vió como lolito se alejaba de auron con la cabeza cabizbaja, parecía mareado y al borde de vomitar pero se las ingenió para regresar a su casa. desde los pies de la escalera, luzu miraba a auron quien ahora estaba en su jardín trasero sentado al borde de su pileta con los pies dentro del agua. se acercó a la casa e ingresó por la puerta del lateral que daba hasta su casa y en cuanto lo hizo el ruido de las balas contra el acero de su armadura empezaron a crear una banda sonara que incluso los aldeanos del pueblo pudieron oír.
— ¡hostia! —, exclama luzu cubriéndose tras su escudo.
auron escuchó el bullicio y rápidamente se levantó de la pileta y corrió hacia la entrada de su casa, allí vió a luzu siendo atacado por las torretas. se apresuró a sacar el mando y las desactivó para evitar que terminaran de perforar a luzu, cuando la lluvia de balas se detuvo, luzu bajó su escudo dejando a auron ver su armadura agujereada por las balas y un pequeño rasguño en su rostro por una bala que pasó muy cerca suyo.
— hombre, que casi quedas con más agujeros que el zapato de un pobre —, bromea auron pero la energía que salía de su voz no se reflejaba en sus ojos.
— vaya —, suelta limpiándose unas gotas de sangre que le empapaba la mejilla —. no pasa nada.
se quedaron en silencio mirándose el uno al otro, luzu intentó fingir que no había visto aquella escena pero tampoco que tú a sacar a la luz el nombre de lolito por miedo a que auron dijera algo, si era cierto que tenía mucha curiosidad de saber que había pasado y, bueno, si lolito le había hecho daño no dudaría en reventarle toda la puta casa y matar a lo que más quería en este mundo, pero luego hablaría de la venganza, ahora solo quería centrarse en auron.
con lo que vió anteriormente, no podía decirle lo que sentía, sería sumamente inapropiado, tendría que esperar que pasaran unos días hasta que esa mirada triste desapareciera del rostro de auron.
— ¿qué quieres hacer ahora? —, pregunta luzu esperanzado, pero auron se rascó la nuca y bajó la vista.
— no lo sé, ya es tarde y estoy un poco cansado, creo que me iré a dormir.
vaya. debía de ser algo grave. luzu asintió con la cabeza y vió como auron caminaba desalentado hasta la puerta de su casa, antes de que ingresara, luzu corre hasta él.
— casi lo olvido, te traje esto para tus heridas —, dice entregándole la bolsa de genero con todas las cosas que había cargado, auron las recibe y tras darle una sonrisa que duró menos de un segundo, ingresó a su casa emanando un aura oscura.
