Extra ²

1K 74 1
                                    

Cole:
Los meses habían pasado y justo ahora era el día más importante de mi ahora mejor amigo.

Entre a la habitación donde supuestamente el pelirrojo estaría alistandose, toque levemente la puerta recibiendo un adelante de mi recién prometida. Exacto, ya le había pedido a Lili que sea mi prometida el día de su cumpleaños, fue algo que nunca olvidaré.

Al entrar vi a mi mejor amigo dando vueltas nervioso y a mi rubia tratando de calmarlo.

—¿Que pasa? —pregunté.

Ninguno de los dos me respondió.

—¿Pueden decírmelo?

—KJ quiere cancelar la boda. —soltó Lili haciendo que haga una mueca mirando a él pelirrojo.

—¿Que? —pregunté con enojo.

—No Cole, no es que quiera cancelarlo, es solo que le dije a Camila que mis padres vendrían y bueno...—empezó a jugar con sus manos haciendo que yo haga un ademán indicándole que prosiga. —Ellos aún no están de acuerdo con esto.

Un poco frustrado me senté en el pequeño sofá que había.

—Camila estará destrozada, ¿no pudiste decircelo antes?

—Trataba, pero se veía tan feliz organizando todo.

Mire a Lili y ella se acercó a mí sentándose en mi regazo.

—Tenemos que arreglar esto. —dijo ella con preocupación.

Yo asentí y le di un beso en la mejilla para después levantarme junto con ella.

—Iras a la habitación donde están arreglando a Camila, aún la deben de estar maquillando así que no creo que no te dejen pasar, hablaras con ella y le explicaras todo, si aun quiere casarse bien y si no, enviale un mensaje a Lili y nosotros iremos, ¿de acuerdo? —el asintió y tomo su celular para salir casi corriendo de la habitación.

—¿Crees que ya no se casen? —pregunto Lili con tristeza.

—Se aman mi amor, no te preocupes. —extendí mis brazos y ella avanzó hacia mí para poder abrazarla.—Todo saldrá bien.—aseguré.

—Confio en tu plan.

Camila:
Me mire al espejo esperando que el trabajo de habían hecho las maquilladoras estuviera bien y a decir verdad, ¡me encanto!

Escuche la puerta abrirse de golpe asustando a todas las que estaban en la habitación.

—¿¡KJ!?—preguntamos yo y Bárbara sorprendidas.

—Camila necesito hablar contigo. —dijo el con seriedad haciendo que los nervios aumentarán en mi.

Muchas ideas se formaron en mi cabeza y la que más me molestaba.

Ya no quiere casarse.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eres sólo mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora