cogió la última caja y la depositó junto a la puerta, ya todo estaba dentro de la casa nueva de auron, ahora solo faltaba desempacar. luzu abrió una de las cajas y había comenzado a sacar las cosas cuando escuchó el ruido de la cama, al darse vuelta, vio a auron recostado boca abajo en la cama.
— ¿estás cansado? —, le pregunto luzu con una sonrisa a lo que auron solo respondo con un gruñido —. venga, hombre, mientras antes terminemos mejor.
— ven —, le pide auron sin moverse, entre risas, luzu se dirige hasta donde estaba auron y, antes de que pudiera hacer cualquier cosa, se volteó en la cama y le sujetó de la cintura.
empujo de él y terminó lanzándolo a su cama junto a él. aguanto la respiración y se tensó inmediatamente sin poder evitarlo, sus mejillas se tornaron rosadas pero auron no le veía el rostro porque estaba con los ojos cerrados, auron pasó su brazo alrededor de él y le abrazó pegándolo contra su cuerpo.
— a-auron —, menciona luzu sin saber que hacer, auron tenía su rotro apoyado en el pecho de luzu y, al oírle hablar, estiró el cuello y escondió su rostro en el cuello de luzu.
se mantuvo rígido sin saber que hacer o cómo reaccionar, sentía la respiración de auron en su cuello y eso le provocaba escalofríos por todo el cuerpo, también podía sentir los labios de auron apenas rozándole la piel sensible del cuello. dios, eso era como un sueño. tal vez eso era lo más cerca que iba a estar de una relación con auron pero, ¿cómo podría seguir con su vida sabiendo que así serie si auron fuese su novio? estaba ahí, tan cerca suya, era cosa de voltear un poco el rostro y podría darle un beso fácilmente, tan simple como eso, después vería como explicarle, pero al menos podría probar sus labios. o tal vez podría abrazarle también, ¿qué tenía de malo? auron le estaba abrazando en ese preciso momento, el también podría hacerlo, ¿no? no tenía nada de malo aunque, ciertamente, sería distinto, auron lo hacía como un gesto amistoso mientras que luzu lo haría con otras intenciones. diablos, ¿qué podía hacer? no podía quedarse sin hacer nada, no habría un momento mejor que aquél.
— auron —, habla con firmeza, sintió las pestañas de auron acariciandole la piel con sus pestañeos —. yo... creo que debemos desempacar.
y sin más, se levantó de un salto y caminó hacia las cajas, comenzó a sacar cosas de la misma caja que había abierto anteriormente pero, al notar que auron no le había seguido, se volteó para verla, esta vez, auron estaba sentado en la cama mirándole con el ceño fruncido.
— ¿qué pasa? —, pregunta luzu sin comprender, auron se pasa las manos por el cabello con frustración.
— ¿por qué siempre haces eso? —, le pregunta con el ceño aún fruncido, luzu soltó las bolsas de semillas que tenían en sus manos para mirarle sin comprender.
— ¿hacer que? —, pregunta.
— ¡dios! ¡eso! —, exclama con frustración levantándose de la cama y yendo hacia él —. escapar de mi.
— no se de que hables —, suelta sin entender —. no me escapo de ti, auron.
se detuvo frente a él y le miró con el ceño fruncido, parecía enfadado, ¿tenía esto que ver con lolito? seguramente sí, había leído los carteles que dejó en su casa, uno de ellos decía que temía perder al resto, tal vez hablaba de eso y, si era así, debía demostrarle que a él no lo perdería aunque comprendía que auron estuviera aterrado en ese momento, lo que vivió con lolito fue algo traumatizante.
— ¿cómo que no? —, exclama con notoria irritación —. en tu casa hiciste lo mismo, cuando estaba postrado por mis heridas.
¿hablaba de... cuando luzu pensó besarle? no, imposible, no podría estar hablando de eso, ¿por qué lo haría? seguramente auron hubiera odiado que luzu le besara, debía de estar hablando de alguna otra cosa que no recordaba. sacudió la cabeza y le miró expectante, no comprendía que estaba ocurriendo ni como responder a las palabras que le decía.
— ¿de qué hablas?
— ¡de que me gustas, cojones! —, exclama auron con rabia, luzu retrocedió con los ojos muy abiertos.
¿qué...?
— ¿t-te gusto? —, pregunta sin comprenderlo, auron le mira con el ceño aún más fruncido como si le sorprendiera que no supiera.
— ¿cómo no lo habías notado? —, habla auron más tranquilamente —. exploté una mina con mi propio pie por ti, pasé dos días fuera de la cárcel acompañándote, ¡y, ostia puta, casi me da algo con las fotos que me enviaste! ¡pues claro que me gustas, tonto!
en la habitación de al lado, monica y brett tenía sus oídos pegados en la puerta escuchando atentamente la conversación. brett parecía sumamente desanimado, por un tiempo pensó que auron tal vez gustaba de él y podía imaginar un futuro juntos pero, tal parecía, auron solo tenía ojos para otro.
— ¡hasta que se lo dice! —, suelta monica apartándose de la puerta —. que esto ya comenzaba a parecer película de suspenso con tanta tensión en el aire.
— y-yo... —, titubea luzu, necesitaba aire, sentía que estaba al borde de desmayarse, debía salir de allí —. debo irme.