al despertar, lo primero que notó fue oscuridad y olor a tierra. ¿dónde estaba? intentó levantarse pero su cuerpo no se lo permitió. ¿qué diablos? no podía ver nada, todo estaba oscuro y no entraba ningún rayo de luz, debía de ser de noche. intentó recordar que había pasado pero no podía recordarlo, lo único que venía a su mente era dolor, mucho dolor, pero, ¿por qué? ¿cómo había llegado ahí? ¿cómo es que algo así le había sucedido?
— ¿en que me metí ahora joder? —, menciona suavemente con su voz rasposa.
intentó volver a incorporarse y, esta vez, logró sentarse aunque con mucho esfuerzo, todo su cuerpo le escocía y sentía tanto dolor por todas partes que las lágrimas comenzaron a brotar enseguida. apoyó su mano sobre una de sus piernas que dolía más que cualquier parte de su cuerpo y un gemido de dolor brotó de su boca.
— vale.
palpó sus bolsillos en busca de alguna pista que pudiera ayudarle pero no traía nada. de pronto sintió su mochila en su espalda y rápidamente se la quitó para comenzar a revisar su interior. la mochila estaba destrozada y agujereada, parecía como si la hubieran quemado, para su suerte, aquella mochila que traía no era cualquier mochila, esta le permitía acceder a los objetos siendo que estos se encontraban en un cobre seguros en su casa por lo que, por mucho daño que recibiera, los objetos dentro de ella no sufrirían ningún daño. notó su celular y lo sacó de inmediato, al encenderlo vió que tenía varios mensajes y llamadas perdidas, en su mayoría de lolito. abrió los mensajes y, sin dudarlo, fue al chat de luzu donde tenía 20 mensajes sin leer.
luzu
"¿has oído la explosión?"
"parece que ha sido en el pueblo"
"no, fue casa de willy"
"¿auron?"
"auron, ¿estás?"
"vamos a ir para allá por si nos quieres encontrar"
"auron, ¿dónde cojones te has metido?"
"auron, venga, tío, me estás asustando"
"¿has sido tu?"
"auron, prometo no decirle a nadie"
"CONTESTA ZORRA"
"Auron, va, esto no es gracioso"
"me tienes preocupado, háblame"
todos los mensajes eran del mismo estilo. ¿luzu? ¡joder! ¡luzu! eso era. había explotado el invernadero de willy para proteger a luzu a quien iban a pillar por la explosión del molino. ahora ya todo volvió a su mente, por eso las heridas y las quemaduras, se encontraba en el túnel a su casa justo debajo del jardín de willy. ya lo entendía todo, ahora solo le quedaba volver a su casa. ¿cuánto llevaba ahí abajo? revisó el día en su celular y...
— ¡¿DOS DÍAS?!—, exclama sin poder creérselo.
llevaba dos jodidos días en un puto túnel inconsciente, eso sí que era grave. intentó ponerse en pie pero sus piernas no se lo permitían, jamás podría salir de ahí por su cuenta así que decidió pedir ayuda. no era del tipo de persona que recurría a alguien, pero cuando acabas de explotar una mina con tu puta pie y acabas de despertar de un coma de dos días no queda otra opción. marcó a luzu y esperó a que contestara.
— ¡auron! —, exclama de inmediato luzu tan fuerte que tuvo que apartar el auricular de su oreja para no quedar sordo —. ¡¿dónde cojones estabas?! ¡me tenías muy preocupado! ¿sabes todos los rollos que me he pasado? ¡es que te voy a asesinar, tío! ¡no tiene ni puta gracia!
— luzu... —, menciona sintiendo como su cabeza comenzaba a dar vueltas, volvió a recostarse en el suelo con miedo a volver desmayarse —. ayúdame.
— ¿qué pasa? ¿te encuentras bien? ¿dónde estás?
— ven a casa de willy justo frente al invernadero, a un par de metros de la entrada y allí caba.
— voy.
finalizó la llamada y se quedó en la oscuridad de nuevo, mientras más se concentraba en su cuerpo, más dolor sentía. no podía ver sus manos o su cuerpo en general pero podía sentir la tela de su ropa (o de lo que quedaba de ella) pegada a su cuerpo a causa de las sangre ya seca. ¿por qué diablos se había puesto en aquella situación por luzu? si lo pensaba dos veces... lo volvería a hacer sin dudarlo. estaba enfermo, definitivamente estaba enfermo. una cosa era pajearse con un video de luzu y otra muy distinta era inmolarse por él. ¿por qué todo lo que se relacionaba con luzu se estaba volviendo tan complicado de pronto?
unos pequeños rayos de luz dorados comezaron a ingresar por el techo del túnel haciendo que un poco de tierra comenzara a caer sobre su rostro pero no tenía energía para moverse. pronto logró notar una pala asomándose por el techo que se habría paso hasta él. luzu.
— ¡auron! —, exclama luzu al ver el cuerpo de auron en el suelo, sin dudarlo, saltó al túnel y cayó junto a él —. ¡mierda! ¿qué ha pasado? joder, auron, ¿me oyes?
con lo que le quedaba de energía, volteó un poco la cabeza para ver a luzu y vió una expresión de preocupación que jamás le había visto, estaba pálido como el papel y temblaba. joder, no quería ver a luzu así nunca mas. no pod...
