La Gitana Del Coronel

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La carpa estaba llena, los murmullos emocionados de la gente llegaban a mis odios. De pronto las antorchas se apagaron provocando la sorpresa de todos. Uno a uno, fueron prendidas en lugares específicos unas bolas de estambre, las chicas estaban nerviosas al igual que yo... pero a quien más esperaba ver era a... ¡LUCY! ¡no aparecía por ningún lado!

En aquel momento, todo el mundo se cayó cuando los hombres comenzaron a caminar con espadas en manos; Bisca, Erza, Cana, Juvia todas estaban con sus ropas listas. Faltaba sin embargo la tonta de mi mejor amiga. Comencé a gritar en mi lenguaje natal abrumado por los nervios que me estaban carcomiendo debido a que todo pasaba de manera muy rápida ante mis ojos, sin permitirme ver realmente lo que pasaba, de pronto caí al suelo golpeando mi pecho con desesperación y mirando a Juvia directamente a los ojos.

—Khali Bali Ho gaya hai dil... "Mi corazón se ha desprendido"

Los hombres comenzaron a hacer malabares a mi alrededor con sus espadas mientras repetían en coro mis frases, haciendo un eco magistral que endulzaba los oídos de los presentes. En ese momento me quité la corona en forma de turbante, totalmente negro, con detalles en oro como pequeñas monedas que cargaba sobre mi cabeza y se la puse a una muchacha del publico quién se sonrojo ante mi cercanía.
Di un giro y alce mis manos hacia el cielo, señal para que mis acompañantes entraran, entonces las chicas lo hicieron pero sin Lucy, mientras yo la mataba mentalmente; Comenzaron a danzar alrededor de los espectadores, sus velos eran movidos con gracia captando la atención de los hombres, en eso vi el velo azul cielo de Juvia a mi alcance y lo tome haciendo que girará a verme con una sonrisa. Entrelace el velo y lo jale acercándola a mi sorprendiéndola en el acto.

—Taar vaar dil ke sab tooot se Gaye.."todas las cuerdas de mi corazón se han roto"

Ella pensó que estaba actuando y paso su mano por mi mejilla mientras yo cerré mis ojos aceptando aquella caricia que hizo brincar a mi corazón.

—Neendo waale jugnu rooth raaton se Gaye..."las luciérnagas del sueño ahora se alteran con las noches"

Ahí mismo los hombres se pusieron a mi lado mientras soltaba a Juvia y esta se iba dando pasos hacia atrás con su brazo aun extendido hacia mí. Solté una risa triste mientras volvía a repetir la frase pues se veía tan hermosa que mi corazón quería llorar.

LUCY

Entre a mi casa como una flecha y me cambie por mis ropas rojas con filo dorado, todo el atuendo habia sido inspirado en Gray y su tierra, por lo que como siempre, la abuela era quien las habia confeccionado como según le parecía, cabe decir que la abuela tenía un ojo que casi podía decirse mágico para este tipo de confecciones. Hice que tanto mi velo de la cabeza y la cara se pusieran bien para que nadie me reconociera. La abuela al verme ahora a su lado se tapó la cara con las manos, visiblemente avergonzada y casi podría jurar que se aguantaba las ganas abismales de querer pegarme una bofetada.

—¿¡Dónde andabas niña!?

Le sonreí mientras me maquillaba a prisas, coloqué las cadenas de monedas tintineantes en mis tobillos y corrí saltando y agarrando en el mismo mi velo asegurándome que no se viera mi rostro una vez más. Entre por la parte trasera de la carpa, vi cuando daban la vuelta los hombres lanzando aun las espadas al aire y supe que era mi oportunidad por lo que en ese preciso instante me mezcle poniéndome al lado de Erza y Juvia.

—Lucy, ¿dónde Diablos estabas metida? — Susurraba con premura la joven Erza.

Tome mi velo comenzando a moverlo con gracia en el aire, al tiempo que movía mis caderas balanceándolas de un lado a otro, a pesar de todo, esto era muy divertido, estar con mis amigos, danzar, escuchar a Gray cantando como siempre le gustaba, ver a la gente asombrada por el talento de su mejor amigo, era una dicha que no todos podían sentir y yo me sentía afortunada.