Memorias y buenas noticias

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Pov: Val
Lo había echo, sabía perfectamente que a el mandar aquel mensaje no había vuelta atrás, y aunque me prometí a mi mismo que jamás volvería a caer en sus juegos de nuevo, no pude evitar sentir aquellas punzadas en el corazón al ver a lu con sus ojitos llorosos y su mirada llena de rencor y un leve rastro de tristeza.

Me fui a dormir con el recuerdo de aquella primera vez que la vi...

No había visto a mi padre en en mucho tiempo, y cuando mamá me dijo que me iría una temporada a vivir con el me sentí asustado, más aún cuando ella me contó que papá tenía una nueva esposa, así como una hija un par de años menor que yo. Siempre soñé con un hermano menor a el cual cuidar y enseñar cosas, mi infancia aunque llena de lujos carecio de el amor de una familia y ahnelaba un hermano con el cual pasar esos largos días de verano donde mi única compañía eran las empleadas de mi casa en chile cuyas paredes siendo de los materiales más finos no aportaban aquella calidad humana que yo tanto pedía a gritos.

Recuerdo el camino a España como una mancha borrosa cuando llegue a el aeropuerto un chófer ya esperaba por mi para llevarme a lo que sería mi nuevo hogar, en mi mente quien me esperaba era mi padre con los brazos abiertos y un lindo obsequio para su único hijo varón a el que ni veía en años, pero incluso al llegar a la casa no había señales de el por ningún lado.

Me recibió la madre de lu, Maria, con un cálido abrazo y una sonrisa que parecía genuina, me pidió que esperara en la sala mientras ella llamaba a mi hermana para que la pudiera conocer. No sabía que esperar, pero estaba decidido a ser el mejor hermano mayor de el mundo y un buen compañero para ella.

De la escalera bajo una linda niña pequeña con un vestido amarillo y un hermoso cabello castaño claro recojido por la parte de arriba con dos trenzas y adornado con unos lindos broches con pedrería. Juro por dios que jamás había visto una niña tan linda. Mantuve mi cabeza agachada tímidamente sin saber muy bien que decir cuando de pronto escuché una dulce voz dicindome- hola yo soy Lucrecia, pero si quieres puedes decirme Lu, cuál es tu nombre?- levanté mi cabeza y noté que tenía su mano estirada hacia mi, la estreche y con una pequeña sonrisa dije- Valerio, pero si quieres dime Val.

Me desperté con el sonido de la alarma,era lunes por la mañana y debía ir a la escuela pero no me moleste si quiera en darme prisa para estar listo, después de todo mi padre había dejado más que claro que me enviaría de vuelta a chile.

Me coloque unos pantalones y una camiseta y me dispuse a salir de mi cuarto, camine hacia el despacho de el respetado Sr. Montesinos y me sorprendió el ver salir de este a Lu, con su uniforme puesto y lista para ir a el colegio. Me miró por un instante pero rápidamente aparto la mirada y se dirigió a las escaleras, no le di mayor importancia y toque la puerta de el despacho, la puerta se abrió dejando ver a mi padre, con su típico aspecto fuerte e imponente- pasa Valerio tengo que hablar contigo, siéntate- me senté en la silla frente a el y lo mire de forma expectante- como recordarás anoche te deje muy claro que volverías a chile de inmediato- lo interrumpi- si señor eso quedó establecido ya y yo no tengo ningún inconveniente en vol...- alto no eh terminado- me quedé callado y espere a que continuara- hablé con tu directora y as mejorado mucho tus calificaciones, lo que significa que de echo tienes una alta posibilidad de graduarte está vez- lo mire un poco confundido, sin entender muy bien a dónde quería llegar con esto- si te enviará de regreso ahora perderías el año, y tendrías que volver a la escuela, es por esto que eh tomado la decisión de que te quedes a finalizar en curso escolar en las Encinas- aunque jamás lo admitiría en voz alta una parte de mi deseaba con todas sus fuerzas quedarse cerca de lu, así que no pude evitar sentirme contento con aquella noticia, aunque podía notar que no era algo que le agradace a mi padre- pero, hay una condición, se que has estado estudiando con una muchachita de tu escuela, quiero que continúes sacando buenas notas por ende dedicaras una hora diaria a tus estudios aquí en casa, con la tutoría de esa compañerita tuya- lo que me pedía era algo imposible, era poco probable que Nadia quisiera verme después de lo que paso pero aún así asentí.- bien puedes retirarte, yo que tú me daría prisa si no quieres llegar tarde a el colegio.

Un poco fuera de lo ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora