Becas y verdades

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Pov.Valerio

En casa, por fin estaba en casa, con Lu durmiendo entre mis brazos, sintiendo su respiración chocar suavemente con mi cuello y el olor de su perfume impregnandose en mi naríz.

No le había dicho toda la verdad sobre mi regreso, si bien es cierto que fue gracias a el trabajo que había conseguido, este no era precisamente legal. A el llegar a chile me encontré con la sorpresa de que mi padre le había contado a mamá cada detalle de lo sucedido (desde su punto de vista claro) motivo por el cual no me había resivido en casa, no quería hacerse cargo de un "depravado, abusador de menores", un viejo amigo de la infancia estaba trabajando de camello, me consiguió empleo como repartidor y fue así como conseguí casa y dinero para el boleto de regreso, así como la cantidad suficiente para regresarle el favor a Rebeka pagando la cuota de el mes en las Encinas.

Para mi fortuna y la de lu, a el Sr.Montesinos no le gustaba atrasarse con las cuotas mensuales, motivo por el cual tanto yo como ella teníamos todo el año en las Encinas previamente pagado. Está vez haría un esfuerzo sobre humano por graduarme y de alguna u otra forma entrar a una universidad y estudiar algo, había arruinado el sueño de Lu de ir a un buen colegio y estudiar para ser alguien importante, yo lo sabía, pero haría hasta lo imposible por... En dado caso de que papá jamás nos perdonará, darle una buena vida.

Estaba nervioso por volver a las Encinas no sabía que esperar, me quedé con Lu afuera de la puerta principal por unos minutos y finalmente la tomé de la mano entrelazando sus dedos con los míos y la arrastre adentro, nos miraban lo sabía pero trataba de no prestar atención y concentrarme solamente en el echo de que ya no teníamos que escondernos más.

-Encerio son increíbles, no les da ni un poquito de vergüenza mostrar lo enfermos que están- escuché a un chico decirle a su grupo de amigos, Lu me tomo la mano con más fuerza, había pasado toda esta semana aguantando este tipo de cosas sola, pero se terminó yo estaba ahí y no permitiría que la hicieran sentir mal o la intimidaran.
-Lo que es realmente increíble es que sus vidas sean tan poca cosa que tengan que estar comentando sobre la nuestra- le respondí con ira a el muchacho quien borro su sonrisa y se fue junto a sus amigos.
-A el próximo que comenté algo o nos trate de hacer sentir menos me encargaré de cerrarle la boca a ostias- dije lo suficientemente alto como para que todo el pasillo nos escuchara.
-Y para confirmar lo que ustedes ya saben...- levante suavemente el rostro de Lu sus ojitos levemente llorosos, la tomé de la barbilla y le di un pico en los labios, una pequeña sonrisa formándose en su cara.
-No tenemos más explicaciones que dar, limitense a vivir sus vidas y nosotros viviremos la nuestra- el pasillo se quedó en silencio unos segundos y las miradas se apartaron de nosotros, la gente comenzó a irse a sus respectivas clases sin ningún otro comentario que hacer.

Lu me abrazo y susurro un gracias.
-Siempre voy a cuidar de ti bonita, así como tú me cuidas a mi desde que éramos pequeños no tienes nada que agradecer.
Nos quedamos así un rato hasta que una voz nos hizo separarnos.
-Lucrecia, necesito que vengas con migo a la oficina- era Asuzena la directora, nos echo una mirada incrédula pero no dijo nada.
- Amm si claro, estoy en algún aprieto?- la directora negó.
- Todo lo contrario, acompáñame por favor- me miró una última vez y beso mi mejilla.
-Te veo en clase bonita- sujete su mano hasta que estaba demasiado lejos para seguir haciéndolo y la vi marcharse con Asuzena.

Pov.Lu
Entre a la oficina donde se encontraba sentada Nadia, la directora apunto a el asiento enseguida de ella para que me sentase, y se puso frente a nosotras en el escritorio.
-Bueno, como seguro sabrán hay una beca disponible para el mejor alumno de las Encinas, y bueno ambas tienen el mejor promedio en toda la escuela- tanto Nadia como yo nos giramos chocando miradas a el mismo tiempo, ambas necesitamos esa beca, pero la idea de quitársela a Nadia no me gustaba.
-Estamos a poco menos de dos semanas de la graduación y bueno... Lucrecia- quite mi mirada de la de Nadia para escuchar atenta lo que la directora tenía para decir.
-Creo que ambas sabemos que tú no necesitas esa beca, si gustas ser solidaria con tu compañera esto terminará y Nadia se quedará con la beca- volví a observar a Nadia, ella sabía la verdad, yo ya no podía darme el lujo de pagar aquella universidad o ninguna otra.
-Pero ya si lo que quieres es competir pues bueno- saco unas hojas de debajo de su escritorio y nos entregó una a cada una- Estos son lo términos de el proyecto final para la beca, la que obtenga mejor calificación tendrá toda la universidad en New York pagada, Asi que, que dicen?- la primera en hablar fue Nadia.
-Competiremos, si me gano está beca será de forma limpia así que si Lu está de acuerdo...queremos hacer ese proyecto- la directora suspiro, supongo que esperaba de mi que entregase la beca sin mayor problema a mi compañera.
-Bien entonces, tienen una semana para hacer este proyecto, mucha suerte- nos disponíamos a irnos cuando la directora nos detuvo.
-Casi lo olvido, una cosa más- saco un sobre blanco de su escritorio y me lo entrego- tu madre estuvo en mi casa ayer por la tarde, me pidió que te entregará esto- observe el sobre el cual se veía bastante normal, aunque era un poco pesado.
-No quise preguntar mucho, aunque supongo que las cosas en casa, no estan muy bien o si?- agache la cabeza.
-Bueno... Podrían estar mejor- Asuzena me tomo de el hombro -No dejes que te afecte, concéntrate en tus estudios sólamente- le sonreí tristemente, para después disponerme a salir.
-Si quieres te puedes quedar y leer la carta aquí, en caso de que sea algo realmente importante, Nadia te puedes retirar.
-No!... Me gustaría que se quedará, por cualquier cosa- dije apresuradamente.
-Bueno entonces me retiro yo, tengo unas cosas que hacer tomate tu tiempo.

Me senté de nuevo con Nadia a mi lado.
-Que crees que sea?- gire el sobre un par de veces.
-No tengo idea, pero tengo el presentimiento de que es algo importante- lo abrí y mire lo que había dentro una nota, una cantidad razonable de dinero y un sobre más el cual contenía unos estudios de... Paternidad!!.
-Que es eso?- pregunto Nadia quitándome los estudios.
-Creo que deberías leer la carta primero- asentí, y comenzé a leerla.

  "-Mi querida, Lucrecia
Lamento mucho no haber podido impedir lo que pasó, y que te tubieses que ir de la casa, debí hacer mas por ti y por tu hermano, los deje a ambos a su suerte y lo lamento muchísimo!, Pero quiero arreglar por lo menos algo. Dentro de el sobre hay una prueba de paternidad, jamás te lo dije por qué quería evitarnos a todos un sufrimiento aunque en estás circustancias si mis sospechas resultan ciertas les estaría dando a ti y a Valerio una oportunidad de estar juntos y ser felices. Existe un alto grado de probabilidad de que tú no seas hija de David, asé ya casi 19 años conocí a un hombre en un bar, su nombre era Eduardo. David y yo habíamos estado teniendo muchos problemas y por varios meses me estuve viendo a escondidas con el hombre de el bar, poco después descubrí que estaba embarazada de ti, y nunca tuve la certeza de que David fuese tu padre, pero no quise indagar más pues en ese entonces lo más conveniente era que lo fuera. No e abierto el sobre con los resultados aún, y tampoco le eh dicho nada a David, te lo dejo en tus manos, te deseo toda la suerte de el mundo, nos volveremos a ver algún dia, aunque no sabría decirte cuando, sigo siendo una cobarde y a diferencia de ti no estoy dispuesta a renunciar a mis lujos por nadie, también te eh dejado un poco de dinero también que te servirá para vivir bien por unos meses, feliz cumpleaños número 18 por cierto, lamento no poder darte un abrazo como todos los años.

        -te adoro y les deseo
         A ti y a Val, toda la
         suerte de el mundo."

Lo que acababa de leer me tenía en shock, si resultaba cierto que el hombre que me había criado no era mi padre, eso quería decir que había estado viviendo toda mi vida en una maldita mentira, pero también sería la promesa de una vida más normal para mí y Valerio, una donde podíamos casarnos e incluso tener hijos, le tendi la carta a Nadia quien la leyó rápidamente.
-Sabes lo que eso significa?!- dijo emocionada para luego mirarme expectante a qué abriera los resultados de la prueba, con las manos temblorosas abrí aquel sobre y lo saque con cuidado.

Índice de paternidad 0,01111%....

Okay, aquí el capítulo de la semana, oks no subire el siguiente en dos días creo, comenten please Espero les este gustando para dónde va está historia, no olviden votar mis niñas, eso me anima a querer continuar estamos casi terminando y les quería también comentar que estoy escribiendo otra historia que bueno es algo distinta me está ayudando Almadelaesperanza18 y bueno déjenme saber si están interesados en leer una nueva historia Valu, sin más que decir los leo luego🌹❤️

Un poco fuera de lo ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora