viii

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  — yo, en realidad, no debería estar aquí, auron —, dice luzu en cuanto la puerta de retina se abrió frente a sus narices, auron alzó una ceja interrogante.

  — ¿qué haces aquí entonces?

  — sabes que siempre he sido muy malo diciéndote que no para algo.

y era cierto. por mucho que luzu lo intentara no podía negarse a las peticiones de auron, a veces se encontraba incluso llegando a él por accidente, como esa vez que caía una tormentosa lluvia en karmaland y decidió ir a la playa para ver si allí también estaba lloviendo, al llegar, notó que estaba vacía la piedra de las sirenas y que había un camino que llevaba hasta la montaña, tras excavar con mucho esfuerzo, dió con una cueva, una cueva en donde estaba auron con la sirena. era inevitable, como si fueran dos polos opuestos que no dejaban de atraerse el uno al otro.

  — vamos, hombre, te diría que pases pero ya sabes como están las cosas con monica.

  — ajá —, asiente sin más.

  — vamos arriba.

subieron a la planta de arriba donde antes solía estar la habitación de brett y la consulta de psicólogo de auron antes de que comenzara a trabajar en la clínica. llegaron a la vieja habitación de brett que estaba tal y como la recordaba luzu desde la última vez que había ido ahí, aunque sí un poco más sucia, se notaba que auron tampoco había ido allí desde hace tiempo porque no dejaba de recorrer las paredes con la mirada.

  — tengo abandonado este lugar, sinceramente —, se disculpa auron pasando su dedo por sobre el mueble empolvado del televisor.

  — no pasa nada.

  se quedaron en silencio mientras miraban el lugar, más como para ignorar la fuerte tensión que había en el aire en ese momento que por otra cosa. auron quería sacar a la luz lo que había pasado el otro día pero sabía que luzu estaba muy avergonzado por eso como para querer hablarlo, tal vez sólo debía darle tiempo.

  — ¿te apetece ver una película? —, le propone auron señalando el televisor con su pulgar, luzu asiente suavemente con la cabeza —. muy bien, ¿qué te apetece ver?

  — lo que tú quieras.

mientras auron encendía el telescope y buscaba una película, luzu observó por las ventanas como el sol poco a poco se iba escondiendo llenando todo de un halo dorado, era un escenario digno de ver. en el reflejo de la ventana vió a auron inclinado hacia adelante con el mando en su mano concentrado en lo que mostraba la pantalla. era lindo tenerlo tan cerca, poder verlo haciendo cosas tan cotidianas como aquella, le gustaba como apretaba los labios cuando se concentraba, como fruncía un poco el ceño y alzaba sus cejas de vez en cuando al momento que algo se le venía a la mente.

  — vale, veamos scarface.

  — eh, buena película esa —. auron sonríe y abre los brazos adulándose logrando sacar una risa a luzu.

  se dejaron caer en la cama y observaron la película en silencio. la luz exterior ya se había disipado por completo, lo único que los iluminaba era el reflejo del televisor encendido. sin poder evitarlo, luzu no podía concentrarse en la película, estaba más concentrado en su respiración, en el tacto de la cama contra él, el espacio de separación que había entre él y auron, en como auron tenía un pie sobre el otro. no podía ignorar esas pequeñas cosas que parecían mucho más importantes que la película que supuestamente estaban viendo, con disimulo, miró a auron quien tenía sus manos bajo su cabeza y observaba la película atentamente, al notar la mirada de luzu, se volteó unos segundos y sonrió de lado, la luz del televisor de reflejaba en los ojos marrones de auron dándoles un brillo cálido. volvió su mirada a la pantalla. tenía que mirar la película, para eso estaba, debía hacer como si auron no estuviera ahí.

intentó relajarse, estaba muy tenso en su posición, como si se tratara de un tronco. se estiró en su sitio y al hacerlo, tocó por accidente las costillas de auron con su codo. al tocar a auron, dio un brinco en su sitio sin poder evitarlo, pero auron ni siquiera se inmutó.

  — lo siento.

  — no pasa nada, ¿ves este pecho de acá? estoy mamadísimo, ni lo sentí eh.

  con una carcajada, luzu se acomodó en su sitio más relajado esta vez. le gustaba saber que  aún parecía existir esa misma confianza entre ellos dos, esa misma amistad que tenían antes de que se alejaran por culpa de las elecciones. se sentía feliz de que auron no le diera importancia a su foto, que siguiera como si nada hubiera pasado, aquello le hacía sentir sumamente dichoso.

la película terminó, y luzu estaba dispuesto a levantarse pero, al mirar a auron se percató de que se había dormido. su cabeza estaba ladeada y sus párpados relajados, podía oír su respiración lenta y calma. se dió el lujo de mirarlo así, tan tranquilo, tan delicado. se recostó sobre su lateral mirando a auron y una sensación muy extraña lo golpeó en el pecho, como si aquello era algo que hubiese querido desde hace mucho tiempo y recién ahora se estaba percatando. debía irse, pero no quería dejar a auron ahí.

con suavidad, luzu meció un poco a auron intentando que despertara pero lo único que logró fue que cambiara de posición. auron se giró hasta quedar de lado frente a luzu y pasó su brazo por encima de él atrayéndolo en un abrazo, sin dejarlo si quiera protestar. pasó su pierna por encima de la de luzu y apoyó su barbilla sobre la coronilla del castaño.

y sí, ahora sí que no podría irse tan fácilmente.

wrong number; luzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora