llegó a la nueva casa de auron en su chocobo de color verde y se dirigió a la puerta tras dejarle atado junto a un árbol. llamó a la puerta de fría de metal con sus nudillos y espero pacientemente pero cuando la puerta se abrió, por segunda vez, se llevó una sorpresa al ver el rostro de monica con aquella tan reconocible mirada de superioridad en su rostro.
— vale, que no está —, asiente luzu sin dejarle hablar, estaba por marcharse cuando vió un reflejo blanquecino junto a su rostro; la punta de una espada de diamante.
escuchó los tacones de monica avanzando hasta él y sintió su aliento junto a su oído, se mantuvo rígido al sentir el filo de su espada contra su cuello en gesto amenazante.
— escúchame bien —, escupe monica —. tu no me agradas, para nada, por mi te rebanaría aquí mismo y luego le daría tus partes de comer a los zombies y te juro que me reiría viéndoles como te devoran.
— sutil —, farfulla luzu.
— y la única razón por la cual no la haré es por auron —, menciona con una risa falsa —. pero, si vuelves a hacerle daño, lo más mínimo que sea, no dudaré en acabar contigo en un guiño, ¿está claro?
— no lo haría por nada en el mundo —, responde luzu sinceramente, monica dudo unos segundos antes de apartar la espada de su cuello, luzu se volteó para verla —. ¿dónde está?
— eso ya lo sabes —, finaliza cerrando la puerta de metal y desapareciendo en la pulcra casa de auron.
¿eso ya lo sabía? ¿cómo? no entendía de que hablaba monica. camino hasta el árbol donde se encontraba su chocobo y le quitó la soga. habían muchos sitios en karmaland, demasiados, ¿a cual iría auron? tal vez la clínica o su antigua casa, incluso podía ser casa de fargan o... ya sabía donde estaba. se montó en su chocobo de un salto y, tras dar un brinco, el chocobo se elevó por los aires y voló por sobre karmaland. vía los árboles por debajo suya, sinceramente, la casa de auron estaba bastante lejos ahora que se había mudado, para su suerte, auron estaba muy cerca de allí. finalmente vio la construcción asomándose debajo suya, disminuyó la altura y terminó por aterrizar en la playa de lolito.
— ¡auron! —, le llama luzu viendo a auron sentado entre las flores que el mismo había plantado, auron alzó la vista y le miró con confusión.
mientras más se acercaba a él una emoción inmensa se apoderaba de su cuerpo, tenía un revoltijo en el estómago como si miles de fuegos artificiales estuvieran explotando dentro de él. corrió a su encuentro y el rostro de auron cada vez se hacía más nítido, tenía su ceño fruncido y su boca un poco abierta mientras le esperaba sin comprender absolutamente nada, hasta entonces, habría jurado que luzu no volvería a hablarle en la vida. cuando luzu llegó frente a él, hizo el ademán de levantarse pero, dejándose llevar por la emoción, luzu saltó sobre él derribándolo. cayó sobre el cuerpo de auron y, como reflejo, auron le sujetó con sus brazos, la confusión cada vez era más grande.
— pero bueno, lu...
antes de que pudiera terminar de formular aquella frase, luzu se armó de valor e hizo lo que llevaba mucho tiempo queriendo hacer. con sus manos que estaban apoyadas en el suelo a los costados de auron, inconscientemente se aferró al césped y se inclinó un par de centímetros hacia adelante con su cabeza ladeada, vio como los ojos de auron le miraba con una clara sorpresa plasmada en ellos. esta vez no huiría por nada en el mundo. cerró sus ojos y, tras tomar una bocanada de aire, se dio el último impulso para alcanzar, finalmente, los labios de auron. toda su vida se había imaginado que el primer beso lo era todo, que marcaba un inicio y un final, que te hacían sentir chispas por todas partes, que el mundo se borraba y solo eras tú y esa persona, pero su primer beso no fue así, fue con una chica a la que no conocía debajo de las gradas de su colegio, había sido un beso torpe e ínfimo, luego estaban sus besos con lana, le llenaban de felicidad pero jamás había sentido esa opresión en el pecho o las mariposas en el estómago que todos decían y por último... auron, no podía comenzar a describir las miles de emociones que le recorrían en ese momento, miedo, incertidumbre, felicidad, emoción, su piel parecía arder con cada parte que sentía el roce de auron, su cuerpo parecía querer tragarse a sí mismo, todos sus músculos estaban tensos, su estómago se había hundido inconscientemente, era como si quisiera gritar con todas sus fuerzas.
se alejó de auron y le observó unos segundos esperando una respuesta, auron tardó unos segundos en abrir los ojos y, al hacerlo, no lo hizo por completo, como si temiera que todo es fuera un sueño. luzu notó que habían caído sobre una de las flores que auron había plantado por lolito y rápidamente se sentó quedando sobre las piernas de auron, éste le miró con confusión.
— ay, aplastamos unas flores —, se lamenta luzu, auron incorporó su torso quedando sentado también y vio la flor roja toda aplastada.
— da igual, ya plantaré otra más —, menciona mirando a luzu a los ojos... ¿o le miraba los labios? —. lolito podrá esperar un rato.
sintió la mano de auron en su nuca dándole escalofríos por todo el cuerpo y le empujó hacia él para volver a besarle, esta vez era distinto, el primero había sido como el beso de prueba, el beso típico de las películas donde le confirmas al otro "hey, me gustas", éste segundo beso era más bien para quitarse todas esas ansias que traían de sentir al otro, todos esos minutos que pasaron juntos sin poder tocarse, eso se veía reflejado en el beso. una mano de auron estaba entre los cabellos marrones de luzu y la otra apoyada en el suelo tras su espalda para mantener el equilibrio, luzu, por su parte, no le ayudaba mucho a auron a no volver a irse hacia atrás, tenía todo su torso apoyado contra el de auron y sus brazos le rodeaban el cuello. dios, lo tenía tan cerca, ¿por qué quería tenerlo más cerca? quería fundirse con él, quería que su calor lo quemara.
— luzu —, le interrumpe auron, luzu se apartó para escucharle pero apoyó su frente contra la de él, auron tenía los labios rojos y jadeaba un poco —. no estarás haciendo esto para que volvamos a ser amigos, ¿o si?
— dios —, suspira luzu —. que vegetta me perdone la expresión, pero prefiero cortarme my dick antes que volver a ser tu amigo.
— mira que no se mucho de inglés —, ríe auron —. pero eso lo he entendido.
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lo que todos vosotros moriais por leer.
