La Gitana Del Coronel

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-querido...abre tus ojos...por favor..

Veía como pasaba sus manos por el rostro dormido del Dragneel mas este no hacia ningún movimiento.

-aquí estoy...aquí esta tu prometida..Natsu...

-el no despertara.

-¡debe despertar! si esta bajo algo, un hechizo, una maldición o lo que sea, ¡el amor verdadero lo despertara!

-¿y tu crees que eres su amor verdadero?

La joven paso sus brazos alrededor de el mientras dejaba que las lagrimas cayeran sobre el torso vendado del muchacho; apenas y pude escuchar lo que decía entre los sollozos y el llanto de la chica.

-el..es el mio...yo amo a Natsu..

-¿y estas segura que eres su verdadero amor?

Aquellos ojos cristalinos se posaron en mi; podía sentir el dolor a través de aquel rostro lastimero; me levante de la silla ya que era hora de cambiar el vendaje de ambos chicos acostados el uno del otro. Comencé a sacar el vendaje empapado de sangre, Lisanna cerro los ojos con horror al ver como la bala había explotado dentro de su pecho haciendo una herida verdaderamente horrosa. la carne estaba arrugada en pequeños montículos en un circulo perfecto y no paraba de sangrar.

-nadie ha tenido la valentía de curar esta herida. Los trapos siempre están goteando sangre de ella, ¿crees que podrás hacer esto cada vez que el vuelva de alguna batalla y debas cuidarlo? ¿te sientes con la fuerza y la valentía suficiente para extraerle una bala de ser necesario?

La vi temblar de pies a cabeza, retorcí la toalla dejando que las gotas de sangre cayeran sobre el cuenco como único sonido.

-eso pensé.

Sin embargo lo que dijo a continuación me dejo algo pasmada...

-sí, estoy totalmente de acuerdo con lo que usted dice. Tal vez yo no sepa como curar una herida o estar codo a codo con el peleando en las batallas como Lucy...pero hay algo que ella nunca podrá hacer. Natsu es alguien muy inteligente, con temas de conversación de lo más interesantes. Lucy jamás podrá sostener una conversación igual de interesante en cambio yo sí. Lucy solo sería útil en batalla pero yo sería útil siempre.

Extendió un frasco pequeño, en su interior contenía un líquido muy parecido al vino de uva que hacíamos para las ceremonias. ¿Qué hacía Strauss con eso?

-¿de dónde sacaste eso?

-es un brebaje...Mavis me lo enseño hace tiempo. Dice que puede disminuir el dolor e incluso servir como un anestesiante en caso de que deba hacer alguna operación de inmediato como extraer balas o algo parecido.

Conocía los brebajes gracias a la propia Mavis...pero según recuerdo el brebaje para eso era de un tono oscuro café ya que las hierbas que se utilizaban daban un color así debido a su amargura.
Por lo que decidí ponerla a prueba.

-bien...supongo que si Mavis dijo eso es porque es verdad. y si dices que tú eres la más indicaba para cuidar del coronel...entonces a partir de ahora atiéndelo tú. Iré a ver a mi nieta.

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-Maestro, ¿Por qué no nos deja ver su rostro?

Deje caer el cuerpo sin vida de ese insípido humano. Podía oírlo, estábamos cerca de la guardia, más sangre...más odio...más poder.

-¿enserio quieren ver mi rostro?

-¡por supuesto que sí! Hemos deseado conocerle desde que supimos de usted.

Sonreí mirando al horizonte, si ellos querían conocerme... ¿Quién era yo para negarles eso?