Mi historia comienza aquí.. ®

Capítulo 70

¡¡¡HOLAAA CORAZONES!!!

SIENTO NO A VER SUBIDO CAPÍTULO PERO HE ESTADO MUY LIADA CON OTRAS COSAS, Y CON EL TRABAJO NO HE PODIDO ESCRIBIR HASTA AHORA. INTENTARÉ SUBIR MÁS A  MENUDO. DISFRUTAD DE ESTE CAPÍTULO

¡¡BUENAS NOCHES!!

Cuando llegue a Sevilla tenía muchas ganas de ver a mi madre y abrazarla, también quería llorar pero en estos momentos necesito a Albert y no cómo hacerlo quiero que esté aquí pero su trabajo lo impide. Manu aparca delante de la casa de la que era de mi abuela, me quedo un momento pensando mirando la pantalla del móvil, esperando un mensaje de él, ni modo voy a estar una semana sola con mi familia. Salgo de coche con ayuda de Manu no puedo apoyar mucho el pie en el suelo no sé cómo voy andar hasta mi habitación.

— Gracias Manu... siento a verte echo venir desde Madrid hasta aquí sé que tenías planes..

— No te iba a dejar sola además tengo ordenes de no dejarte sola

Me guiña el ojo y se va a coger mi maleta sonrío al instante, Albert hablado con él lo más seguro lo que no sé cuando a hablado con él sería cuando tendría los cascos puestos y me he quedado dormida, al instante.

Llamo a la puerta y espero a que me abran.

— ¿Quien te ha dicho eso Manu? Sé que es una pregunta tonta pero quiero saber...

— lo sabes perfectamente.

Agacho la cabeza con una media sonrisa, ese hombre se preocupa demasiado por mi.

Me abre una señora que no conozco, Manu le da la maleta y él se va sin dar tantas explicaciones, está muy extraño.

— Perdona ¿Y tú eres...?
No le da tiempo a contestar cuando escucho una voz de un hombre.

— Mi madre
Le digo acercándome a ella desde la otra punta del salón.

—¿Albert? ¿Que haces aquí?

—Darte una sorpresa.

Me acerco a ella y la cojo de la cintura para acercarla  a mi y beso sus labios, ella me lo sigue enseguida, pero le da vergüenza y para el beso enseguida.

— Hay gente..

Susurro entre sus labios, tengo ganas de más pero me tengo que controlar. No dice nada y me da un beso en la frente, me ayuda con las cosas y entro despacio a la sala.

— Malú esta es mi madre María Jesús, y él es Agustín mi padre.

Me acerco a ella y le doy dos beso a cada uno de ellos.

— Encantada, de conoceros.

Le sonrío ahora mismo estoy demasiado nerviosa y colorada como un tomate, no me esperaba esta visita y menos que me presente sus padres. Miro a Albert, avergonzada y me siento a su lado pongo mi pie encima de sofá me duele demasiado ahora mismo.

— Albert os dejamos a solas, ¿Vale? Seguro que tenéis mucho que hablar, y además se le ve que está cansada.

Dice mi suegra algo cortada mirando a su marido.

— Si queréis vamos esta noche a cenar todos juntos, y así nos conocemos un poco más.

— perfecto. Nos vemos esta noche ya nos dice la dirección por mensaje hijo.

Él asiente y vemos cómo sale del salón, me quedo mirándole aún sigo como un tomate lo he pasado un poco mal. Me mira después de saber que sus padres se han ido de la casa. Me mira y mi mirada de asesina de «Te voy a matar» aparece sola.

— Das miedo con esa mirada mi amor.

Dice riéndose, y acercándose a mi para abrazarme.

— que vergüenza he pasado...¿Por qué no me has avisado de que estaba aquí en Sevilla?

— era una sorpresa, corazón. Y además he cogido unos días para estar contigo no puedo separarme de ti.

Ajunto mi frente contra la suya y me acerco a sus labios, mientras mis manos pasa por su cara.

— No se que me has hecho que cuando te veo mi corazón se acelera aún más. Y solo quiero estar contigo y con nadie más, te quiero....

Susurro entre sus labios, y me acerco un poco más pero ella se adelanta y me besa poniendo sus manos en mi cuello.