Capítulo 50

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Después de esa conversación pase un rato con Albert, y después me fui a casa, pospuse el ensayo por que me encontraba algo cansada después de casi no dormir nada. En cuanto llegue a casa estaba mi madre esperándome en la sala. La bronca me lo va echar segurísimo, por no avisar a sol y estar toda la noche en vela.

— Mamá ¿Qué haces aquí?

— Sol estaba muy preocupada por ti Malú ¿Donde estabas?

— me quedé dormida en una casa de un amigo.

—¿Un amigo? — arquea la ceja — no te creo.

— No me creas, me voy a duchar mamá mañana hablamos, estoy muy cansada.

— Está bien..

Cogió su bolso, me dio dos besos y se fue dejándome sola en mi casa.

Al día siguiente me desperté temprano y me di una buena ducha antes de ir a los ensayos para la gira, decidí que sea por la mañana - Tarde por que así puedo quedar con Albert, y estar toda la noche con él. Fui al ensayo estuve toda la mañana y media tarde ensayando, pronto pasaríamos a ver todas las luces del escenario, y todo lo que hemos preparando durante casi un año después de terminar el disco, solamente quería sacarlo pero no se puede ir así de rápida, por que todo sale mal en cualquier momento inesperado. A las cinco terminé y le dije a Manu que me llevase a mi casa, ahí es donde he quedado con él para que me mandara el coche, pero tengo miedo de que alguien me vea, pero por suerte vino el coche y enseguida me monte y me llevo a su casa, mientras hablaba con él por whatsAap, de varias cosas, pero sin ninguna importancia. Cuando llegue a su casa él me estaba esperando a fuera y le di varios besos en los labios, sus manos pasó de mi cintura a mi trasero.

— Que besos más ricos — Dije con tono bebé.

Nos reímos los dos mientras yo le seguía dándole besos, y empezamos andar para entrar a su casa.

— a noche no podía dormir... — Le cuento. — Tuve varias pesadillas donde todo esto era una mentira, y que tú estabas conmigo por puro interés.

— Solo a sido una pesadilla.

— Ya se que llevamos apenas tres días saliendo, y nos estamos conociendo pero yo ahora mismo me voy a mi casa y yo no te saco de mi cabeza no te puedo sacar. — susurré —

Nos dimos un leve pico mis ojos seguía cerrados ante ese beso pero quería más así que decidí apoderarme de sus labios. Mis manos baja por su espalda hasta las partes de las nalgas pero luego subo mis manos a su primer botón de su camiseta, metí una de mis manos dentro de su camisa y acaricio su pecho. Iba a ir a más pero escuché una voz muy pequeña que escuchaba desde la escales. Paramos enseguida y me fui algo avergonzada hacía un lado, dejando mi bolso encima de la mesa.

— Malú te presento a mi hija, Daniela.

D: Hola — dijo tímida desde la mano de su padre.

— Hola, Corazón — me agacho para estar a su altura. — ¿Me das un beso?

Asiente tímida y se acerca a mi dándome un meso en mi mejilla, sonrió enseguida, y le acaricio su cara con mi mano.

— se parece mucho a ti.

D: Papi tengo hambre, quiero merendar.

— Si corazón vamos a la cocina.

Me quedo en shock al ver su hija, en un arrebato de calentura, no me ha dado tiempo hablar con él, desde que he entrado por su puerta, nos hemos estado besando todo el rato hasta llegar ese punto de entregarnos, pero no ha podido ser. Decido quedarme en el sofá, viendo un poco la tele pero también al móvil.

Cuando deja a la niña merendando, se viene al salón y se sienta.

— ¿Te pasa algo? — dijo él.

— No Albert.

— estás muy seria.

Me levanto derrepente y coger mi bolso pero él me de tuvo.

— ¿Qué pasa?

— me tengo que ir me ha llamado sol — Miento —
Cojo mis cosas y me dirijo al coche que me ha traído y me voy enseguida de allí.

Cuando llego a mi casa me siento en el sofá y me entra una de mis ansiedades más fuertes que me ha dado nunca, empecé a llorar y danka se me vino hacía a mí y se puso encima Mía la abracé y ella intentaba dándome varios besos en mi casa con lo cual yo enseguida me apartaba. Una de mis ilusiones que más tengo es ser mamá, y al ver esa niña tan bonita me ha dado a pensar que él no quiera más niños, pero yo quiero tener mi propio hijo con mi pareja. Me pase toda la tarde y noche llorando, miré el móvil y tenía más de cincuenta mensaje de Albert, pero no soy capaz de leerlo y contestarle. Decido pagar el móvil no quiero saber de nadie hoy, de tanto llorar me quede dormida en el sofá hasta que sonó el timbre varias veces, decidí no abrirle pero el timbre seguía tocando, decidí a ver quién era, y era él tenía cara de preocupado pero decidí no abrirle la puerta no quiero verlo ahora, no sé qué haré, mañana si viene a buscarme. Tiene una niña preciosa que se parece mucho a el, no quiero que la madre de la niña sufra mi culpa, por estar conmigo no quiero eso para mí ni para nadie.

El timbre sigue tocando y creo que no va a parar sabe que estoy aquí sigue todo mis pasos sea como sea. No logre abrir la puerta aunque seguía tocando ya se cansaría, me asome por mi ventana si que me viera nadie de su seguridad. Vi como se ponía sus manos en su cara, y se metía en el coche sabía que iba a volver.

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