XXVI

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Tres meses y el gato cada vez se sentía peor, no solo era que hubiese adelgazado más, si no que cuanto más grande era el bulto de su barriga más dolía todo su cuerpo, aún así, Jin había asegurado que no parecía haber ningún problema con el bebé y eso, alegraba al gato de cierta forma.

El alfa líder trataba de pasar la mayor parte con él, pero teniendo una hija y un clan que dirigir tras aquella pequeña guerra le era demasiado difícil, aún así, había logrado convencer a Jin para poner una pequeña cuna para la niña en la sala de YoonGi y todos los días iban a dormir con él, el alfa con el gato en aquella pequeña camilla.

Pero cuanto más tiempo pasaba, y hablamos de tan solo minutos, menos probabilidades veía Jin de que el gato saliese adelante, y dudaba enteramente de la supervivencia de ambos.

De YoonGi porque a ese paso estimaba que estuviese poco mas de otros dos meses y del bebé por que para cuando YoonGi muriese el niño no estaría lo suficientemente formado, ni siquiera sabía si llegaría a formarse del todo debido a que el gato cada vez tenía menos fuerzas.

Jin quería que el alfa marcase al omega, solo por probar, ya que iba a morir saliese la marca bien, o saliese la marca mal, ahora tenían que tirar por cualquier cosa que tuviesen en sus manos.

Pero todos los días el líder se echaba para atrás, ¿Y si le dañaba? Apenas podía mover el cuerpo del omega sin que este sisease de dolor.

Pero Jin tenía razón.

E iba a hacerlo esa noche mientras la niña se quedaba en casa de sus tíos.

- Hola cielo, llegué.- dijo como acostumbraba, el omega solo le miró y sonrió.

- Jin ha traído los estimulantes.- soltó sin más, no tenía vida alguna en su cuerpo, cuantos más segundos pasaban menos ganas de hablar y estar despierto tenía.

- ¿Te parece bien?- mencionó mientras se acercaba y se sentaba en la camilla

- Haz lo que tengas que hacer Tae, por favor.- pero al alfa le dolía esa lejanía, le dolía tener que tocar a su pareja de esa forma cuando el gato ni siquiera parecía estar vivo.

Se agachó para besarle, como acostumbraba a hacer, creo que era el único momento en el que sentía a YoonGi ser él, cuando el brillo en sus ojos volvía, y eso le hacía entender que el animal interior de YoonGi extrañaba al alfa, extrañaba estar marcado por él y estaba deprimido, por que ahora cargaba con un bebé que le recordaba que había sido del alfa alguna vez.

Y si la parte humana de YoonGi estaba consumida y su parte animal deprimida, poco aseguraba que el gato pasase un par de meses con vida.

- Vale, vamos a probar, ¿Te ayudo a tomar los estimulantes?

- Por favor.- el alfa asintió y besó su frente, con una mano inclinó la cabeza del omega y con la otra metió una pastilla en su boca para luego acercarle un vaso de agua, repitió lo mismo con la otra pastilla.

Esperaron en un silencio en absolutamente nada incómodo, el gato miraba al alfa con puro atención mientras el líder solo se dedicaba a acariciar el cabello de YoonGi.

- Te estás poniendo rojito.- rió el alfa para suavizar el ambiente.

- E-esta empezando a hacer calor.- el alfa asintió, bajó una de sus manos hasta los muslos del gato y acarició.- Ah... N-no...- se detuvo

- ¿Duele?- el gato negó

- Se s-siente demasiado.

- Te deja más sensible, es eso, será mejor así, durará menos, ¿Puedo?- el gato asintió.

Bosque de los Secretos - TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora