¹Brooke Riddle |Harry Potter

10.-Insolente.

—Professor Flitwick, ha habido una emergencia y me temo que tengo que retirar al alumno Dean Thomas. Tu abuela falleció —dijo Brooke interrumpiendo en la clase de encantamientos.

—¿Mi abuela? ¿Esta muerta? Oh, Merlín —se lamentó Dean.

—Bueno, debido a la circunstancia, lo dejaré salir. Vaya, señor Thomas —dijo apenado el profesor. El chico tomó sus cosas y salió corriendo donde Brooke. Los dos salieron y unos pasos después, Dean habló.

—Tienes suerte de que soy buen actor. Mi abuela lleva muerta 12 años.

—Fue lo primero que pensé para sacarte de ahí —le respondió desinteresada mientras miraba al frente.

—¿Qué pasa? ¿Porque me buscabas? —le preguntó curioso. Ella no sabía si responderle o no.

—Bueno, me iba a saltar la clase, pero cuando caminaba por lo pasillos me encontré con Harry Potter, me contó lo de Weasley y luego se desquitó conmigo diciendo que nadie era mi amigo porque supuestamente soy la hija de Voldemort. Así que te saqué de aquella clase porque pensé que podríamos hacer algo ya que al menos tu no me juzgas —algo ahí le pareció raro a Dean.

—Pero, tú eres la hija de Voldemort. ¿Cómo que supuestamente? —Brooke,  que había estado caminando por delante de él, se detuvo. ¿Cómo pudo ser tan estúpida?

—Claro que soy su hija —exclamó a la defensiva y un poco alterada dándole cara. Le daba arcadas sólo decirlo. Todavía no le decía nada a Dean Thomas puesto que no sabía si podía confiar en él pero dentro de ella su mente, su cuerpo y su corazón exclamaban a gritos que ese ser tan repugnante y desagradable NUNCA, sería su padre.

—No, tú dijiste "supuestamente".

—Claro que no lo hice. Creo que estas escuchando cosas, Dean Thomas —dijo penetrándolo con la mirada. Ciertamente daba un poco de miedo. Sabía que había escuchado bien. Ella dijo 'supuestamente', y no era ninguna equivocación.

(...)

Estaban sentados en lo alto de un árbol compartiendo un sándwich que el moreno había traído. A Brooke le encantaba montarse en los árboles y sentir como la suave brisa movía su cabello y las piernas; la relajaba. Justo cuando el moreno se estiró para pasarle el sándwich, hizo un mal movimiento y cayó.

Pero Brooke, como último recurso, estiró su mano y con un movimiento de ésta Dean Thomas estaba flotando a unos centímetros del suelo. El moreno la veía perplejo. ¿Cómo hizo eso? La peli morada sentada en la rama del árbol, fue bajando la mano a la vez que el chico descendía y caía suavemente en el pasto.

—¿Estás bien? —preguntó bajando de la rama y arrodillándose frente a Dean.

—¿Cómo lo hiciste? —fue lo único que pudo salir de su boca.

—¡Brooke! Por fin te encuentro —gritó Harry Potter mientras llegaba hacia ellos—. ¿Dean, puedo hablar con ella un momento?

—Cla-claro —pronunció aturdido mientras se paraba y miraba extrañado a Brooke—. Tu y yo también tenemos que hablar —dijo y se alejó.

—Oye, primero, no se porque te fuiste corriendo si tenemos cosas de que hablar —pronunció sacando pecho para parecer más maduro.

—¿Y de que quieres hablar? —dijo un poco extraña tratando de asimilar lo que había hecho.

—Bue-... —suspiró pesadamente—. ¿Por qué eres tan insolente? —soltó de repente—. Digo, cuando entraste el día de selección y te pusiste a hablar como si supieras todo. ¿Y como explicas que pasaste la línea de edad? ¡Eso es imposible!

—Sí, y también me tienes que explicar cómo hiciste magia sin varita y aparte sin pronunciar el hechizo. Eso es super difícil y sólo ciertos magos lo logran —dijo Dean Thomas metiéndose en la conversación.

—¡Ok, ya paren! —gritó de repente y se produjo un silencio por parte de los tres. Brooke pasó dos mechones de pelo por sus orejas y tomó aire—. Ustedes dos, vengan conmigo —tomó sus cosas y empezó a caminar, pero los chicos nada que se movían—. ¿¡Van a venir o no?! —los chicos asustados tomaron sus cosas y la siguieron.

(...)

—¿Por qué vamos al despacho de Dumbledore? —preguntó Harry. A su lado iba Dean, que también estaba confundido y Brooke al frente susurrando cosas.

Brooke abrió la puerta y vieron a Dumbledore sentado en su silla de director y firmando unos papeles.

—La-lamentamos interrumpir, profesor Dumbledore —dijo Harry desde atrás.

—¡Albus, no puedo con estos dos! —exclamó perdiendo la cabeza y situándose frente al recién nombrado—. No puedo estar dos segundos, no aguanto ni tres semanas aquí antes de que empiecen a sospechar —golpeó la mesa de Dumbledore con sus palmas en señal de desesperación—. Hice magia sin varita y sin pronunciar el hechizo frente a Dean Thomas y Harry Potter me empezó a hacer un interrogatorio de lo insolente que soy —murmuró para que solo él escuchara. Se separó de la mesa y se cubrió la cara con sus manos, para luego alborotar su cabello—. ¡Tienes chicos muy inteligentes y persistentes Dumbledore, lo odio! —exclamó. Harry y Dean veían la escena desde la entrada un poco confundidos. ¿Como podía ser tan insolente y no tener respeto por el director?

—¿Y que piensas hacer? —le preguntó curioso. Era como si Dumbledore y Brooke estuvieran ignorando a los dos chicos asustados que ya habían avanzado unos pasos adelante—. Mide bien lo que pienses hacer —Brooke se le quedó mirando pensativa, necesitaba tiempo; necesitaba pensar si valía la pena hacer lo que iba a hacer.

—Harry Potter —dijo su nombre sin verlo—. ¿Dumbledore, tienes la suficiente confianza en Harry Potter como para contarle? No creo que soporte otro interrogatorio por parte de él y de sus amigos.

—¿Tú tienes la suficiente confianza como para contarle al señor Thomas por igual? —es cierto que todavía tenía sus dudas sobre él, pero fue la primera persona que le habló, fue a ayudarla sin siquiera conocerla y estaban compartiendo un sándwich hace unos minutos. Eso era todo para ella. Con esas pequeñas cosas, la chica podía decir que tenía un mínimo de confianza en él.

—Tomaré el riesgo, supongo.