Continuación personal de "Merlí: Sapere Aude"

Capítulo 75

Narra Pol

El principio de este capítulo invita a reflexionar a darse cuenta, de quiénes somos y cómo hemos llegado a serlo.

Aquel viernes por la noche después del concierto Efra nos invitó a unos chupitos, Claudia y Mateo ya se habían ido. Así que estábamos Bruno y yo tranquilamente en el bar. Había gente para dar y regalar, pero estábamos a gusto.

Alguien nos tocó la espalda mientras estábamos hablando con Efra, él se sonrió. Bruno y yo nos giramos y ahí estaban Minerva y Rai diciendo: "Efra, ¿cuánto te queda para terminar?" Efra sonrió de una manera cómplice a Rai y dijo: "En cinco minutos termino".

Rai se dirigió a Minerva y dijo: "Avisa de que ya vamos". Minerva se rio y dijo: "¡Uy! Esto se pone interesante". Bruno preguntó: "¿A dónde vamos?" En esos momentos temblaba con lo que pudiese pasar aquella noche, Minerva y Rai cada vez estaban más compenetrados y a veces incluso, las ideas de Minerva no eran mejores que las de Rai.

Bruno me miraba sin saber qué estaba pasando y yo lo miraba a él de la misma manera. Efra terminó el turno y dijo: "Venga vamos". Miré a Efra y pregunté: "¿A dónde vamos? No iremos de nuevo a un bar de ambiente ¿no?" Efra se rio y dijo: "Vamos a dónde comenzó todo". Lo miré y dije: "¿Al supermercado?" Efra se sonrió, cogió a Bruno de la mano y dijo: "Pol, muy listo para muchas cosas y muy tonto para otras".

Bruno se reía sin saber por qué, pero en el fondo le gustaban estas tonterías. Y yo en cambio...

Rai había traído el coche, así que los cinco pusimos rumbo a ese lugar misterioso. Que no fue otro sitio que la casa de Rai. Cuando llegamos, dije: "¿Alguien me puede explicar qué hacemos aquí?"

Estaba todo a oscuras, nadie me respondía y cuando yo estaba a un paso de un ataque de nervios. Se encendieron las luces y ahí estaban todos los de la Universidad y Lluc y Martina. Bruno miró a Rai y preguntó: "¿Esto a qué viene? ¿Fiesta sorpresa? ¿Hay que celebrar algo y yo no me he enterado?"

Rai en su alarde de hacerse el rey dijo: "Hoy es un día especial". Yo pensaba en aquellos momentos, no es el cumpleaños de nadie, ¿qué demonios hacemos aquí?

Bruno miraba a Ángel desconcertado y Ángel dijo: "Qué buena noche hace como..." Oti dijo: "Es una noche especial, tanto como..." Minerva dijo: "Esta vez no me voy hasta dentro de un mes..." Biel dijo: "Esta vez no me voy a desnudar..." Lluc se rio y dijo: "Yo ni si quiera existía..." Martina sonrió mirándome y dijo: "Yo aparecí dos meses más tarde..." Sara dijo: "A mí nadie me caía bien... ahora he de reconocer que os quiero demasiado a todos..."

En ese momento, caí en lo que estaba pasando. Busqué a Rai y Sara dijo: "Yo sé dónde está". Bruno miró a Sara y dijo: "Esas palabras me recuerdan a algo". Rai salió vestido de la misma manera que hacía cuatros años atrás y dijo: "Bienvenidos al viaje al pasado. Hoy hace cuatro años celebré mi famosa fiesta, en la que unos y otros descubrimos quiénes éramos. Han pasado cuatro años y en apenas tres semanas terminamos los exámenes y nos graduamos".

Todos mirábamos a Rai, Bruno y yo estábamos separados unos metros, mirándole a los ojos dije: "Aquella noche de hace cuatro años pasaron muchas cosas". Rai dijo: "Exacto. Esta noche es un homenaje a estos cuatro años, a esos momentos duros, a los que nos dieron alegrías y a los que nos hicieron sufrir demasiado".

Miré a Bruno y él sonrió. Rai tenía razón. Empezó a sonar la música. Bailamos, bebimos, comimos. Bruno y Minerva hicieron un baile de los suyos, muy sensual, elegante. Parecía que se comían con la mirada, se tocaban de una manera sutil, pero a la vez llena de pasión.

Rai estaba a mi lado y dijo: "Realmente en aquella fiesta sí que sabíamos los dos, lo que sentíamos por estos dos. Pero cada uno por sus circunstancias era mejor obviarlo". Miré a Rai y dije: "Venga, si estabas colgado de Minerva desde el primer día". Ángel se acercó y dijo: "Igual que tu Rubio, del Bergeron". Miré a Ángel y dije: "Eso ha sido un golpe bajo".