El es el típico chico que se mete con cualquier chica con tal de satisfacerse.
Ella era la típica chica que se acostaba con cuantos ella quería, hasta que lo dejó, pero eso no duró mucho ya que lo conoció a él.
Cole Sprouse y Lili Reinhart crean una...
Lili: No entendi de donde mi mejor amigo y este chico se conocieron, osea no sabia que Cole era fotógrafo, pense que era el típico modelo, con ese cuerpo que tiene deberia de serlo, no esta nada mal, pero de lejos se nota que es un mujeriego, no digo que sea malo, una parte de mi vida me acostaba con casi todos los chicos de mi escuela y cuando fui a la universidad un par de meses también , pero lo deje, cuando Cole volteo a verme tuve la necesidad de desviar su mirada, sus ojos pueden llegar a mojarte en instantes, son muy hermosos, al igual que su dueño, solo que su dueño es un pesado, idiota, y embriagador hombre. ¿Me pase?, afirmó que si.
—¡Lili!—grita Camila haciendo que lleve mis manos a mis oídos por el chillido que hizo al gritar.
—¡Demonios Camila!, ¿Qué te pasa?
—No me hacias caso, asi que tuve que traerte a la cocina.—dice encogiendose de hombros sin darle importancia que casi me deja sorda, pero también tengo la culpa por no hacerle caso.
—Ah...si, perdón, ¿Qué decias?
—Solo te estaba diciendo para que vallas a alistarte, llegarás tarde. —dice avanzando hacia la nevera para después abrirla y sacar un sumo de naranja.—¿Quieres?—me lo extiende, pero yo niego rápidamente.
—No, gracias Cam, ire a cambiarme.—digo y salgo de la cocina, al hacerlo veo a Cole con KJ sentados hablando.
Intento pasar de imprevisto, pero algo me lo detiene o mejor dicho alguien.
—Lils.—escucho a KJ llamarme haciendo que maldiga en mi mente.
—¿Que pasa?
—No podré llevarte, me acaban de llamar y supuestamente me necesitan urgentemente, espero lo entiendas. —dice KJ con tono triste.
—Tranquilo, bueno me tengo que ir a cambiar, suerte KJ.—digo, KJ asiente con una sonrisa, después veo a Cole y inconscientemente le sonrio.
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Salgo con una toalla pegada a mi cuerpo y saco de mi armario unos pantalones negros y una polera negra, después busco un brasier de color crema y unas bragas del mismo color, me las pongo y estoy apunto de quitarme la toalla, pero siento una manos en mi cintura haciendo que brinque del susto.
—Me hubiera esperado a que te saques esa maldita toalla. —susurra Cole en mi oído.
Suelto un suspiro de alivio al saber que es él.
Espera ¿de alivio?, ni siquiera lo conozco tanto y ya se atreve a entrar a mi habitación.
—¿Que haces acá?—pregunto con enojo mientras me volteo a verlo.
—¿Que crees?—Estoy apunto de protestar, pero me lo impide al empujarme contra la pared y apoyar sus dos manos a los costados de mi cabeza.
—¿Que mierda haces?—digo y cierro los ojos al sentir que pega su cuerpo al mio.
