4

12 4 2
                                    

Parte 4.


Han Min.

Miro a Daichi sosteniendo un café entre sus manos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miro a Daichi sosteniendo un café entre sus manos. — ¿Me dirás qué ocurrió anoche? —Le pregunto al verlo bastante distraído.

— Escucha. — Me mira directo a los ojos, sin querer dejando caer su café.

— Por dios Daichi ¿estás bien? — Claramente no.

— Sucede que mi madre está en el hospital Han Min, ha sufrido un accidente y estoy muy preocupado porque pronto me voy al servicio militar, necesito de tu ayuda ¿comprendes? — Intento darle confort en un abrazo que se alarga.

— Lo siento, pero no te preocupes cariño, prometo ayudarte en lo que me pidas, ¿qué puedo hacer por ti? — Nos separamos.

— Mira yo realmente no quisiera irme pero debo hacerlo, por lo tanto me gustaría que estuvieses al tanto de mi madre y pudieses enviar alguna carta al campo militar, ahí mismo están los edificios donde resguardan a todos los que ingresan. — Asiento acariciando su pelo con suavidad. — Te quiero mucho Han Min, y no sabes lo feliz que estaré de volver para poder abrazarte. — Sonrio levemente, no quiero que se vaya ahora que el cariño vuelve con intensidad pero tengo que dejar que haga el servicio militar.

— Daichi yo también te quiero mucho. — Agacho la mirada. — ¿Sabes qué? Este último día deberíamos de pasarla al máximo ¿no creés?

— Por eso mismo iremos al cine, ¿te gusta la idea? — Asiento subiendonos al auto y dirigiendonos al cine...



Al día siguiente por la tarde no me siento con suficiente ánimo ya que Daichi está a punto de tomar un avión con destino a Seúl al campo militar para cumplir con su deber como ciudadano, cosa que realmente me resulta difícil tener que aceptar porque extrañaré estar a su lado más de lo que pensaba.
Trae consigo su maleta y mochila, sin dejar de tomar con fuerza mi mano, el verlo por primera vez en tanto tiempo con esa gorra y cubrebocas puestos le hace mirarse más apuesto de lo que me resultaba.
Nos detenemos en seco antes de que entre al avión y le entregue su boleto a la azafata.

— Oh vamos amor regalame una última sonrisa. — Ha puesto sus dedos forzando una sonrisa con mis labios, para posteriormente quitarse el cubrebocas y besarme de forma necesitada.
No puedo evitarlo, al terminar el beso lo abrazo fuertemente como si fuese la última vez que lo veré; pero es que lo hago porque siento como si de verdad fuese mi última vez a su lado, cosa que me da mucho miedo.

— Te amo Daichi, te amo demasiado. — Acaricio su pelo. — Te... Te echaré de menos. — Mi voz se corta y mis lágrimas comienzan a recorrer mis mejillas con frecuencia.

— Por favor, no llores, es lo que menos quiero que hagas, solo te necesito feliz. — Ha limpiado mis lágrimas con sus dedos y sin dejar de mirarme directamente. — Promete que cuando vuelva te veré con esa hermosa sonrisa que tanto amo. — Asiento y lo vuelvo a abrazar, esta vez separandome a prisa sin ganas de hacerlo pero el avión está casi por despegar, me quedo parada justo donde ahora, mirandolo por la espalda alejarse y subir al avión, es imposible no sentirme triste, a todas partes iba con él y ya se había vuelto costumbre. Minutos más tarde bajo los escalones casi a punto de irme a casa caminando pero una camioneta se me empareja haciendome extrañar...

Chica Vita. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora