Mike
Presente
Aquel lunes por la mañana me desperté con una sensación de pesadez. April se había pasado el fin de semana molestando y llegue al extremo de cambiar el número telefónico fijo. No entendía que buscaba aquella mujer, ¿cuáles eran sus malditas intenciones? pero si buscaba arruinar lo mío con Ruth me conocería esa parte oscura y sé que desearía no haberlo hecho.
—Sabes que tuve que cruzar media ciudad para conseguir esto. —Alex dejo caer una pequeña bolsa sobre mi escritorio, era el regalo para mi sobrina y le había pedido a mi mejor el favor de comprarlo.
—Gracias, eres el mejor —intente seguir concentrado en lo que estaba haciendo, pero al sentir aun la presencia de Alex me detuve.
— ¿Qué? —Pregunté al mirar la confusión en su rostro.
— ¿Soy el mejor?, ¿Qué te pasa Mike? Eso no es normal en ti. —Alex se acomodó en la silla frente a mí y sabía que no se marcharía hasta sacarme toda la información.
—April estuvo en mi casa —me miro con sorpresa.
— ¿Qué quería? Por qué demonios Mike, no puede ser que tengas que volver a lidiar con su locura —tome una larga respiración y me pase la mano por la cara con frustración.
Después de nuestra fatídica ruptura, April se puso como loca. Me llamaba todos los días, me mandaba mensajes y aparecía en todos los lugares que yo estuviera. Aquello no era normal y una noche recibí una llamada de su madre diciendo que April había intentado suicidarse. Ella había mencionado aquello un par de veces en nuestras conversaciones, pero pensaba que solo trataba de manipularme y no le preste atención.
—Estaba tan equilibrada contigo —Dijo su madre aquella vez —Pensé que podría permanecer de aquella manera, pero sus fantasmas siempre la persiguen. —Y comprendí que April no estaba bien de la cabeza.
—Es tan irónico —dije volviendo a la realidad —Me gusta Ruth McCartney y esa mujer me gusta de verdad y precisamente ahora tengo que lidiar nuevamente con la locura de April —una sonrisa afloro en el rostro de Alex, no le había contado aun sobre mi casi fallida cita con Ruth.
— ¿Ya salieron? —Pregunto curioso.
—Si —Conteste con desanimo —Pero no solo yo tendré que lidiar con fantasmas del pasado.
—Siempre tienes una solución Mike, sé que si quieres a esa mujer podrás encontrar la forma de estar con ella, ahora debo volver a realizar el trabajo de esclavo que me has puesto —Le regalé una sonrisa maliciosa mientras este me sacaba el dedo corazón.
Sabía que este día sería difícil concentrarme, debía encontrar la manera de alejar a April sin lastimarla, no deseaba revivir todas las situaciones en las que intentó suicidarse, lidiar con aquello me dejo agotado y con miedo a tener nuevamente una relación seria. Tome el teléfono y marque el número de Ruth, porque ahora mismo necesitaba escuchar su voz para recuperar el equilibrio.
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Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADOR
RomanceSIN EDITAR Ruth McCartney siempre pensó en dejar Texas y se visualizó con una vida en la ciudad, pero sus cachetes sonrojados y su pelo rubio tostado por el sol, no eran la típica imagen de una chica urbana y ni hablar de su enfermedad y aquellos k...