de barra. Miré a April.
—Un gin-tonic —dijo con voz cantarina.
—Un whisky a la roca —dije, quizás un trago fuerte era lo que necesitaba.
April se acercó más a mí y tomo mis brazos para envolverlos en su cintura, puse la mente en blanco y relaje el rostro, intentaría disfrutar esta noche, intentaría apresurar todo este asunto con April para volver a Ruth, debía ser lo más pronto posible, no sabía cuánto más soportaría aquella enferma situación, porque April se aferraba mucho más a mí y al final aunque le había prometido a su madre que no la lastimaría, lo terminaría haciendo.
—Aquí tienen sus tragos —me giré para tomar nuestros tragos y al fondo entre la luz y la sombra vislumbre aquel rostro. Sus cejas estaban cruzadas y Billy tocaba su cabello de una manera que no era para nada de amigos.
— ¿Qué pasa? —Preguntó April, miro en la dirección donde tenía puesta mi mirada, pero el bar ténder gracias al cielo cubrió sin darse cuenta lo que veía.
—Nada —dije con una falsa sonrisa —solo quería pedirte una pajilla ¿quieres una? —asintió sonriente y llevo su vista de nuevo a la banda.
La imagen de Billy tocando el cabello de Ruth se repetía una y otra vez en mi cabeza, pero me decía a mí mismo que aquello era imposible, porque al chico le gustaban los hombres o eso era lo que quizás hacía creernos a todos, aunque a decir verdad era demasiado convincente y sabía que Ruth no habría accedido a vivir con él si fuese heterosexual, aunque era algo que no podría confirmar, porque él era su mejor amigo.
—Iré un momento al baño —me puse de pie y caminé con premisa, mientras tecleaba un ¿Dónde estás? A Ruth solo para ver que me contestaba, miró a su alrededor por un momento y luego su mirada se encontró con la mía, pero Billy tomó su rostro con las manos y le dijo algo, entonces lo comprendí en aquel instante a él le gustaba ella y sin pensar en las consecuencias caminé hacia ellos, porque el diablo dentro de mí había despertado y aquello no pintaba nada bueno.
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Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADOR
RomanceSIN EDITAR Ruth McCartney siempre pensó en dejar Texas y se visualizó con una vida en la ciudad, pero sus cachetes sonrojados y su pelo rubio tostado por el sol, no eran la típica imagen de una chica urbana y ni hablar de su enfermedad y aquellos k...