¹Brooke Riddle |Harry Potter

12.-Desahogarse.

Cuando la peli morada salió de la sala el profesor Moody la tomó del brazo y la arrastró hacia el despacho de McGonagall mientras la chica hacia lo posible porque la soltara.

Llegaron hasta el salón de transformaciones donde los estudiantes empezaban a salir por la puerta y, con algo de dificultad, Moddy y Brooke llegaron al frente, cosa que llamó la atención de McGonagall y el profesor Moody, con magia hizo que una silla se situara frente al escritorio y ahí sentó a Brooke para luego esperar que todos los chicos salieran. Cuando escucharon como se cerró la puerta, Moody habló.

—Esto es un insulto, profesora. Nunca, en los tantos años de vida que llevo, me habían faltado el respeto como lo hizo esta señorita las últimas semanas —la profesora McGonagall miró severamente a la peli lavanda.

—¿Eso es cierto, señorita Riddle?

—Profesora McGonagall, le aseguro que yo intento controlar mis ataques de rabia, pero hay personas que no colaboran —empezó a decir calmada, pero lo último en un susurro.

—¡Suficiente! Profesora McGonagall, exijo que se le de una sanción, como jefa de la casa Gryffindor que es usted, o yo mismo tomaré medidas sobre esto.

—Está bien, está bien. Yo misma decidiré el castigo para mañana. Por mientras, intenta no meterte en problemas Brooke. Estoy muy decepcionada —la chica se levantó molesta y antes de salir, bufó y dijo:

—Me importan un pepino los malditos castigos. No me moriré por eso —pero Moody logró escuchar y la tomó nuevamente del brazo, haciendo caso omiso de la profesora McGonagall por detenerlo.

Y cuando estos salieron a los pasillos con Moody todavía sosteniendo el brazo de la peli lavanda, este la llevó hacia un salón en desuso y la empujó dentro.

—Si vuelves a hacer cualquier otro acto de insolencia hacia mi persona, me tendré que ver en la obligación de reportarle sobre tu "progreso" a el Señor Tenebroso, y te aseguro que no será nada lindo, porque ¿Sabes qué? Quiero verte sufrir, quiero verte miserable porque nunca podrás librarte de esa prisión, eres tan estúpida al hacerle creer que estás en su bando cuando Él sabe perfectamente que no tiene tu total lealtad. No puedes hacer nada, absolutamente nada para librarte de esa maldición y tendrás que cargar con el peso de ver a los que quieres morir y no poder hacer nada. Quiero verte miserable, porque nunca podrás lograr eso que quieres. Nunca podrás ser normal. Y cuando yo muera, me reiré de ti. Me reiré por tu vaga esperanza de poder salvarte. ¿Crees que el Señor Oscuro puede sacarte de esa prisión? Simplemente no le da la gana de hacerlo y ¿Sabes lo más divertido? Que ahora tengo tu destino en mis manos y si quiero, puedo hacerte tan miserable que tendrás que rogarme por ayuda. Si no quieres que nada de eso pase, tendrás que ahora seguir mis reglas.

Brooke, harta de escucharlo, hizo un movimiento extraño con su mano y de un momento a otro, Ojo Loco Moody se elevaba en el aire mientras se movía para poder respirar un poco de aire, puesto que se estaba ahorcando.

—Eres una perra. No te atreves a matarme —tenía razón y a vez no la tenía. No se atrevía a matar a alguien querido, pero con él no tendría ningún problema. Al borde de las lágrimas deshizo el hechizo y se fue corriendo justo cuando el timbre tocaba para entrar a clase.

Fue caminando a paso rapido hacia quien sabe donde, mientras sentía como las lágrimas caían sin freno sobre su cara y por más que se las limpiaba, no servía de nada. Quería llorar, sacar toda la rabia que tenía dentro y maldecir a todo, pero se limitó a simplemente sollozar. No tenía ganas de ir a clase. Si fuera por ella, las clases se irían al infierno. Se sentía muy vulnerable en ese momento como para pensar en eso. De un momento a otro, chocó con alguien, el cual se cayó, a diferencia de ella que no se inmutó.

—Lo siento, de verdad. Se me cayeron los libros. Fue mi culp-- —pero cuando se paró y levantó la cabeza, le dio un vuelco al corazón—. ¿Brooke?

Brooke hizo caso omiso a Harry intentando que dejara de correr, pero simolemente no pudo y al final se escondió en una sala en deshuso y empezó a llorar. Harry intentaba abrir la puerta, pero por más que intentaba no podía.

Brooke quería sacar toda su rabia. Quería romper cualquier cosa de la sala común pero esa no era la mejor idea. Sabía que lo que le había dicho Barty Crouch era verdad. Nunca podría salir de esa prisión y estaba condenada a ver morir a los que amaba. No podía hacer nada, así que se limitó a llorar como si el mundo se le viniera abajo.

(...)

Capaz que cuando empecé a escribir Brooke Riddle tenía otro tope/otra meta de palabras por caps, porque no me explico como el capítulo anterior y este son tan cortos.

-Alex🍓