Caelestiabellum

Prisión Haguro [7]

- ¡Debes pagar por el gran pecado de haber asesinado a una persona tan buena como lo fue Akai! -dijo el guardia mientras me miraba fijamente. - Soy Gesuyaro, guardián de está prisión, serás enviado a tu celda más adelante. Tu pena de muerte será avisada brevemente. Puedes retirarte junto a los guardias. -terminó diciendo mientras desparecía por un pasillo

"Parecía que si soy prisionero de este lugar, por algo que se que no hice. Kaeri me mintió, la trate bien, se que lo hice... Sin embargo me traicionó... Tiene que haber tenido sus propias razones, estoy seguro de ello" pensaba y pensaba, pero ninguna solución llegaba

- Muevete o nos veremos a usar fuerza - gritaban los guardias

Estos me guiaron y me llevaron hasta una celda, la cual parecía que compartiría con alguien.

- Entra, esta será tu nueva celda. Más vale que sea tu comportamiento uno debido. Oh y tendrás un compañero, su nombre es Shinyushi -dijo el guardia empujándome dentro de la habitación.

Tras ser empujado, el guardia cerró la puerta. Una vez dentro, pude ver lo que parecía ser un pequeño niño.

- Buenas... ehm... ¿Shinyushi? -dije al verle

- ¡Oh~ que joven tan bonito!

"Eh... ¿debería preguntar?" pensé tras escuchar lo que había dicho.

- Eh... Si... Soy Hoshitsu, aunque me dicen Hoshi -dije tratando de ser amable

- ¿Hoshi? Bonito nombre como su apariencia

"Me siento raro... por qué me tocó alguien raro..." pensaba nuevamente

Solo asentí con un poco de incomodidad. Estuvimos unos segundos en silencio, hasta que esté volvió a quebrarlo.

- Y bien... ¿Que te ha traído a este lugar? ¿Cuál fue tu crimen? El mío fue el asesinato de una aldea entera al norte del reino. ¡Fue divertido!"

Al escuchar lo que dijo este, no tuve nada más que aceptarlo. Luego de ello, le seguí la conversación.

- ¡Ninguno, no cometí ningún crimen!

- ¿Oh? ¿Y que haces aquí junto a mi? Si te han metido junto a mí, tiene que ser algo igualmente de malo~

Solté un suspiro al recordar nuevamente lo sucedido. Armandome de fuerzas, comencé a explicarle.

- Al parecer fui dado el crimen del asesinato de Akai

- ¿¡Woah!? Fuiste tú... Apenas lo invocaron escuché que rápidamente murió tan pronto quedó solo. ¿Eres de las fuerzas del rey demonio o que?

- ¡Cómo te dije, que no fui yo! Parece que tratan de deshacerse de mi, por medio de algo que no hice. Imagino que se debe a qué no tengo la bendición de Lophis.

- Vaya eso sí que es de patéticos, hasta un niño nace con ella... Creo que es la primera vez que escucho tal cosa de un héroe -dijo aguantando la risa - Pero bueno, si fuiste culpado de algo que no hiciste, es posible que alguien relacionado a la corona haya asesinado, y tratan de cubrirle... O eso haría yo -dijo con una pequeña risa.

Tome un minuto de silencio. Empeze a pensar y me vino a la mente un detalle. Kaeri parecía ayudarles en culparme por alguna razon. Es posible que estuviera ayudando a uno de ellos.

- Bien, ahora solo ser-

Antes de que pudiera terminar de hablar, el sonido de un altavoz siendo encendido se escuchó, luego seguido por una voz.

- Hoshitsu, pena capital, mediante el Foso de la Muerte en dos dias

Luego de eso, se escuchó una estática y no se volvió a escuchar nada proveniente del altavoz. Luego escuché a Shinyushi hablar nuevamente.

- Vaya... ¡Parece que si te odian, parece que este es tu fin joven!

Un silencio lleno la celda, el enojo que tenía en mi ya no la podía contener. Molesto, di un gran puño a la pared que tenía al lado; solo para terminar lastimando mi mano.

- ¡AHG! ¡Kaeri y todo el maldito reino me las pagará! ¡Todo por tu culpa diosa inútil Lophis!

Justo en ese momento, escuché esa voz de la última vez, solo que ahora era más clara y no causaba tanto dolor.

- Bien... Bien... Sigue creando tu odio... Pronto será el tiempo...

La voz nuevamente desapareció después de unos segundos.

- ¿Te rendiras y ya? Alguien como tú aún no debería dar todo por vencido. -dijo Shinyushi

- Pfftt... Quien ha dicho que me rendí... -respondí con un tono algo agresivo

Sin más me tiré a la cama que tenía al lado a descansar. Solo tenía mañana y después de mañana para lograr algo. Poco a poco mi visión se volvía apagada, hasta que termine cerrando los ojos, llegando a un sueño.