34.-Tercera prueba 2/2.

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Este capítulo es más largo de lo normal y tengo un aviso que darles al final de éste, solo para que sepan :)

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Cuando Harry apareció en ese extraño cementerio, unos escalofríos le recorrieron todo el cuerpo. Y más cuando el rayo de luz verde le dio de lleno en el pecho a su amigo. Luego, Harry intentó enfrentar a quien lo había matado, pero rápidamente se encontró atado a una lápida.

—¡Hazlo, rápido! —susurró una voz hacia el hombre pequeño y regordete.

—¡Ya lo escuchaste! —vociferó el mismo hacia una chica que estaba paraba al lado de un caldero, del que Harry estaba seguro que no estaba ahí antes.

—¿Brooke? ¿Brooke, qué haces? —inquirió preocupado el azabache, pero la chica no lo escuchaba. Parecía estar en algún tipo de trance.

—¿Y qué esperas? ¡Ahora! —la apresuró Pettigrew.

Brooke sostenía en sus brazos lo que parecía un bebé y lo lanzó al caldero (sin el trapo que lo cubría), a lo que éste empezó a hacer más humo de lo normal y dejaba ver un color parecido a la piel.

—Hueso del padre —empezó a chica, mientras extendía su mano hacia un hueso en la lápida (donde estaba apretado Harry) y este flotó hacia Brooke sin problemas—, tomado sin permiso.

En cuanto el objeto cayó en el caldero, éste empezó a llenarse de burbujas, pero no las suficientes como para pasar de la mitad del caldero.

—Carne del vasallo, otorgada voluntariamente —continuó Brooke, a lo que Pettigrew se acercó y se cortó su propia mano, la cual cayó en el caldero y éste adquirió un tono rojizo. Mientras Pettigrew se lamentaba por la pérdida de su extremidad, Brooke sacó una daga de quién-sabe-dónde y con la mirada puesta en ésta, se acercó a Harry—. Y finalmente, sangre del enemigo, tomada a la fuerza —murmuró mirando al chico a lo ojos mientras éste decía cualquier cosa para que Brooke entrara en razón, pero por más que le hablara, nada de lo que decía parecía funcionar. Segundos después, Harry sintió como el cuchillo atravesaba su piel tan dolorosamente que el chico casi grita.

Brooke llevó la daga hacia el burbujeante caldero y la situó sobre este verticalmente para que el líquido rojo cayera.

—El señor oscuro volverá —con esas simples cuatro palabras de parte de Brooke, Harry empezó a gritar por el dolor que comenzó a sentir en su cicatriz. La peli lavanda y Pettigrew tuvieron que retroceder unos pasos ya que del caldero se podía visualizar cómo una masa roja y piel empezaba a emanar del caldero y este eventualmente se encendía en fuego.

Con el caldero reducido a cenizas, donde éste estaba ahora flotaba una especie de masa humana. Colagusano se había alejado prudentemente del caldero mientras se lamentaba por su mano, en cambio Brooke parecía no inmutarse por el lloriqueo de Colagusano ni por la masa de carne humana ya casi formándose frente a ella.

Cuando eso estuvo ya formado, a Harry se le heló la sangre al ver al mismísimo Voldemort parado en ese cementerio.

—Ah, mi querida Elora —habló Voldemort en un susurro que le incitaba temor a cualquiera que lo oyera, mas no a la peli lavanda que yacía parada frente a él con mirada inexpresiva al frente—. Dámela, Colagusano. Y mi varita también —el dicho caminó hacia donde estaba Voldemort y le entregó la urna de Brooke que había estado desaparecida. Cuando Voldemort la tomó, se quedó viendo a la chica y segundos después ésta cayó de rodillas a los pies de Voldemort

--—Mi señor —dijo Brooke, claramente bajo la manipulación de Voldemort.

—¿Fuiste tú quien me resucitó, Elora? —preguntó con tono frío hacia la chica.

¹Brooke Riddle  |Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora