Ruth
Presente
Siempre había escuchado que cada quien tiene esa mitad que complementa su vida y que en la búsqueda de esta mitad perfecta, siempre aparecerán esas mitades que trataras de que encajen a la fuerza, eso fueron Joe y Matthew para mí y al parecer esta mujer lo había sido para Mike, pero mirando fijamente la sinceridad en sus ojos vi cómo encajamos perfectamente, sentía que al fin había encontrado mi mitad.
—Resuélvelo —dije y escuchar la delicadeza con las que pronuncié aquellas palabras se sintió extraño. —Estaré a tu lado, no me iré —Continúe.
—Quita tus manos de ella— respire profundamente y mire donde se encontraba aquella mujer. Era hermosa, pero se podía notar en su rostro que tenía un problema.
—Ya no es tu maldito hombre, es mío ahora —dije entre dientes, Mike estaba demasiado cerca para escucharlo y su sonrisa me dejó al descubierto.
—Voy a arreglar esto, te lo prometo —no le deje terminar y deje un corto beso en sus labios, mientras la demente era retenida por Ethan.
—Ve, no podemos arruinar la fiesta de los chicos —Mike dejo un corto beso en mis labios y comenzó a caminar en dirección donde se encontraba aquella mujer. Me pregunte ¿Por qué no llamo a la policía?, pero imaginaba que tenía sus razones para no hacerlo.
***
La fiesta había culminado sin más incidentes y me sentía preocupada por Mike, pero tenía la certeza de que sabría que hacer, así que aleje de mi mente todos los pensamientos indecentes que estaban rondando. Litzy había insistido en que me quedara en su casa, pero ya se las había ofrecido a Lía y Robín, Theresa y Marcus dormirían en casa de Jack y Cassie, así que Billy y yo como dos forasteros decidimos que era mejor quedarnos en un hotel.
—No te preocupes estaremos bien. —Litzy me miró con tristeza —nos encantaba estar juntas, pero últimamente aquello se había reducido.
Billy y yo emprendimos nuestro camino, estaba agotada, toda la situación con aquella mujer y ayudar a Litzy a recoger la casa me habían dejado física y mentalmente sin fuerzas. No saber que pasaba era algo que me frustraba y me estaba dando cuenta que lo que comenzaba a sentir por Mike iba más allá de lo físico. Tenía miedo. Miedo a enamorarme y salir lastimada, miedo a entregarlo todo y no recibir nada, pero así era este juego, debías arriesgarte o arrepentirte el resto de tu vida.
— ¿Qué ese no és el auto de Mike? —Dijo Billy interrogante al momento en que aparcamos en el estacionamiento del hotel donde nos hospedaríamos — ¿Que hace en un maldito hotel? No debería estar en la policía o algo así.
Me quedé en absoluto silencio, porque era lo mismo que yo había pensado y la semilla de la duda comenzaba a germinar dentro de mí. Ethan había dicho que la tal April solo había sido un tropiezo en el camino de su hermano, que no debía preocuparme por ella, que Mike lo resolvería, pero ahora no estaba tan segura de la estrategia que Mike estaba usando para encargarse de ese problema.
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Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADOR
RomanceSIN EDITAR Ruth McCartney siempre pensó en dejar Texas y se visualizó con una vida en la ciudad, pero sus cachetes sonrojados y su pelo rubio tostado por el sol, no eran la típica imagen de una chica urbana y ni hablar de su enfermedad y aquellos k...