Tras dos horas de atender a la clientela para decir basta, me dieron el permiso para ir a almorzar. Aquello me venía de maravilla porque casi podía sentir como mi boca se queda totalmente tiesa por estar sonriendo a cada rato a los diferentes personajes que ingresaban a la taberna, aunque la mayoría entraba para conversar, beber unos tragos y pocos realmente llegaban a comer. Además de que mi propia mente me decía que debía tener cuidado porque con esos hombres uno podía esperarse cualquier cosa. Como siempre me iba a la parte trasera del bar encontrando a Mira sentada en unas cajas comiendo en silencio, al verme me dedicó una sonrisa calidad típica de ella.
—¡Hola Lucy! ¿Ya vendrás a comer?
—¡Si!
Vi como se hizo a un lado para que yo me pudiera sentar, cosa que agradecí con una sonrisa para caminar hacia ella agradeciendo también mentalmente que Juvia hubiera dejado mi plato guardado cuidadosamente para que las moscas o algún animal no se lo pudiera comer. Era algo curioso ya que hoy Gray la había invitado a almorzar y ella aceptó encantada de la vida, además de que cuando se trataba de Gray, ella solía olvidarse de absolutamente todo, así que para mí ese gesto fue como una bendición del cielo.
—Dime Lucy, ¿Es divertido ser gitana?
La mire con mi boca llena, esto era delicioso, ¡ahora entiendo porque Bob la contrato! No podía dejar de enrollar la cuchara dentro de la comida y llevarla a mi boca debido al sabor exquisito que tenía al tocar con mi paladar causando que sonriera con la comisura de mis mejillas salpicadas de trozos de arroz y carne.
—mshdbri fkfkdkse
Ella me miro perpleja para luego soltar una leve risa, lo cual yo no entendí a que se debía eso ya que no recordaba haber dicho nada divertido o que provocara aquello.
—Come primero, iré a seguir atendiendo. Luego continuaremos nuestra charla.
Sin darle tanta rienda al asunto asentí mientras seguía comiendo. En eso escuche unas pisadas fuertes como si estuvieran viniendo hacia mi dirección por lo que pasé por mi garganta mi alimento lo más rápido posible y me levante con el látigo en mi mano por si debía enfrentarme a alguien. Grande fue mi sorpresa cuando vi a Romeo agitado apoyado sobre sus rodillas llegando ante mi como si estuviera siendo perseguido de nuevo.
—¡hola de nuevo Romeo! ¿Qué te trae por aquí?
Cuando alzó su rostro, el corazón se me arrugo por completo. Estaba bañado en lágrimas, sus mejillas estaban rojas y no sabía si era por los nervios que afloraban en su ser o por el hecho de que había corrido cuanto sus piernas le hubieran permitido, mas todo esto solo terminó por alarmarme más.
—Papá. Es papá. Su fiebre no disminuye. M-mi hermana...ella estaba aquí en el pueblo, pero no logro encontrarla. Te lo ruego, ayúdame.
—¿Tu hermana? ¿Quién es?
Justo mis labios habían acabado de pronunciar esas palabras cuando a lo lejos escuche la dulce voz de mi compañera de trabajo.
—¡Romeo! ¿Qué haces aquí!? Deberías estar en casa cuidando de papá.
Ambos vimos a MIrajane, su voz demostraba que se encontraba sorprendida, pero intentaba ocultar la preocupación que desbordaba de sus ojos cielo, Romeo se tiró sin dudar a su falda negra mirándola con esa misma desesperación que había hecho que mi sangre se helara por el recuerdo que luchaba por aparecer en la bruma de la memoria.
—¡Mira! ¡Es papá! ¡Su fiebre no baja! ¡Ven a ayudarlo por favor!
—pero...pero...
Coloque mi mano sobre el hombro descubierto de la joven, sus ojos cielo me miraron con el pesar en ellos, como si estuviera debatiéndose entre dejar el trabajo e ir con su hermano o quedarse a tener la responsabilidad, pero yo lo sabía. La maldita responsabilidad podía volverse un crudo y tieso nudo alrededor del corazón y no iba a dejar que otra responsabilidad que la esclavizaría de por vida se adhiriera a la vida de la pobre.
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La Gitana Del Coronel
FanficUna tribu gitana ha llegado al pueblo de Magnolia, el lugar mas cercano al reino de Crocus. Todo el pueblo los ve llegar con sus caracteristicas ropas llenas de colores, con pañuelos amarrados en la cabeza, sus monedas amarradas en el cinto y los pi...