Sweet Things (Richie Tozier)

Capitulo 2.- Welcome To Derry

________ "Doce" Anderson

Abrí los ojos con cuidado cuando sentí como alguien me sacudía con suavidad. Lo primero que vi fueron unos intensos ojos color avellana y después el rostro tan pulcro de mi hermano.

— _________, despierta.

Incorpore mi cuerpo con flojera sobre el asiento, y mire a mi alrededor tallandome un ojo.
Tenía un terrible dolor de cabeza, y sentía los ojos hinchados de tanto llorar.

— ¿Ya llegamos?

— Estamos cerca — respondió, Hopper aún frente al volante — solo unas calles más.

Solté un resoplido, viendo a través de la ventana las casas y las personas pasar.
Mamá observaba en silencio desde el asiento del copiloto el lugar, y James se perdía en sus propios pensamientos. Al parecer no le importaba mucho conocer nuestro nuevo hogar.

— ¿En donde estamos? — me atreví a romper el silencio.

— En Derry — respondió, Hopper — un pequeño pueblo que no se encuentra ubicado en cualquier mapa

No tenía sentido eso, si no aparece en el mapa ¿Cómo sabe la gente que existe?

Y como si Hopper leyera mi mente respondió:

— No lo saben, y eso es lo magnífico de este lugar, solo pocos se detienen a conocerlo.

Para ser sincera, era como Hawkins, solo que este lugar para ser un poco más tranquilo y colorido.

— Es el lugar indicado para comenzar de nuevo — prosiguió, viéndome con rapidez — aquí estarán a salvo.

— Eso espero — escuché, como susurró James.

Decidí no decir nada más, y solo continuar observando por la ventana.
No podía dejar de pensar en mis amigos, y en lo mucho que me van a hacer falta.
Ellos de alguna manera se habían vuelto parte esencial de mi vida. Sin ellos no soy más que un simple número, una simple rata de laboratorio. Solo ellos tienen ese poder de hacerme sentir una persona real.

Toque con mis dedos el collar que caía de mi cuello, Mike me lo había obsequiado en mi último cumpleaños, desde ese entonces, nunca me lo quitaba. Es una pequeña parte de él que siempre llevaré conmigo.

Espero algún día volverlo a tener de frente.

Limpie mis lágrimas con rapidez cuando el coche finalmente se detuvo frente a una casa color blanca. Era sencilla pero bonita. Al lado parecía vivir una señora gorda que pretendía regar sus plantas, y fingía que no estaba más atenta a nosotros que a sus rosas.

— Está es su nueva casa — habló, Hopper — su nuevo hogar.

Hogar.

— ¿Es tuya? — dudo, mamá.

— Si — sonrió un poco — mi tío me la dejo antes de morir, pero solo vengo durante las vacaciones — saco unas llaves, y se las entrego a mamá — ahora es toda tuya, Charlotte.

Mamá vio las llaves en su mano, y después volteó a ver la casa. Realmente estaba impresionada.

— Gracias, Hop.

El policía sonrió.

— No hay nada que agradecer. Merecen ser felices y vivir una vida normal, esta es una gran oportunidad para hacerlo — volteó a verme — ¿Entiendes, niña?

Asentí, desviando la mirada.

— Mírame, _______ — hice lo que él me indico — prométeme que no vas a salir a buscar a Mike. Prométeme que no vas a cometer ninguna locura.