Capítulo 74

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Una de las enfermeras pasa por mi habitación me tengo que hacer algunas pruebas de todas formas no he comido nada en todo el día, me hicieron algunas pruebas que tuve que salir de la habitación para ir a otra sola, donde solo había camillas y aparatos que no entendía que eran, me pregunto mi nombre y apellido. Y más cosas que me preguntó.

— ¿Estas embarazada?

Me quedé callada por un momento no sabía que responderle la última vez fue hace unas semanas, se nos fue la olla por completo.

— Emmm...sinceramente no sé qué decirte.

— De todas formas te haremos una analítica ¿Vale?

Asiento con la cabeza.

Mi móvil vibra es un mensaje de mi madre, diciéndome que ya está en la habitación y por que no estaba. No le pude contestar por obvias razones, tenia uno de los brazos ocupado.

Al llegar a la habitación mi madre no estaba per me dejo una nota al lado de mi bolso.«He tenido que salir un momento volveré a la tarde o noche.» gracias mamá por dejarme sola —Pensé—
Estuve un buen rato viendo la televisión hasta quedé dormida en la camilla, hasta que tocaron la puerta no abrí los ojos hasta que sentí un beso en la frente.
— ¿Albert? — Pregunto con los ojos medió cerrados.
— Dime cariño.

Sonrió al oír su voz y cojo una de sus manos para estirarla para que se eche conmigo, en estos momentos solo necesito un poco de mimos nada más, sobre todo de él.

Le hago un sitio para que estire sus piernas, pero teniendo cuidado con el tobillo. Pasa su mano por mi cuello y me apoyo en su pecho. Nos miramos y me da un beso en la frente, pongo mi mano en su mejilla y le doy un beso en los labios, el enseguida me lo sigue.

— Gracias por estar aquí conmigo.

— No me tienes que dar las gracias. ¿Has estado toda la mañana y tarde solita?

— Mi madre estuvo aquí esta mañana pero por alguna razón se tuvo que ir de nuevo me dijo que vendría por la tarde.

— hoy me puedo quedar yo aquí contigo claro si tú quieres.

— ¿no tienes que trabajar?

Niega con la cabeza y me da un beso en los labios.

— ¿Has pedido el día por mi?

— No te podía dejar sola aunque dudo que esté tranquilo...

— Lo entiendo, si tienes que ir a tu trabajo por lo que sea por favor ve..

Asiente con la cabeza y vuelve acariciarme la espalda.

— Te quiero mucho corazón.

Sonrio y le respondo con un beso que quiso ir a más pero Justo en ese momento tocaron la puerta.

— Se nos ha ido de las manos...

Susurro.

Mi historia comienza aquí.. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora