Cupidos

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            Pov. Lu
Entrar a la clase y observarlo ahí sentado como si nada pasara, me quemaba por dentro, quería salir de ahí y ya no verlo, por qué era tan jodidamente doloroso?, Me quede observándolo unos segundos, el sol estaba dando directamente a su rostro y la luz solo ayudaba a qué se viese más perfecto, levantó su mirada cruzándose con la mía, y de inmediato mire el piso.
Me senté junto a Nadia, y trate de enfocarme en la clase, recientemente estaba muy distraída y eso había comenzado a afectar mis calificaciones, la clase termino y salí casi de inmediato.

Por la tarde me fui caminando junto con Nadia a su casa, el camino fue bastante silencioso, nunca me había detenido a observar lo bella que era la ciudad, pero mi búsqueda por distracciones me llevo a estar más enfocada en todo lo que me rodeaba. Llegamos a casa de mi amiga y entramos, saludé a su padre quien se encontraba acomodando una repisas y nos fuimos directo a su cuarto, el lugar era bastante pequeño, pero le daba un habiente de lo más acogedor, dentro había dos camas, supuse que una de estas pertenecia a mi querido Omar, con el cual hacia ya tiempo no hablaba, pero Ander me mantenía a el tanto de su situación.

Me senté en la orilla de una de las camas y Nadia se sentó enseguida de mi.
- Y bien... Que es lo que pasa?- pregunto mirandome expectante.
- Nadia, crees que soy una mala persona?- pregunté sin más, era una pregunta que había estado rondando en mi cabeza todo el dia, tal vez ese era el motivo por el cual la gente se alejaba, quizás yo era la villana en la historia, y las villanas nunca tienen un final feliz, no pareció pensarse mucho la respuesta antes de decir.
- No, claro que no, en otro momento posiblemente te hubiese dicho que si, pero eh tenido la suerte de conocerte y darme cuenta de la persona tan maravillosa que eres, por qué lo dices?- me quedé callada un momento, agache la mirada y comenzé a jugar con mis manos.
-Le dije a Val que lo amaba y....-me mordí el labio tratando de evitar que mi voz se quebrara- me dijo que el no lo hacía...- mire a Nadia quien parecía intentar decidir que era lo que tenía que decir ahora.
-Yo no lo creo, el mismo me a expresado en más de una ocasión lo mucho que te quiere, no está bien y lo sabemos, pero ya verás que cuando se le pase, volverá a ser el de siempre- me limpie una pequeña lágrima que callo por mi mejilla y me acosté usando las piernas de Nadia como almohada.
-me puedo quedar a dormir hoy?- Nadia acariciaba mi cabello.
-Yo no tengo problema pero mañana tenemos escuela y no trais ropa- no quería ir a la casa y tener que ver a Val.
-Puedes prestarme un pijama y lavo mi uniforme para mañana- Nadia rio.
-sabes lavar ropa?- pues claro que no sabía, en la vida había tenido que hacerlo.
-No...- Nadia se levantó y fue hacia una cómoda, abrió un cajón y me prestó una pijama -cambiate y yo me encargo de lavar tu uniforme.- tomé el pijama y le agradeci.
-No llamaras a tus padres para avisarles?- no tenía caso hacerlo, ni siquiera se darían cuenta si estaba o no estaba.
-No hace falta, dudo que les importe.- Nadia me miró triste y agrego.
- y a Val?- se que el probablemente se preocuparía, pero no queria tener que llamarlo y escuchar su voz y tampoco quería mandarle un mensaje, negué con la cabeza y Nadia soltó un suspiro mientras salía de la habitación.

Me cambie y me recosté en la cama, no podía dejar de pensar en lo mucho que quería volver a dormir con Valerio, y sentir el calor de su cuerpo junto a el mío, especialmente después de tenerlo entre mis piernas y que me hiciera sentir como si fuera la mujer más hermosa de el mundo...

          Pov. Nadia
Me sentía terriblemente mal por lu, se que la intención de Valerio a el negarle el echo de que si la amaba era buena, pero no estaba pensando con claridad, ambos merecía un final feliz, uno que solo encontrarían el uno con el otro y si tenía que interferir un poco para que eso pasara lo haría, decidí mandar un mensaje a Val, para hacerle saber que Lu se quedaría en mi casa esa noche, pensé en formas de hacer que Valerio entrase en razón y las cosas entre lu y el vuelvan a como estaban y caí en la cuenta de que necesitaba un poco de ayuda, pensé en pedírsela a Guzmán, pero el no sabía sobre la relación más allá de ser simples hermanos que mantenían el chileno y la mexicana, Lu me había contado que además de mi la única persona que lo sabía era Samuel, supuse que tendría que buscar alguna otra forma de arreglar este lío, me tocaría hacerlas de cupido.

Un poco fuera de lo ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora