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Parte 2.

Han Min.

Como si se tratase de un fuerte golpe en la cabeza despierto, sintintiendo la luz y el calor del sol entrar bruscamente a través de las ventanas, mirando a Daichi sobre el suelo de la habitación, mientras yo me mantengo en una mala posición sobre la cama, suspiro casi quejandome por la jaqueca, levantandome con lentitud para poder ayudar a Daichi a recostarse sobre la cama, pero él no tiene camisa, y yo estoy en ropa interior, siento la confusión venir directo a mi cabeza, la memoria me juega un mal instante.

— Cariño... — Acaricio su pelo ligeramente notando su movimiento lento sobre el suelo respondiendo con un gruñido. — Dejame recostarte en la cama. — Digo con un tono de voz bastante suave.

— No, debo ir al trabajo, no debimos siquiera beber, a veces es peligroso dejar encargados a los empleados del turno de la noche. — Se levanta chocando contra un mueble y golpeandose la cabeza con un estante, quejandose brevemente. — Anoche debió haber hecho mucho calor. — Suspira sonriendo como un tonto. — ¿Viste donde dejé mi camisa? — Reacciono justo cuando menciona su ropa, cubriendo mi cuerpo con una sábana. — Oh vamos, Han Min anoche no ocurrió nada, el que te vea en ropa interior no significa nada. — Te quiero. — Ha besado mi frente, percibiendo su aroma a alcohol mientras sale de la habitación, tomando lo primero que encuentra en el armario.

— Trago saliva y me siento sobre la cama mirando mis pies descalzos. — Vamos vamos, recuerda que ocurrió ayer. — Me obligo a recordar pero es difícil, y aprovecho el momento para comenzar a arreglarme, entonces los recuerdos vienen.

Bailamos lentamente mientras una canción lenta se reproducía en el estéreo, de pronto nuestros pasos fueron torpes, él se acercó demasiado a mi y en un beso suave comenzó la locura y el deseo de volverlo más profundo, nuestros besos y caricias bajo el efecto del alcohol resultaban atrevidos al grado en el que casi terminamos teniendo relaciones, pero por suerte nos quedamos dormidos antes de esa escena.

— Han Min, ¿puedo pedirte un favor? — La voz de mi novio me sacude de aquellos pensamientos, su perfume se cuela en mis fosas nasales.

— Adelante, ¿de qué se trata?

— Necesito que vengas conmigo, en la misma avenida en la que se encuentra mi tienda, entre una de las calles de ese sitio hay una librería, la mujer que te recibe tiene un paquete que le he pedido desde hace un mes, necesito que te lo entregue, entonces vuelves a la tienda y nos vamos a almorzar algo. — Asiento, bajando los dos las escaleras y saliendo del apartamento para así dirigirnos al local donde trabaja, llegando casi a las 11:00 am. Con un beso sobre su mejilla me despido temporalmente, caminando en la acera y mirando en cada una de las calles en busca de la librería de la que me habló, sonriendo levemente porque el clima es perfecto y la vista del parque Yongdusan así como la torre es hermosa; mi sonrisa desaparece cuando encuentro la calle de la librería y diviso a un par de metros a Dae, bajando de una camioneta y sacando cajas de su cajuela, pareciera que se está mudando...

Chica Vita. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora