La Gitana Del Coronel

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-vamos Mika! Ven!

-espera Michelle! Esto es difícil de usar!

-a la larga te acostumbras! Venga!

Michelle tomó mi mano y bajamos corriendo las escaleras entre risas, mi cuerpo ya se había recuperado casi por completo, las heridas habían sanado de forma rápida. Al llegar al comedor nos encontramos con Karen y Loki, que estaban sentados charlando de cualquier cosa cogidos de la mano, la reparar en nuestra presencia giraron a vernos con una sonrisa.

-otra vez están haciendo travesuras niñas?

-nada que ver madre! Vamos con Mika al pueblo.

Loki alzó una ceja con expresión de diversión en su rostro.

-a qué van al pueblo?

Sonreí de forma nerviosa ante las palabras de Loki.

-pues, Michelle encontró unos vestidos muy lindos en unas tiendas...cierto Michelle?

-si si! Vieras que bonitos papá!

-y son para las dos?

-por supuesto! Vamos Mika que se hace tarde!

-adiós Emm...Karen! Loki!

Al salir bajamos las pequeñas escaleras encontrando a los caballos ya encillados,montamos de un solo salto y salimos en carrera hacia las puertas de madera donde hicimos una acrobacia,saltando por encima de esta.

-Me sorpende que aún deba elegirte yo los vestidos Mika, es que no te gustan?

Miraba el camino empedrado, el pueblo era muy tranquilo, demasiado para mi gusto.

-no es eso Michelle, sabes mejor que nadie que no me siento cómoda con esta ropa tan extravagante.

-pero te queda bien, te ves muy hermosa. Papá ha tenido que ser muy serio conmigo en las fiestas, ahora lo será más.

Rei un poco ante sus palabras, Karen me habia dicho sobre eso, Loki es muy celoso con su esposa e hija. Pasamos por la florería del pueblo, era un pequeño puesto donde una niña regaba las flores todos los días.

-Buenos días señoritas Lilica!

-Buenos días!

-Rose, ya está abierto donde la costurera Ángel?

-si! Pero ya sabe que ese no es el nombre de la costurera sino de su ayudante!

-lo se lo se! Nos vemos cariño!

Hice un movimiento para que mi caballo comenzara a trotar, Ángel era una chica albina muy hermosa, de ojos azules como los de Michelle, tenía buen cuerpo y no le acomplejaba mostrarlo, llevando esa ropa tan ligera y bonita. Al llegar en efecto la tienda de confección y costura estaba abierta de par en par. Dejamos los caballos amarrados al tronco puesto en un costado y entramos al lugar siendo recibido de inmediato por gritos.

-ESA TELA NO ES CELESTE ES AQUAMARIN!

-QUE ES CELESTE! ¿¡QUIÉN PUEDE VER LA TELA!? ¿USTED O YO?

-SU TEXTURA NO ES DE UN CELESTE! NIÑA TONTA!

-VIEJA LOCA!

Esto era el pan de todos los días, ver a la señora Belno pelear con Ángel, la señora tenía una edad ya avanzada y sus ojos habían perdido la visión hace ya mucho tiempo. Sin embargo discutía con Ángel como si pudiera ver a la perfección. Era como ver madre e hija, algo muy gracioso por lo que Michelle y yo no pudimos evitar sonreír captando la atención de ambas mujeres.