Abstinencia

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Pov.Lu
-Ay Ander, querido, pues que va a ser?, polo está loco, ya no sabe ni lo que dice... Pero me alegra que allas llegado, encerio te eche mucho de menos- afortunadamente era una buena mentirosa y Ander no cuestionó más.
-Vayamos a clase si cariño?- tome a Ander de el brazo y salimos juntos de el vestidor.

Era la hora de la salida, y estaba afuera esperando a Valerio, al verme este sonrió y yo simplemente lo mire cruzada de abrazos.
-Y ahora a ti que te pasa?- pregunto claramente confundido.
-Claro, haste el desentendido, hoy caminaremos a casa tu y yo tenemos mucho de que hablar señorito- comenzé a caminar, y Valerio trataba de seguirme el paso en la silla, cuando estuvimos lo suficientemente lejos de el colegio finalmente hablé.
-Que te trais con Rebeka? Pregunté sin mas- los vi muy juntitos hoy en clase.- Valerio río por lo bajo y me detuve para mirarlo con enojo.
-No veo cuál es el chiste Valerio- el dejo de reír y hablo en tono divertido.
-Estas celosa de la "narco Barbie" acaso?- no respondí, el sabía que si, sólo estaba jugando conmigo.
-Bonita, no tienes que estarlo encerio, te lo dije una vez y te lo repito ahora... Nadie puede hacerte sombra- sus palabras tal como la primera vez me hicieron sonreír inconscientemente, si no fuera por la cantidad de gente presente ya le hubiese besado, relaje mi expresión y seguimos caminando a casa está vez en un silencio agradable.
Pov. Valerio
Me di cuenta de inmediato de las intenciones de Rebeka eh hice lo posible por ponerle un alto, pero está quería sacar a lu de sus casillas, y no se detendría hasta conseguirlo, era obvio que todo lo que estaba haciendo era para poner a Lu celosa y que está se delatara sola. No me sorprendió que Lu me exigiera explicaciones sobre Rebeka, pero no pensaba decirle que ella nos había descubierto, suficiente tenia con tener que lidear con migo y ahora con este asunto de el trofeo.

No me había sentido bien en todo el día, me sentía muy fatigado y sin energía, sabía perfectamebte a qué se devia, necesitaba de la droga en mi sistema para funcionar, necesitaba volverme a subir a esa montaña rusa que me hacía sentir vivo, además a esto le tenía que agregar está estúpida silla de ruedas, de la cuál me sentía prisionero y comenzaba a parecerme que no saldría nunca, el doctor aseguraba que todo estaba bien conmigo, que mi parálisis era psicológica, pero entonces por qué coño Seguía así?.
No esperaba caminar en dos días claro, pero por lo menos sentir algo.

Lu se encontraba en la sala acabando sola el proyecto que tenía que entregar con Cayetana a el final de la semana, y yo estaba en mi cuarto esperando que Nadia llegará ya que papá me había pedido.... bueno exigido retomar mis tutorías, Nadia no tardó en llegar. Me saludo alegremente y comenzamos a estudiar, apesar de sus esfuerzos por explicarme yo no podía prestarle atención, comenzaba a sentirme mareado y además estaba sudando, las palabras que salían de la boca de Nadia me parecían de lo más confusas y simplente queria que se callara de una buena vez.
-Para!- dije en un tono de voz alta sobresaltando a mi amiga.
- Val?, Pero que es lo que te pasa, te sientes bien?- la cabeza me daba vueltas y me dolía como el demonio, me tomé la cabeza con ambas manos en un desesperado intento de calmar el dolor y el mareo.
Nadia comenzó a alterarse y moverme- Val!!, Valerio, que pasa?- el mareo se fue pero aún así el dolor en la cabeza no se iba.
-Dejemos esto para luego, vale? Me estoy sintiendo mal, y creo que mejor me iré a descansar ya.- Nadia parecía preocupada aún.
-estas seguro?, No prefieres que llame a Lu...- la interrumpí.
-No, no, no lo hagas, estoy bien, no es nada de que preocuparse por favor no le comentes nada si?- Nadia, a pesar de verse poco convencida, no me contradijo y se fue, me pase de la silla a la cama sumergiendome en un profundo sueño, en un intento de aliviar, los molestos síntomas de la abstinencia.

Con forme los días pasaron, comenzaba a volverme más irritable, los mareos ya eran menos frecuentes pero los dolores constantes de cabeza y la fatiga no cesaban, así como mi condición no mejoraba.

Había días en los que estaba tan enojado con el mundo que terminaba cobrandomelas con personas que no tenían la culpa de nada, especialmente con Lu, que no había echo más que apoyarme en todo momento, a pesar de que yo no hacía más que estar de mal humor y echarle cosas en cara.
Ella aún así, se mantenía fuerte, no se mostraba afectada con mis comentarios, y me trataba de forma dulce todo el tiempo, incluso si me comportaba como un cretino. Me llevaba a terapias y consiguió una doctora de una clínica de abstinencia la cuál le explicó, que mi comportamiento era normal, y que no había que tomarse mis palabras tan a pecho, me sentía muy culpable una vez que mis ataques de rabia pasaban y me daba cuenta de las cosas tan horribles que le decía no solo a ella, si no también a mis amigos, y me prometia no volverlo a hacer, pero era como si no tuviese control de mi mismo. Y fue exactamente eso lo que pasó aquel dia.

Era viernes y estaba en uno de esos días en los que simplemente ya no podía más, era de noche y me encontraba sentado en la silla, de pronto un recuerdo fugaz atravesó mi mente... Las pastillas seguían en mi chamarra, y una vez más me pregunté. Que tan malo sería tomar una parte, sólo la mitad, no tiene que ser mucha..... Esta idea siguió haciendo ruido en mi cabeza, hasta nublar mi voluntad. Me acerque a mi armario tome la chamarra y saqué la bolsa, ahí seguían, intactas, justo como las había dejado, la pastilla que ya había partido estaba ahí lista para mi.

Abrí la bolsa y saqué esa mitad, justo cuando estaba apunto de ingerirla la puerta se abrió dejando a Lu contemplar la escena, de inmediato entendió lo que estaba pasando y su rostro se torno furioso.
-Pero que mierda haces con eso?- me arrebató la bolsa de las manos.
-Que acaso quieres matarte?- estaba muy enojado, no tenía derecho a meterse o a decirme que debía o que no debía hacer.
-Quien diablos te crees para quitarmelas?, Y si me quiero matar a ti que? es mi vida!!!- grite- No entiendo por qué hincistes tanto en ayudarme, estoy perdido Lucrecia, mejor vete metiendo eso en la cabeza.- Una vez que termine de gritarle y la cordura regreso a mi, me sentí como la peor persona de el mundo, especialmente cuando mi pobre Lu, se rompió y termino sentándose en la cama mientras lloraba desconsoladamente, sus sollozos me partían el corazón, si había algo que no podía tolerar era verla llorar, especialmente cuando yo era el causante de ese llanto. Fue ahí cuando me di cuenta de cuánto daño le estaba ocasionando y de lo egoísta que estaba siendo a el querer mantenerla cerca.
- Ey no, no llores, lo siento no quise... Decir eso, encerio lo lamento.- Lu me respondió cómo pudo entre sollozos.
- Yo, se que si, y se que te pondrás bien, pero es muy difícil, y extraño a el viejo Valerio, a el que siempre veía lo mejor de la vida, el que tenía una sonrisa tan grande y era tan jodidamente alegre que compenzaba por los dos...por qué tu eras el optimista, el que hacia ver el lado bueno a las cosas, y me siento muy perdida- termino diciendo dando paso a más lágrimas.
-Por que sigues aquí? No quiero herirte más de lo que lo estoy haciendo, por qué no simplemente me dejas?, Te estoy liberando... Lucrecia, como tantas veces me lo pediste, prometo no incistirte más, podras vivir tu vida normal sin mi siendo una carga, con cualquier otra persona tendrás menos problemas que con migo, por qué no simplemente te vas?- dije está vez con un tono de voz más bajo, Lu comenzó a llorar con más ganas y dijo esas palabras que tanto había ahnelado escuchar y que jamás espere hacerlo en una situación como está.
-Pues por qué te amo!- grito, ante esto me quede en shock, lo había dicho, y a pesar de que eso me hacía la persona más feliz en la tierra, una parte de mi no dejaba de pensar en lo mucho que estaba lastimandola- sigo aquí por qué te amo, por qué no hay nadie más que quiera a mi lado más que a ti, por qué me vale madres que tan difícil sea, yo te quiero a ti y solo a ti en mi vida- respiro temblorosa y añadio.- por qué me prometiste que siempre estarías a mi lado, y yo siempre estaré a el tuyo....

Pues ya está 🙈, anoche me quedé dormida y no me di cuenta que habiamos llegado a los 9 votos, pero aquí tienen su capítulo mis queridas lectoras, por fis comenten y voten ❤️🌹

Un poco fuera de lo ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora