quedaba una semana para las elecciones, tenían tiempo de preparar todo y tenerlo listo para cuando tocara votar. el mayor miedo de auron era que, tal y como en las elecciones anteriores, postular a aquel cerdo de mierda y esta vez sí ganará, ¿qué haría si eso pasaba? el ayuntamiento le pertenecería a otro, todo su esfuerzo sería por nada, pero eso no era lo peor, la idea de no tener la alcaldía hacía que se sintiera alejado de lolito y no podía permitirse eso, debía obtener la alcaldía, por él.
— vale, ya he estado haciendo cosas por nuestra campaña, trabajé en plataformas para poder viajar en chocobo a todos sitios y que todos puedan ocuparlas —, habla auron señalando hacia arriba, luzu siguió la trayectoria de su dedo pero no vio nada —. he estado pensando en nuevos proyectos, tengo bastantes ideas y...
— vaya, estás muy emocionado con esto —, sonríe luzu, auron asiente con la cabeza .
— pues la verdad es que sí.
— ¿qué dices si vamos a hacer algo? —, propone luzu enredando las hebillas del cinturón de auron y atrayéndole, auron sonrió ampliamente y le abrazó por el cuello.
— ¿cómo una cita o cómo algo más marrano? —. luzu le dio un golpe juguetón en las cosquillas —. vale, vale, eso significa que como una cita, pero si una cosa lleva la otra no me culpabilices.
— ¡claro que te culparía a ti, pervertido!
— ¿en serio? —, pregunta auron con una sonrisa traviesa, luzu le miró con las cejas alzadas —. bueno, después de tantas foto pollas...
— ¡eh! —, exclama luzu avergonzado, hizo el intento de empujarle pero auron le abrazó con más fuerza, las mejillas de luzu ardían en vergüenza, aquello se sentía tan lejano pero aún así le producía conmoción, escondió su rostro en el cuello de auron —. dios, que vergüenza, tío...
soltó una carcajada y le dio un beso en la coronilla cariñosamente. tener a luzu entre sus brazos era el mejor sentimiento que jamás había experimentado, se sentía lleno de vida y felicidad, parecía que estaba por explotar de emoción. alzó la vista y miró a auron que le observaba con una sonrisa, y pensó que aquél momento lo iba a recordar para siempre, con los brazos de auron a su alrededor, sus ojos mirándole llenos de vida y una sonrisa en su rostro que se le contagió inmediatamente.
— ¡ay los tortolitos! —, suelta vegetta llegando donde estaban ellos, auron se aparta de un salto por la sorpresa —. es que os dije que soy cupido.
— ¡eh, que he sido yo quien lo convenció para hablarle! —, protestó rubius apareciendo junto a él, auron se volteó para mirarle sorprendido, luzu se encogió de hombros.
— ¿lo sabe todo karmaland? —, inquiere auron mirándole, luzu suspira sin poder evitar sentirse culpable —. realmente te tengo que gustar para que andes fanfarroneando de mi por allí, ¿no?
— no, solo te veo como un amigo —, bromea luzu.
— sí, una polla —, asiente auron sonriente dándole un beso hasta que recordó que vegetta y rubius estaban allí —. ¿disfrutando el show? si queréis podeis seguirnos a mi casa y mirar por la ventana.
— eh, paso —, niega vegetta.
— yo si quiero —, suelta ruben mirándole.
— no, tú no quieres, vámonos —, ordena vegetta sujetando a ruben por los hombros y llevándoselo de allí —. disfrutad de... bueno, ya sabeis.