Ruth
Me había acostumbrado al ir y venir a la casa de Mike. Habíamos decidido ir despacio, el matrimonio no estaba en nuestros planes, por ahora y tampoco el hecho de vivir juntos, Mike quería negociar aquello, pero yo no estaba muy segura y siempre evadía el tema para evitar llegar a conflictos. Tome una larga respiración y abrí la puerta despacio para no hacer ruido, Billy y Néstor estaban acurrucados en el sofá.
—Deberías recoger todos tus trapos y terminar de irte, total ya no paras un pie en esta casa —Néstor dio un golpecito en la cabeza de Billy y este lo miro con molestia.
—Si quiere ir y venir eso es cosa de ella, aún no está lista y la entiendo —mire a Néstor agradecida.
Deje a los tortolos solos, sabía que Billy a pesar de su actitud agria hacia mí, agradecía aquella privacidad. Él y Néstor estaban realmente enfocados en su relación y era algo hermoso verlos juntos, ver como las cosas comenzaban a funcionar para todos era algo que agradecía y Billy realmente merecía aquella estabilidad en su vida y toda la atención que le brindaba su novio.
—Lo siento —la voz de Billy me tomó por sorpresa y me lleve la mano al pecho por la impresión —Te extraño, pero entiendo que ahora Mike es importante, no puedo ser egoísta porque Néstor es igual para mí —Él chico en cuestión apareció y rodeo con sus brazos a Billy por la cintura —Sé feliz Ruth, te lo mereces —No pude evitarlo y corrí abrazarlo, agradecía a Dios por tener a Billy como mi mejor amigo.
***
Las luces estaban apagadas cuando llegue a casa de Mike, el silencio era algo extraño y a estas horas él debería haber llegado. Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente y sentí que el aire se escapaba de mis pulmones, pero una suave luz que provenía de la habitación llamo mi atención. Comencé a caminar por aquel pasillo y me fije que unos pétalos de rosa vieja adornaban el piso.
Un millón de pensamientos llegaron a mi mente, me sentí emocionada, sobrecogida y asustada, nunca antes alguien había preparado algo para mí, siempre he sido la de las sorpresas y el corazón roto, aunque ahora el panorama era distinto, con Mike mi camino había tomado un rumbo distinto, tenía todo con él. Tranquilidad, paz, equilibrio, amor y seguridad.
—Wow —dije con los ojos húmedos. Mike se encontraba a un costado de la cama y no dejaba de mirarme, sobre la cama los pétalos formaban una frase que lleno mi corazón. Era mucho mejor que una propuesta de matrimonio.
«Prometo hacerte feliz el resto de nuestros días»
No pude evitar saltar sobre sus brazos y lo bese de manera apasionada, porque ahora mismo no necesitaba nada más, este momento era más que perfecto y sabía que aún nos quedaba muchísimo por experimentar en nuestras vidas y no habría limites, simplemente viviríamos esta segunda oportunidad como si no hubiese otra, como si en el mundo solo existiéramos él y yo.
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Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADOR
RomanceSIN EDITAR Ruth McCartney siempre pensó en dejar Texas y se visualizó con una vida en la ciudad, pero sus cachetes sonrojados y su pelo rubio tostado por el sol, no eran la típica imagen de una chica urbana y ni hablar de su enfermedad y aquellos k...