Capitulo 22.- Dangerous

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_________ "Doce" Anderson

— ¿E-Estás lista? 

Negué

— No lo sé, Bill, hace mucho tiempo que no utilizó ese poder, no estoy segura de cómo va a resultar.

Eddie me tomo por los hombros, y me obligo a verlo.

— Solo confía en ti — sonrió — estaremos a tu lado.

Miré a mamá y después a James indecisa, ellos también estaban convencidos de realizar el plan. Es decir, no es como que tuviera otra alternativa, es la única manera de terminar con la pesadilla.

— Todo va a estar bien, cariño — me animo, mamá — no te estaríamos obligando a hacer esto si no fuera necesario.

El plan consistía en borrarle de la mente al hombre el recuerdo de que me había encontrado, y todo lo vivido en este día. Él único detalle estaba en que, a pesar de que papá me había hecho perfeccionar el don de borrar memorias, no me sentía muy segura de pasar la prueba después de un rato largo sin usarlo.

— Mientras tanto, voy a seguir intentando localizar a Hopper — prosiguió, mamá, pasando una mano por su cabello frustrada — tiene que estar enterado de esto.

Mordí mi labio inferior con algo de culpabilidad.

— De acuerdo, lo intentare — me resigne.

Tal vez si Hopper estuviera aquí, y si yo no hubiera vuelto a Hawkins nada de esto estuviera ocurriendo.
No mentiré al decir que me preocupa Hop, es decir, han pasado unos días desde nuestra pelea y seguía sin saber nada de él. Tenía un mal presentimiento acerca de todo ésto, o quizás solo sea el remordimiento lo que me hace sentir de esta manera.

Perdí toda noción de tiempo cuando vi al hombre atado a la silla; y ese sabor amargo regreso a mi boca.

— ¿Ya me van a dejar ir? — cuestionó, con voz ronca.

Trague saliva en seco cuando él alzó su inexpresiva mirada en mi dirección.
Los escalofríos no tardaron mucho en recorrerme de pies a cabeza, y ese temblor involuntario reapareció en mi cuerpo.

— Hola, Doce — saludo, burlón.

Él estaba consciente de lo atemorizada que me encontraba con tan solo su presencia, pero no por eso me iba a mostrar débil.

— Mi nombre es ________  — afirmé.

Él alzó las cejas con sorpresa.

— Veo que has aprendido a hablar. Aún recuerdo como si fuera ayer cuando lo único que sabías decir era: "papá" — rió — pero cuéntame: ¿Cómo están Once y Seis? ¿Él chiquillo sigue siendo un rebelde?

¿De que demonios habla? ¿Once? ¿Seis?  Espera, ¿Eso significa que en realidad existen más experimentos aparte de Once y de mi? 

El hombre no paso por alto mi rareza, y su expresión de burla se convirtió en una de total confusión.

— ¿De verdad no...?

— ¿Cómo llegaste aquí? — lo interrumpió James de pronto.

En ese instante, odie a mi hermano por no haberlo dejado terminar. ¿Qué se traía entre manos?
Incluso llegue a pensar que James no quería revelar lo que sea que el hombre tenía por decir, se notaba tenso.

Él hombre siguió observándome con cierta perplejidad, como si le sorprendiera el hecho de que no recordara "eso". ¿Tan importante era? ¿A qué quiso referirse cuando mencionó que el chiquillo seguía siendo un rebelde?

Él no dijo nada por unos instantes, hasta que soltó un largo suspiro y relajó su cuerpo en la silla.

James finalmente volteó a verme, había algo de tedio en sus ojos.
El castaño inculcaba con la mirada: hazlo hablar.

Sweet Things (Richie Tozier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora