no podía dejar de pensar en auron, en lo que había visto de auron mejor dicho, por mucho que bloqueara el pensamiento no podía evitar evocarlo de vez en cuando. al principio había sido cuando su mente estaba despejada, ahora cada vez que estaba con lanita pensaba en él y, por alguna razón, por mucho que intentara, no podía cumplir con lana al 100%. cuando ella le enviaba señales de que quería pasar un rato con él, a él no le apetecía, llevaba evitando tener relaciones con ella desde que vio a auron porque no parecía tener ganas. pero, a veces, debía admitir que sentía que podría hacerlo, pero al momento de intentarlo, no lograba cumplir.
estaba sumamente frustrado, ¿qué le pasaba? tal vez se trataba del estrés de todo el tema de los jinetes del apocalipsis, podría ser que aquello lo tenía mal por que no se le ocurría otra cosa.
lana ahora estaba frente a él, se le notaba frustrada, seguramente porque luzu la había vuelto a rechazar. sabía que no podría hacerlo para siempre, no podía seguir haciéndolo o aquello terminaría en fracaso. bien, lo haría, cumpliría con ella.
se acercó a ella y pasó un brazo por al rededor de su cintura, lana se volteó con sorpresa sin poder creer lo que estaba pasando. comenzó a besarla con suavidad, pero lana no quería perder el tiempo, rápidamente llevó su mano a su pantalón y empezó a palparlo pero luzu no estaba preparado. intento concentrarse en la mano de lana, en su tacto, en el cuerpo de ella contra el suyo, su respiración agitada pero no le producía nada. comenzaba a frustrarse pero no se rendiría, aunque lana ya comenzaba a enfadarse. dejó su mente vagar, pensó en otras chicas, en las cosas más obscenas que podía, se sintió como si hubiera vuelto a sus 15 pero aún así nada había cambiado. su mente, se la nada, se vió pensando en auron, pero rápidamente cambió de rumbo. sintió una presión en sus pantalones y lana sonrió contra sus labios. estaba funcionando. siguió imaginando cosas pero parecía que todo volvía a auron. auron, auron, auron. en aquel momento era lo único que servía. se permitió pensar en eso y los resultados fueron impresionantes, de la nada se sentía sediento, necesitaba el contacto físico y comenzó a disfrutar de aquel tacto.
— sí... —, asiente luzu con los ojos cerrados.
lana le bajo los pantalones y marcó un camino de besos desde su cuello hasta su entrepierna. cuando sintió los labios de lana contra su parte más sensitiva, apretó los ojos con más fuerzas. veía en su mente a auron en lugar de lana, podía verlo claramente e incluso oírlo. por algún razón, aquel pensamiento logró hacerlo sentir una especia de presión en el estómago, como un nudo inmenso que buscaba contener algo, pero aún así, se sentía tan bien, quería más y no podía detenerlo. aquello se sintió como su primera vez, se encontraba más receptivo, sus nervios a flor de piel como si se tratara de un adolescente recién experimentando.
— ya casi...
— di mi nombre —, le pidió lana, pero él solo oía a auron, mirándole con sus ojos marrones desde abajo, con aquella mirada demandante y firme —. suplica.
— oh, por favor... —, dice en un hilo de voz. sentía las manos de auron por su abdomen, recorriéndolo, conociendo su cuerpo.
— dilo.
— a-a... —. se sentía como si estuviera flotando en una nube —. oh, auron...
y de la nada cayó.
