era el día de las elecciones. había pasado todo tan rápido y ni se habían percatado. luzu sentía que no habían hecho nada por su partido y que prácticamente iban sin ningún proyecto o promoción, por primera vez se sentía nervioso y no preparado para una elección. despertó varias veces en la noche y con suerte pudo dormir un par de horas, se había quedado con auron esa noche y él había dormido como si hubiese tomado somníferos. se levantó a las seis de la mañana sin poder seguir durmiendo y bajó hasta la planta principal de la casa, allí estaba monica mirando por la ventana.
- monica... -, titubea luzu, por un segundo consideró volver a subir pero monica no parecía tan hostil como otras veces.
parecía un fantasma, con su túnica blanca que le cubría hasta los pies, su cabello negro y largo caía en ondas por su espalda, sus ojos parecían estar fijos en las montañas frente a casa y en sus manos sostenía una taza de café que creaba olas de vapor en el aire.
- sí, ese es mi nombre -, afirma cruzándose de brazos sin mirarle -. que genio eres.
- ¿por qué me odias tanto?
jamás se había animado a hacerle esa pregunta por miedo a la respuesta, pero necesitaba saberlo, ¿serían celos? ¿acaso monica todavía amaba a auron después de todo? era lo más evidente aunque no tenía mucha pinta. monica se volteó a verle con una expresión de pocos amigos en el rostro, le dio un sorbo a su café y volvió a mirar por la ventana.
- muy simple -, explica de mala gana -. auron no me desagrada del todo y tú has sido una mierda con él, que ahora estéis bien no me va a hacer olvidar todo lo que ha pasado por tu culpa, ¿sabes cómo ha sido para él desde que lolito se fue? un puto infierno y tú le dejaste cuando mas te necesitaba.
- ¡pero si él me ha apartado!
- ¡te ha apartado porque le acojona pensar que tú también le puedes dejar! -, exclama monica con furia -. es un chico duro por fuera pero está por colapsar, un golpe más y no lo tolerará, ¿entiendes lo que te digo o eres tontito?
- ¿todavía quieres a auron? -, suelta luzu sin pensarlo dos veces, monica no pareció sorprendida por la pregunta.
- vale, que eres tontito ahora si que me queda claro -, escupe relajándose -. obvio que le quiero aunque jamás se lo diga, no como tú le quieres, pero si como mi familia, porque eso es lo que es.
entonces ese era el motivo por el que le odiaba y tenía razón, luzu había sido un gilipollas, un cobarde con auron, se había escapado luego de que auron le confesara sus sentimientos, le había dejado solo después de que lolito se fuera y había sido tan pringado para no darse cuenta que auron aún seguía triste por ello. todas las veces que auron sacaba a luz el nombre de lolito, las veces que había hablado de la razón por la que se presentaba... jamás entendió lo importante que era todo eso para él, la alcaldía por ejemplo, y no había hecho nada por ayudarle, solo se había quedado de brazos cruzados esperando que por algún milagro salieran elegidos. si perdían las elecciones sería por su culpa, porque auron había hecho lo posible por conseguirlo pero sin luzu ayudándole le era imposible. ahora sí que le asustaba el resultado de las elecciones.
- tienes razón -, admite luzu dejándose caer sobre el sofá -. dios, que tonto fui.
- ya ves -, asiente monica, luzu suspira -. todavía queda un poco antes de las elecciones, así que mueve el culo y has algo.
- eso haré -, asiente luzu con determinación, se levantó de golpe y se detuvo sin saber que hacer.
- tengo que hacer todo aquí -, se queja monica dejando la taza sobre la mesa -. sígueme, tengo un plan.