Capítulo 41

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(. . .)

Ese día en especial se sentía feliz y sensible.

Dos de sus mejores amigos se se casarían y conociendo a SeokJin todo momento estético y alimenticio sería encantador, en sus manos todo podía estar bajo control.

Habían salido más de una vez en busca de un buen sastre que confeccionara el traje de JiMin ya qué con su abultado vientre siempre había uno de mil inconvenientes con la parte baja. HaJoon -su obstetra de confianza- le había realizado hace unas semanas su tercer ultrasonido para verificar que "todo estuviera bien allí adentro" como solía decir y para la sorpresa de ambos padres su bebé era catalogado como el especialista como 'raro' en el buen sentido:

―...Es como magia.―Había dicho el joven especialista ganandose miradas cómplices de aquélla pareja dispareja. Lo más memorable de ese día para YoonGi fue apreciar como los ojitos brillantes de JiMin veían con ilusión a su frijolito a través de la pantalla mientras le hacía mil y un preguntas a HaJoon.

Su cuerpo cambio, se sentía gordito pero feliz al sentirse mimado por todos su conocidos pero más por su lindo novio al que le gustaba pasear sus manos por el abultado vientre mientras dormía e incluso barle besitos, JiMin no podía evitar sonrojarse cual tomate.

Apenas se cumplió el plazo de dos meses el menor realmente fue a con su jefe para pedir alguna especie de descanso paternal por su embarazo pero tal persona que a primera estancia se mostro como alguien tranquilo e inclusive gracioso paso a ser alguien tedioso e intolerante burlándose de JiMin directamente sin dejarlo pasar de la palabra "ridículo", sin tentarse el corazón por su buen rendimiento laboral lo despidió sin una razón lógica a su caso, no pudo evitar sentise mal pero más que mal el pobre ex jefe que tuvo que verselas con un YoonGi en sus 5 sentidos ese viernes por la noche.

Todo con la premisa de "nadie hace sentir mal a mi mochi".

JaeYoo lo extrañaría, ¿con quién más jugaría a ser gay?

JiMin se preocupaba por YoonGi ya qué como era de esperarse no podía beber su sangre como era costumbre de forma segura sin saber que daños podrían causarle al pequeño así que opto salir los fin de semanas a cazar como catalogaba "su juventud" no se rían si tuvo... antes de Da Vinci pero tuvo.

Sus pechos crecían... era raro, tenía cambios emocionales y antojos #ayuda.

Tenían planes de mudarse a un hogar más amplió, una casa no un departamento como lo hacían actualmente, ya que el bebé necesitaría su propia habitación y espacio para crecer sanamente, ¡no mandarían al pequeño a la habitación de invitados!. Sus ojos estaban puestos en una casa a las afueras del vecindario que era la mejor de las opciones en cuanto a gusto y precio, YoonGi tramito el papeleo y las cajas para mudanza habían llegado apenas cuestión de días.

La vida esta llena de giros y obstáculos que te hacen reflexionar tus acciones y tal azabache fue víctima de esto al verse acorralado en el callejón de los olvidados, al parecer para DNA models YoonGi había "pasado de moda" y afrontando un golpe de realidad decidió cambiar su vida de modelo a inversionista de la empresa.

Hombre de negocios, ¿habrá algo que no haga bien ese hombre? Exacto... ¡pedir la mano de JiMin! Su consciencia se lo repetía como si de su maternal fantasma se tratara.

―¡Yoon! ¡¿Has visto mi cámara?!―Gritó el ahora rubio mientras se movía de un lado al otro dentro de la habitación. Pero ni un segundo más tuvo que esperar para ver al mencionado entrar a la habitación.

Ni uno de los dos tenía idea de en cual de todas esas cajas podría estar pero YoonGi le prometió ayudarle a buscarla después de almorzar ya que tenían que ir a la cita con el estilista que les había contratado SeokJin a todos.

Mi Pálido Vampiro | Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora