La Gitana Del Coronel

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-como se que te gusta usar guantes decidí darte estos como regalo de cumpleaños, espero te gusten.

Le dedique una sonrisa a Meredy mientras aceptaba la pequeña caja envuelta en un precioso nudo, todos estaban esperando que la abriera por lo que no los hice esperar más y la abri. Dentro de su contenido habían dos guantes hermosos de cuero color café.

-Meredy... ¡son preciosos! ¿Dónde los conseguiste?

Las mejillas de la pelirosa se tiñeron de un rojo cereza haciéndola ver muy dulce y tierna.

-las...las hice yo misma...

Sin poder aguantar la alegría, me lancé a sus brazos con un millón de gracias que salian de mi boca. Luego de aquel arranque de alegría me retire al cuarto que Jerall había acoplado para mi, lentamente retire mis guantes de tela y como todas las veces me quedé mirando mis manos.. De cierta forma no sabía porque pero sentía que ahí faltaba algo.

-¿por qué....

-¿Mika?¿Te encuentras bien?

Ángel entró al cuarto y me cogió de sorpresa, yo la ví como se sentó en la cama a mi lado y me miro con algo de preocupación.

-Angel...otra vez...otra vez esta confusión.

-¿otra vez? Pero Mika, deja ya de pensar eso.

Me levante y comencé a caminar de un lado a otro sin poder callarme.

-¡no me pidas eso! ¿No crees que es raro que sienta que falta algo dentro de ti? ¡Miralas! - extendi mis manos para que las viera- ¡blancas! Sin nada. ¡debería ver mis manos normal pero no es así! No las veo así, siento que falta algo en ellas... ¡pero no se que es! Esto es un verdadero dolor de cabeza.

Los brazos de Ángel me acogieron de forma cálida, sentí su cabeza apoyada en mi hombro mientras yo miraba a la pared.

-Mika...todo esto es por tu pérdida de memoria, no te preocupes. Con suerte encontraremos a alguien que te conozca. Tal vez te raptaron o te trataron de matar....no lo sabemos. Pero lo que si sabemos es que no estas sola. Los Lilica y nosotros estamos aquí para ti.

-lo se...estos años se me han hecho tan duro...me pregunto si al día de hoy me seguirán buscando o...ya me olvidaron por completo.

Ángel me giro haciendo que la viera, me dedicó una calida sonrisa y sujeto mis mejillas con cariño.

-claro que si, en cualquier lugar del mundo ellos están pensando en ti, Mika, solo es cuestión de que el destino mueva sus fichas y los veras de nuevo.

NATSU

-pensando en alguien?

Quité la mirada de la Begonia amarilla que tenía entre mis dedos, en el camino la habiamos encontrado y el recuerdo de Lucy vino a mi mente por lo que no pude evitar bajar a tomarla. Zeref se colocó a mi lado, la carreta de Anna era muy cómoda, en la parte de arriba, que era donde nos encontrábamos, tenía muchas telas, almohadas y demás cosas que la hacían ver suave para descansar.

-pensando en todo...Zeref... ¿y si Lucy realmente no murió como Tártaros nos hizo creer? No lo se...algo en mi corazón me dice que ella no murió.

-hermano...tu mismo viste su cuerpo inerte.

-pero su cara estaba desfigurada. Y si aquella era otra mujer? No tenía la marca del gremio porque sus manos y piernas fueron desfiguradas tambien.

Zeref cruzó sus brazos en la parte posterior de la cabeza y la arrimo a las telas viendo hacia el cielo despejado.

-en cualquier caso, no podrás evitar la boda si es lo que te preocupa. Ni la madre de Lisanna ni la propia Lisanna dejaran que anules la boda.