La Gitana Del Coronel

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Los primeros rayos del alba nos estaban dando los buenos días, el día anterior descansamos como nunca...Los chicos volvieron a nuestra carreta al ver que no llegábamos con ellos y según conto Mavis, al llegar nos vieron tiernamente abrazados, dormidos sobre los dientes de león que el viento había hecho cayeran sobre nosotros tan suave que fueron incapaces de despertarnos. Como no querían despertarnos, sacaron una manta grande y nos cubrieron ella...aún se me escapa una sonrisa traicionera cuando recuerdo la sorpresa de Lucy al despertar abrazada a mi...

Me sentía totalmente cálido, rodeando una suave textura entre mis brazos. Un delicioso olor entraba por mis fosas nasales junto con unos suaves compas de respiración. La suavidad bajo mi cuerpo me hacía sentir tan en calma y lleno de tranquilad que por nada del mundo iba a moverme....

-mmm ¿Qué? ¿Dónde estoy?

Sentí mis sentidos despertarse por completo al igual que mi cuerpo cuando su voz se impuso sobre el leve silbido de los dientes de león, trato de moverse pero yo aferre mi agarre manteniéndola a mi lado y fingiendo estar dormido. Casi me soltaba a reír al oír su voz ahogada al verse junto a mí e incluso podía jurar que estaba sonrojada viendo hacia la carreta y luego hacia nosotros.

-Natsu... ¡Natsu! ¡Despierta!

Sus manos movían mis brazos en un intento por despertarme, yo solo la acerque más a mi cuerpo logrando de esa forma oler más de cerca el delicioso aroma que desprendía su cabello. Maldita sea, estaba en mi paraíso personal y de aquí no me sacaba nadie.

-¡Natsu!

-no estoy.

-¿Cómo que no estás? ¡Despierta nos pueden ver!

-¿y?

-pensaran mal. ¡Vamos suelta!

En un movimiento seco la gire quedando encima de ella, abrir mis ojos encontrándome con los suyos plagados de sorpresa.

-buenos días.

-¿buenos días? ¡Bájate!

-¡chicos! ¿Despertaron ya?

Termine esbozando una sonrisa burlona al recordar como Lucy me lanzo a un lado y se levantó toda avergonzada.

-¿Natsu, te has tomado la medicina ya?

-aun no es hora. Son las 7 de la mañana, cálmate Zeref.

-solo cuido a mi hermanito.

El día estaba un poco más pacífico, los chicos incluían a Lucy en la conversación (claro llamándola Mika pero todos sabíamos su verdadera identidad al fin y al cabo), con Zeref nos encontrábamos en la parte delantera guiando los caballos.

-Natsu ¿y si Sting no está bien?

Y al carajo el día pacifico.

-no he recibido noticias de él ni de Yukino. Si hubiera regresado, su mensaje llegaría de inmediato el mismo día pero no ha sido así....no te mentiré Zeref. Tengo miedo. No solo porque son parte de mi tropa sino también porque es de nuestro amigo de quien hablamos. Ni siquiera Ignia se ha pronunciado al respecto, lo cual me deja en claro que las cosas en Magnolia no están bien.

-pues a los tíos no les agrado que desapareciéramos así como así.

Bufe lleno de fastidio.

-sabes mejor que nadie que no es por eso. Quieren quedarse con la casa que es nuestra por derecho además de los terrenos en la ciudad real. Sé que como heredero de ese lado, haz aumentado las ganancias y la mitad haz dado para los orfanatos, hospitales y demás albergues hermano, la otra sueles dividirla 25% para el cuartel y el otro 25% te lo quedas para ti y tu familia.