Mi Pálido Vampiro | Yoonmin

Capítulo 11

A él le encantaban esas cajitas emitidoras de increibles melodías... Le ayudaban a repeler las pesadillas.

Necesitaba respuestas y las buscaría, con o sin JiMin ¿era egoísta de su parte guardar el desespero y ansiedad solo para él?

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―Tengo algo que contarte TaeTae...―habló bajito y nervioso JiMin en el sofá de su sala.

Apenas llego a casa no diviso ni un rastro del vampiro, ¿en dónde habría metido? algo en él decía que estaba bien y regresaría, también esa parte decía que no estaba mal decirle a su mejor amigo la naturaleza de Min.

―¿Qué? ¡No me digas que tienes una enfermedad terminal y que te queda poco tiempo de vida en el cual me confesaras que tu vida secreta era ser stripper en un burdel!―TaeHyung el dramático Kim.

JiMin solo río ante tales ocurrencias, ¿qué? nada de eso, solo se enrredo con un vampiro de la edad de Jesús y está a unos meses de ser un hombre fértil. Nada grave.

―¿Que? No Tae yo-

―¿Eres el Baby boy de un empresario?

―No.

―Te haces pasar por chica en videojuegos y ahora resulta que un pervertido de 50 años te quiere cyber follar.

―¡¿Que?! ¡No!

―¿Tienes una hija perdida de alguna relación heterosexual fallida de mucho antes de enterarte que te gusta el arroz con popote?

―¡Joder TaeHyung dejame hablar! Esto no es una adivinanza―recriminó acomodandose mejor en el mullido sofá de forma que parecía estar acurrucado.

―Bueno pero no te enojes Minnie, anda habla―resto importancia haciendo un ademán con la mano.

Entonces respiro profundo... Ahora o nunca.

―¿Recuerdas a Min YoonGi? El chico que esta viviendo conmigo.

―¿El lindo y sexy chico misterioso que me mataba con la mirada en aquella cena?―tomo un corto trago del café antes olvidado.

―¿Lindo y sexy?―puchereo con el entrecejo levemente fruncido.

―No soy ciego JiMinnie―sonrió―y bien ¿que tiene el chico?

―Como él lo menciono y-yo lo conocí en el bosque y-

―¡Joder si! que creppy el asunto―carcajeo, cayendo en cuenta que no era cualquier asunto si no un posible suicidio―Lo siento, continúa.

―Lo conocí la noche antes de mi regreso en el bosque cuando un mapache tomo de mi lonche―fruncio el entrecejo y abulto sus labios como niño pequeño al cual no le querían cumplir un berrinche―y lo persegui como idiota por medio bosque ¡de noche Tae! Pero...―analizó, ¿como podría decir sus próximas palabras sin sonar como un loco?―Tae... Por favor quiero que sepas que no estoy insano mentalmente, o sea tengo mi problemita pero no estoy demente. Mucho menos estoy jugando.

―¿Bien...? Solo sueltalo JiMin―el moreno estaba ansioso, sabía que su mejor amigo por muy pocas cosas se preocupaba en contar, esto estaba mas bueno que toda la cronología de controversias de Alfredo Adame.