Confusion..

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            Pov.lu

Quería llorar y a la vez no podía estar más feliz, jamás conocí a mi verdadero padre aquel hombre que me crio no era nada mío, supongo que no era tan malo después de todo el ya no quería saber nada más de mi, tanto que decía quererme y me dejó tirada a  mi suerte.
-Lu, estás bien?- pregunto preocupada Nadia, lo estaba?, No sabría decirlo está era una noticia bastante fuerte algo que terminaba de derrumbar el concepto que yo misma tenía de mi, mi apellido ni siquiera era mío y en todo caso ya no significaba nada.
No podía evitar sentir una especie de vacío, quien era? No era Lucrecia Montesinos, ya no, y aunque en un aspecto de mi vida representaba un gran alivio en otro me causaba un gran conflicto interno.
-Mira, entiendo que seguro no es fácil saber la verdad, pero por favor dime algo- dijo Nadia quitándome la hoja de las manos y poniéndose frente mío para que la mirara.
-Trata de pensar en las cosas buenas, en lo que esto significa para ti y para Valerio, nunca hicieron nada malo, no son familia nadie los juzgará mas- pase muchos años de mi vida ignorando mis sentimientos y sitiendome miserable por ello, con ese secreto quemandome por dentro, saber que jamás podríamos estar juntos dolía, y apesar de que ya me había echo a la idea de que me quedaría con el sin importar que tan duro fuera, esto lo cambiaba todo, de pronto sin darme cuenta estaba sonriendo.
-Tienes razón, no tengo que lamentarme por esto a mi "padre" de cualquier forma ya no le importo, pero a Val si, y estoy segura de que cuando lo sepa se sentirá tan feliz como yo ahora- Nadia me abrazó, era una forma de calmarme a mi misma, pero en realidad no me sentía nada bien, todo por lo que me distinguía era falso, jamás fui la persona que creí ser.
-Y que esperas?, Vamos a decírselo- corrimos juntas por el pasillo hacia la clase que nos tocaba, inglés, interrumpiendo la leccion.
-Señoritas! pero que forma de entrar es esa?- nos reprendió el profesor.
-Lo sentimos- dijimos las dos a el mismo tiempo, me era imposible simular que nada pasaba, estaba feliz claro pero por más que intentará no podía ignorar la parte mala de el asunto y Valerio como de costumbre no tardó en notar que algo pasaba me miró interrogante, a lo que le sonreí ampliamente para luego girarme y prestar atención en la clase ya habria tiempo de decirle luego.

La clase termino y me disponía a hablar con Valerio cuando una voz detras mío me detuvo.
-Lucrecia! Necesito hablar con tigo- rodé los ojos, Cayetana.
Me gire lentamente y con una falsa sonrisa.
-Que se te ofrece querida?- Cayetana me jalo de el brazo, -acá no, ven sigueme- caminamos hacia el final de el corredor donde había casi nada de gente.
-Se me está acabando el tiempo, necesito mas!- había acordado no decir nada sobre Cayetana y el trofeo si lo encontraba y se lo entregaba a la policía.
-Lo siento, pero no puedo, si no digo la verdad Carla podría ir a la cárcel y no es un riesgo que esté dispuesta a tomar, es mi amiga y yo siempre cuidare de los mios- comenzé a alejarme de ella.
-Lucrecia por favor, dame hasta la graduación- el juicio de Carla era mañana no podía.
-Mira seguro a la marquesita encontraran la forma de sacarla ilesa de esto, pero a mí no, no hay nadie importante abogando por mi, ni un padre millonario que compre el juicio, te lo ruego- Cayetana estaba ya a el borde de las lagrimas, sabía que ser buena persona solo me traeria problemas pero termine por acceder arriesgando el futuro de Carla.
-Tres día más, eso es todo, si para ese entonces no tienes el trofeo yo misma te entregaré a la policía.

No tenía tiempo para ocuparme de los problemas de los demás, me tenía que enfocar en mi, en conseguir la beca para poder estudiar alguna carrera y asimilar la nueva información que me había proporcionado aquella carta.
Era ya la hora de salir y Valerio me estaba esperando afuera, a el verme sonrió y me atrajo a el en un abrazo, para posteriormente darme un corto beso, esto era lindo y si no fuera por el asunto de la carta probablemente me sentiría de lo mas contenta
-Que tal tu día bonita?- la noticia que le daría seguro lo pondría feliz, pero no sabía cómo decírselo sin que el notará lo mucho que en realidad me afectaba.
-Ey, pasa algo?- a el mal paso darle prisa, si le seguía dando tantas vueltas me sería más difícil.
-Si pero, prefiero que lo hablemos en la casa Val- aún tenía sus manos a un costado de mis brazos y las bajo sobando ambos de forma reconfortante.
-Vale, vamonos ya- dijo un poco más serio.

Llegamos a casa y ni la narco Barbie ni Samuel estaban ahí.
Nos sentamos en la sala.
-Bien me dirás ahora que pasa?- saque la carta la cual aún estaba en el bolsillo de mi saco con el dinero y los estudios.
Val me miró confundido.
-Abrela- dije sin más, Valerio tomo la carta y lo primero que saco fue el dinero.
-Es de mamá, lo mando para ambos- asintio con la cabeza para después sacar la carta y los estudios.
-Y esto?- pregunto está vez con un tono de sorpresa.
Senti Las lágrimas comenzar a formarse en mis ojos respire profundamente y levante la cabeza evitando que salieran.
-Mamá tenía un amante, cuando supo que estaba embarazada de mi, sabía que había una gran posibilidad de que yo no fuera hija de David Montesinos, pero le valió madre, por qué quería conservar todos sus lujos y comodidades- dije soltando una risa sarcastica- y le sigue importando poco, pero por lo menos tuvo los ovarios para dejármelo saber a mí y de paso hacer una prueba de paternidad- Valerio tardo un momento en procesar mis palabras, pero a el entender lo que eso significaba abrió con desesperación aquel sobre.
Vi como sus ojos se movían conforme leía con detenimiento hasta llegar a el resultado, su mirada se iluminó de pronto.
-Dios!!- sonrió ampliamente para luego abrazarme, la felicidad se hacía notar claramente en su rostro y por un momento me contagio ese entusiasmo, seguía leyendo una y otra vez aquel examen como si quisiera asegurarse de que era verdad, soltó una carcajada y me tomo ambas manos para después girar su cuerpo para mirarme directamente a los ojos.
-No somos hermanos!!, Ya no hay nada que nos frene de hacer lo que queramos lu!- dijo sin borrar en ningún momento su sonrisa- Casemonos!- dijo de pronto, y no pude evitar reír.
-Val! Enserio- creo que mi cara lo bajo de la nube de alegría en la que se había subido.
-Que pasa?, Es una excelente noticia, por qué te ves tan triste?- Entendía que el lo único que veía es un "no somos hermanos" mientras para mí era más bien un "No tienes padre"
-No soy su hija- dije con mi voz un poco quebrada, fue ahí que Val pareció comprender el problema y me abrazo.
-Lo siento, que idiota no lo pensé- se disculpo.
-No, está bien, yo tambien estoy feliz pero... me siento vacía, perdida una de las únicas certezas que tenía era que yo era Lucrecia Montesino, me sentía orgullosa de ello, de ser hija de quién era y de la noche a la mañana ya no lo soy, eso y que estoy desheredada- dije esto último a modo de broma soltando una risilla.
-Pero tú no tienes por qué sentirte mal por ello, tienes razón son excelentes noticias para nosotros- le dije, Valerio me sonrió.
-Si de algo te sirve, estoy aquí con tigo, para lo que sea.
-Lo se- dije jugando con los rizos de su cabello para después besarlo, un golpe en la puerta nos hizo separarnos.
-Que raro, nunca nos visita nadie y Rebe y Samu tienen llaves de la casa- dije separándome de el.
Valerio abrió la puerta.
-Esta Samuel aquí?- dijo una voz que me resultaba bastante familiar, se escuchaba levemente alterado.
-Val, amor quien es?- pregunté levantándome de el sillón- Valerio abrió por completo la puerta revelando a un joven de cabello levemente rizado y con unas muletas el cual me saludo con una sonrisa.
-Ole Miss México? Te eh dicho que volvería a por ti... Aunque no esperaba encontrarte aca- no daba crédito a lo que veia
-Christian...

Hola personitas bellas, que tal va su fin de semana? Espero disfruten este capitulo tendrán otro mañana que les aparece la llegada de christian? Por fis voten y comenten me encanta leerlas❤️🌹

 

Un poco fuera de lo ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora