La Gitana Del Coronel

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Regresamos luego de una tarde llena de risas y travesuras con los miembros de la caravana gitana de Crime Sociers, me llevaba tan bien con todos que incluso tuve la leve duda de ser una de ellos.

-qué tanto piensa esa cabecita tuya?

Mire a Jerall con mi cara aún pensativa.

-hay cosas que me tienen la mente pensando sabes? Según dicen me encontraron con ropas gitanas, pero según papá pudieron haberme cambiado para que no me reconocieran. Sin embargo a lo largo de estos años hemos ido a innumerables fiestas de la alta sociedad y ninguna noticia sobre mi desaparición, ahora, lo que siento con la caravana es muy especial. Siento como si yo de verdad perteneciera a ella, como si formara parte de tu gente...y para serte sincera..- me acerque a él quien se inclinó lleno de curiosidad-preferiria tener que usar ropa gitana que utilizar este molesto corset!

Jerall al escuchar mis palabras volvió a carcajearse, paso un brazo por mis hombros y me atrajo a su cuerpo. Las luces de la ciudad ya estaban prendidas, la gente caminaba tranquilamente, algunos niños aún seguían en las calles jugando, todo se respiraba suma tranquilidad.

-pues no descarto la idea de que seas gitana. Pero de cierta forma...siento que no eres lo suficientemente guapa como para serlo.

Me separe con brusquedad de él. No era lo suficientemente guapa?

-dejame decirte! Jerall Fernández! Que soy tan guapa como una gitana! E incluso más!

-calma Mika, era solo una broma.

-broma de muy mal gusto!

Gire mi cuerpo y comencé a alejarme de él, guapa yo? Por supuesto que soy guapa! Pretendientes no me faltan! Tengo a hombres de muy buen título comiendo en la Palma de mi mano.

-y sin embargo el que quiero no está.

-vamos vamos Mika, no creo que te ofenda una broma inocente.

Lo mire con los ojos achicados.

-callate si no quieres que estampe mi guante en tu mejilla.

Jerall alzó las manos con una sonrisa nerviosa.

-bien bien, me retractó de lo que dije.

-más te vale. Mal educado!

Lo ví poner sus  manos cruzadas y mirarme con una sonrisa.

-vamos, dame un abrazo y dime que me perdonas...Mika?

Al verlo ahi, parado, llorando por un abrazo...como voy a resistirme? Negué con la cabeza  mientras esbozaba una sonrisa.

-que voy a hacer contigo.

Me tire a sus brazos riendo juntos, terminamos el camino hasta mi casa, pensé que solamente se quedaría pero me dijo que iría por Ángel y volvería por lo que no pude opoenrme. Ambos nos despedimos con un beso en la mejilla y lo ví alejarse hasta perderse de mi vista.

-señorita Mika, veo que ya regreso.

Gire a ver a Aries quien portaba su traje de sirviendo igual al de Virgo. Ella tenía una sonrisa calida que más calentaba el corazón.

-si Aries, esperaron mucho en casa?

Comenzamos a caminar mientras escuchaba a Aries conversarme la situación actual.

-en la Sala están la señora Lilica y la señorita Michelle junto con una mujer rubia de largo cabello. Dice que vino para negocios pero el señor Lilica todavía no ha regresado, así que pidieron que apenas llegue la lleve ahí  de inmediato.