Bosque de los Secretos - TaeGi

IV

El líder sintió un peso en sus muslos, frunció el ceño aún en sueño debido al peso extra, pero no despertó, un aroma familiar acabó por rodearle al completo, minutos después, se despertó, sus brazos rodeaban el cuerpo de aquel pequeño cuerpo que fue hecho para estar justo ahí, entre sus brazos, lo apretó contra su cuerpo y sintió al gato removerse un poco hasta esconder su cabeza en el pecho, sin querer abrir los ojos por molestarle la luz y soltando algunos suspiros que ponían nerviosos al mayor, apenas acabó el líder de despertarse el olor del celo del omega se hizo presente y apretó sus puños en un intento de autocontrol, trató de quitarse al gato de encima antes de que fuese demasiado tarde, pero este, se despertó y rascó sus ojos inocentemente aunque con el ceño fruncido con algo de dolor, su frente estaba sudorosa y hasta ese momento el líder no lo había notado, trago en seco e intento no olfatear mas de la cuenta al omega.

-T-tae.- su voz salía en suspiros bajos y eso puso nervioso al líder.- N-no se q-que me pasa pero...ahh- un gemido salió de sus labios y Taehyung apretó más los puños al notar como su manos estaban apunto de colocarse encima de la cintura del gato, las apartó de golpe, YoonGi se rozó un poco contra su pierna de forma inconsciente y suspiro.- M-me duele, ayudam... ahh.- el tigre tragó en seco recordando por todo lo que el gato había pasado y en el pensamiento de no querer aprovecharse de él, recordando su conversación con Kihyun y tratando de mantener su autocontrol.- T-tae...uhmm.- el notorio miembro de gato, chocaba con su pierna, que el gato estuviese únicamente en unos bóxer no ayudaba a la situación.- N-o se porque, m-me siento ahh, así, h-haz q-que pare.- los ojos llorosos del gato entraron en su visión, se notaba a kilómetros que no sabía que sucedía, estaba asustado, y su cuerpo irradiaba demasiado calor unido a un olor que estaba poniendo demasiado nervioso al tigre.- P-por favor... ahhh.- lentamente, Tae aflojo sus manos ya las llevo a la cintura del gato quien soltó un suspiro y tembló.

Lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas y asustado, el tigre beso estas, encargándose de atrapar con sus labios las pequeñas lágrimas que descendía, y luego apoyo su frente en la del gato, el cual cerró sus ojos y agarró su camiseta en dos puños acercándole a él, cosa a la que Taehyung no se omitió.

- P-por favor, haz q-que pare.- Taehyung suspiró y beso lentamente al gato, apretando el agarre de su cintura y notando como los gemidos del gato se perdían en el beso, lo cogió en cuello y le llevó en la cama, donde le echó delicadamente y acarició sus muslos, el gato se estremeció.

-Tú no quieres esto.- el líder se separó del beso para poder hablar.- Joder, YoonGi, tú no quieres esto.- una lágrima traicionera salió de los ojos del tigre, no quería, tenía miedo de lo que pasaría una vez el gato pasase el celo y recordase que él se aprovecho de su situación.

Superado por la situación se separó del gato con un autocontrol increíble y sentó en la cama, dejando mas lágrimas salir de sus ojos.

- T-tu lloras todas las noches, tienes pesadillas todas las noches por mi culpa, no puedo casi ni abrazarte en ocasiones sin que te asustes, tú no quieres esto.

El gato, aún con sus piernas temblando debido al dolor que su cuerpo sufría necesitado de atención, abrazó a Taehyung por la espalda, no le gustaba verle llorar, sus manos rodearon la cintura del tigre y sus manos llegaban a tocarse un poco en el estomago del mayor, este, puso sus manos encima de las del pálido.

- Ya me odio demasiado por no haberte salvado a tiempo, por hacerte sufrir todo eso, no quiero que ahora tu me odies.- el gato apoyó su cabeza en la espalda y debido al olor tan potente que poseía el alfa soltó un leve gemido que trató de ocultar mordiendo su labio.- Tú no quieres esto.- siguió repitiéndose casi para si mismo más que para su acompañante.

-N-no te voy a odiar.. Ahhh. S-solo haz que pare, p-por favor.

-Tú no quieres esto.

-T-Tae, duele mucho, p-por favor.- el líder suspiro y se giró para besar al gato quien no tardó en subirse a su regazo dejándose llevar por las sensaciones de su cuerpo, el gato se restregó contra su pierna al descubrir que eso de cierta forma, lograba calmar el dolor que sentía.