ahora que lolito no estaba, auron era quien debía llevar la alcaldía hasta las nuevas elecciones. con tan solo ver el ayuntamiento desde fuera, un extraño sentimiento le recorría todo el interior del estómago, era algo así como esperanza, una esperanza sumamente molesta. una parte suya esperaba que, al entrar, se encontrara una cabellera roja. debía superar la partida de lolito, pero no estaba listo y sentía que jamás lo estaría.
— señor auron —, habla uno de los oficiales en la puerta en cuanto le vio —. tenemos pistas del molino.
— ¿cuáles? —, pregunta auron con sorpresa.
ya se había olvidado completamente acerca del tema del molino, para él ya estaba zanjado luego de que luzu salió de prisión tras pagar por esa explosión. debía ver las pruebas, si una de esas pruebas culpaba a luzu, entonces simplemente lo dejaría pasar y cerraría el casi finalmente, luzu podría hacer su trabajo forzado reconstruyendo el molino luego del juicio y todo volvería al orden pero, ¿qué pasaría si no era así?
— tenemos un testigo —, explica el oficial llevándole hasta el interior del ayuntamiento —. tomó una fotografía, confesó hoy en la mañana con el oficial alex.
— ¿tenéis la fotografía? —, pregunta auron ingresando hasta su oficina, de paso, estiró su mano y saludó a la secretaria, el oficial le siguió escaleras abajo.
— sí, el oficial alexby la tiene en comisaría —, asiente el oficial deteniéndose fuera de la oficina de auron.
ingresó a su oficina y notó como el oficial se quedaba sospechosamente callado, se volteó para verle y le vio con la cabeza gacha y las manos en el bolsillo. algo le dijo que aquella información del molino no era todo lo que tenía que contar.
— vamos, hombre, ¿qué pasa? escúpelo ya —, suelta auron sentándose en la silla tras su escritorio, el oficial suspiró e ingresó a la oficina.
— esto es información confidencial —, indica el oficial —. me pidió que nadie lo supiera a excepción suya.
— vale...
titubeando, el oficial saca de su bolsillo un sobre de papel que le tendió a auron. lo recibió sin comprender que era aquello y, al ver la letra del sobre que escribía "auron" comprendió que era una carta pero, ¿de qué? ¿quién podría escribirle una carta en lugar de enviarle un mensaje? abrió la carta y observó la nota, bajó la vista hasta la parte final de la carta donde se veía un nombre. sintió como todo su cuerpo se congelaba y sus manos empezaron a tiritar, alzó la vista para ver al oficial.
— ¿volvió? —, pregunta auron con un hilo de voz, el oficial asiente, auron se levantó de un golpe y avanzó hasta la puerta —. ¿está aquí? ¿vino hace mucho? ¿dónde dijo que iría? tal vez todavía pueda alcanzarlo...
— vino ayer —, explica el oficial —. me pidió que te entregara la carta después de que el se fuera, solo vino a dejarte eso...
— ah...
se devuelve por sobre sus pasos y toda la energía que le inundó en ese momento se esfumó. se dejó caer pesadamente sobre la silla y apoyó su mano en su mejilla mientras miraba la carta sobre su escritorio. entendía porque lolito había aparecido por el pueblo y no le había dicho, no podía soportar verlo irse dos veces, se hubiera ido con él sin dudarlo y le daba lo mismo no volver a karmaland jamás.
— bien, gracias —, asiente auron, el oficial sale de su oficina y cierra la puerta.
"querido auron
no llevo muchos días fuera de karmaland pero se me han hecho eternos sin ti, a veces me arrepiento de marcharme y pienso en volver pero lo recuerdo a mangel, se lo debo, debo ir a por el. el último recuerdo que tengo de karmaland es tu llanto a mis espaldas, creo que jamás podré quitarme ese ruido de mi cabeza. perdón por no quedarme más tiempo, me hubiera gustado, pero si hablaba un poco más contigo me hubieras convencido de quedarme. cuando planee irme, jamás pensé que en las consecuencias, jamás pensé que te haría tanto daño, no supe apreciarte cuando estabas a mi lado y no sabía cuanto te importaba hasta que me marche. jamás te olvidaré.
te echo de menos mano derecha y creo que lo haré por toda mi vida.
lolito"
— que cabron... —, dice auron en un sollozo limpiándose las lágrimas violentamente con el dorso de su mano, en ese momento, la puerta se abre dejando ver a luzu quien traía una enorme sonrisa en el rostro pero, al ver a auron llorando, la sonrisa rápidamente desapareció.
— auron... ¿qué ocurre? —, pregunta luzu apresurándose a llegar a su lado, auron intentó hablar pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta —. ya, tranquilo.
se detuvo a su lado y le abrazó por sobre el cuello, auron escondió su rostro en su torso y dejó escapar un sollozo. entendía a lolito, lo entendía más que perfectamente ahora, pero eso no quitaba lo difícil que era dejarle ir y la poca ilusión que le hacía no volveré a ver más.
— lo extraño —, menciona auron en un suspiro, luzu le acarició el cabello.
— jamás pensé que diría esto pero... yo también, auron, yo también.
