—¡hermosa!
—¡preciosa!
—¡belleza!
Muchas personas se encontraban en el lugar. Jóvenes, adultos y niños miraban nuestra danza impresionados, nos movíamos con destreza por la plataforma de madera, llamando la atención de todos, yo sonreí dejando envolverme por la música que entraba a mis oídos de forma dulce mientras que Juvia, quien tampoco se quedaba atrás, movía sus manos con suavidad, tal como las olas que hipnotizaban a quien las observara sin embargo estaba algo triste, lo notaba en su cara y tampoco habia que ser alguien inteligente para saber el porqué. Gray no había venido a verla.
—Juvia...el vendrá. —Susurraba para levantarle los ánimos.
Movía sus manos hacia adelante y mandaba su cuerpo para atrás mientras sus ojos reflejaban la duda en ellos, cosa que me hizo pensar si las palabras dichas por mi mejor amigo, ella las habia tomado enserio, de ser así, aquello sería un hecho fantástico.
—No lo sé...
—¡BRAVO! ¡ERES LA MEJOR, HABIBI!
Los ojos profundos de ella se agrandaron al verlo aplaudir con una sonrisa dada solo a ella, logrando que al mismo tiempo ella también sonriera y comenzara a moverse mucho más sensual atrayendo silbidos del público. Como ya no tenía que preocuparme de Juvia me centre en mi baile, me alce en mi pie derecho comenzando a dar vueltas moviendo el velo que descansaba en mis espaldas, a lo lejos podíamos ver otro grupo alrededor de Erza quien danzaba con sus espaldas dejando anonadados a los hombres, entre ellos pude divisar como uno de cabellos azules con un extraño tatuaje en su cara la miraba sin expresión alguna.
—Juvia... ¿lo viste?
No tuve respuesta así que giré a verla, pero ella estaba embelesada bailando para Gray quien destilaba su amor por medio de sus ojos. Sonreí ante ese espectáculo y decidí no molestarlos, la música se tornó más rápida, mis caderas se movieron con más fuerzas mientras estiraba mi cuerpo hacia atrás, coloque las manos en el suelo, seguido de eso me impulse con las piernas, me levante de golpe colocando las manos arriba mientras Juvia dio un giro y terminó con las piernas abiertas, en el mismo momento que la música culminó. Los aplausos de la gente no se hicieron esperar, al igual que las flores y las monedas de oro. Extendí mi mano hacia ella quien se levantó con la elegancia innata de una doncella. Ambas hicimos reverencias hasta que un ramo de rosa cayo frente a mis ojos, al alzarlos pude ver de nuevo a ese rubio de ojos azules que al parecer era más terco que las mulas del anciano Warrod.
—Ni siquiera un ramo de rosas puede eclipsar tu belleza, mi hermosa bailarina.
Tome el ramo de rosas con una de mis manos y le dedique una sonrisa falsa.
—Usted no aprende ¿verdad? ¿Qué diría su esposa si viera esto?
—Diría que...
—¡Cariño por fin te encuentro!
Ambos giramos la vista hacia una joven mujer albina de cabello corto con dos ojos comparables al zafiro azul, sus pómulos sonrojados en señal de que había buscado sin cansancio a su esposo. Portaba un elegante vestido de mangas largas ajustadas hasta el codo, de ahí se abrían como los abanicos de tela que solía ver a las mujeres cargar en sus manos, aquel tejido se ajustaba a su cuerpo como segunda piel hasta la cintura de ahí se abría en una amplia falda que le cubría por completo sus pies, su color celeste pálido en conjunto con el diseño de rosas verde limón demostraba que era una riquilla. En su cabello, el cual a simple vista se admiraba suave portaba una flor celeste artificial que se mantenía sujeta por dos correas de perlas genuinas seguramente. sí, esa mujer destilaba elegancia, porte y riqueza. El hombre al verla no pudo quedar más que admirado al igual que asustado lo cual hizo que una sonrisa burlona saliera de mis labios cuando la vi llegar y lanzarse a sus brazos.
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La Gitana Del Coronel
FanfictionUna tribu gitana ha llegado al pueblo de Magnolia, el lugar mas cercano al reino de Crocus. Todo el pueblo los ve llegar con sus caracteristicas ropas llenas de colores, con pañuelos amarrados en la cabeza, sus monedas amarradas en el cinto y los pi...
