Capitulo 29.- 353 Days

3K 192 322
                                    

_________ "Doce" Anderson

Nunca supe lo feliz que podía hacer alguien, hasta que él me miro, y sus ojos brillaron mientras yo estaba reflejado en ellos.

— Mike...

— _______...

Y el momento por el que tanto tiempo había estado esperando, sucedio. La tempestad dentro de mi termino.
Mike me envolvió en sus brazos como si su vida dependiera de ello, y yo me aferre a él, sintiendo como mi pálido mundo se pintaba de colores ¿Es real? ¿Él es real?

Cerré los ojos por unos segundos, intentando contener las lágrimas que amenazaban por salir de mis ojos. Mi corazón latía con tanta intensidad que sentía que se me iba a salir del pecho en cualquier instante.
No quería apartarme, su cuerpo irradiaba tanta calidez y tanta paz, que separarme de él no estaba en mis planes.
Había pasado tanto tiempo desde que nos despedimos, que había olvidado por completo esa mágica apreciación de estar en sus brazos.

Sin embargo, después de muchas barreras, aquí estamos de nuevo. Juntos en un interminable abrazo.

— Nunca me di por vencido — hablo Mike, apenas separándose un poco de mi. Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas — te llamé cada noche... Cada noche por...

— 353 días — termine de decir, recordando cada miserable día. La confusión y la perplejidad se hicieron notar en el rostro de Mike — te escuché.

— P-pero ¿Por que no dijiste nada? — su voz salió apenas en un hilo de voz — ¿Estas bien? ¿Donde estabas?

— Porque yo no la dejaba — se adelanto Hopper.

Él se acercó a mí intimidante, creí que me daría un sermón como es costumbre en el, pero en vez de eso, me envolvió en un suave abrazo, mientras cuestionaba:

— ¿Qué estás haciendo aquí? — su voz sonaba llena de alivio.

— ¿Donde estabas tú? — replique, correspondiendo a su afecto.

Dejando atrás nuestra pelea, y cualquier problema que hubiera entre nosotros, Hopper me importa mucho más de lo que él se imagina. Y saber que está sano y a salvo, o al menos por el momento, es como volver a respirar.
Sigo sin recordar el día en que el policía se convirtió tan importante para mí.

— ¡Tu la escondiste! — exclamó, de pronto Mike furioso, dándole un empujón a Hopper — ¡Eres un...!

Y cuando estaba por volver a reprender, el hombre detuvo su brazo con brusquedad.
Miré suplicante a Hopper para que no le hiciera nada, pero él no me devolvió la mirada.

— Tu y yo tenemos que hablar — demando, contra Wheeler.

Y sin esperar respuesta, se lo llevó a rastras lejos de nosotros. Estuve a punto de ir con ellos, e intervenir por si ocurría algo, pero en cuanto ellos desaparecieron de mi visión, mis ojos se encontraron con otros de color miel.

Once.

Ella estaba a tan solo unos pasos de mi viéndome incrédula.
Esa maravillosa sensación que había sentido en el gimnasio cuando la vi por primera vez despertó en mi.
Un suspiro ahogado salió de mi boca sin avisar.

«Todo estará bien, Once. Solo corre y no te detengas»

Mi mente pareció iluminarse, y el recuerdo de ambas me golpeó por unos instantes.

¿Como fue que pude olvidarla?

«¡No mires atrás!»

«Lo siento.... Lo siento tanto»

Sweet Things (Richie Tozier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora