Viejos conocidos

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- Empiezas el instituto en dos días, deberías de desempacar antes de que empieces.- su voz me hizo despertar de mí trancé y en ese momento lo agradecí, alguien que amaba la moda no podía estar conforme en aquella casa vieja y sin estilo. 

Nada conjuntaba con nada, parecía que era simples cosas que habían conseguido para rellenar huecos vacíos, pero sin duda ese lugar tenía un gran potencial. Al menos eso sería lo que haría durante el tiempo que viviera ahí, había encontrado mi misión en aquel lugar.

- Lo haré mañana, mama. Hoy estoy demasiado cansada.- respondí tras lanzarme hacia uno de los sofás. Sin duda ese sofá estaba allí desde hace muchos años la espuma estaba desgastada y los muelles del mismo eran notables para mi trasero... no obstante estaba demasiada cansada como para levantarme.

- Deja que descanse. De hecho, tendríamos que descansar todos.- interrumpió mi padre, mi mayor aliado. Desde que era pequeña siempre me escondía y me protegía de mi madre. Ella era tan dura, tan perfeccionista y desde luego eso no era algo que una niña pudiera aguantar demasiado.

- Pero primero quiero cenar, me muero de hambre.- expresé tras dar un salto e incorporarme. Anduve hacia la cocina y miré por encima las bolsas que había, para nuestra desgracia no había comida y posiblemente el supermercado estuviera cerrado.

- ¿Deberíamos cenar fuera?- preguntó mi padre tras mirarme.

- Parece una buena idea.- expresé con una sonrisa.

- Sé el lugar perfecto.- añadió mi madre. 

Agarré mi chaqueta y después montamos en el coche. Por lo que pude observar conocían bastante bien ese lugar y aunque para mí solo era un lugar aburrido, para ellos parecía como volver a su juventud.

- Papa. Devuélveme mi teléfono.- contesté tras comenzar a aburrirme.

- Deberías de apreciar más las cosas, Ivonne.- me tendió el teléfono mientras que intentaba que entrara en razón.

- Sí...- respondí antes de cogerlo, conecté mis cascos y comencé a escuchar música. 

Mi vista volvió de nuevo hacia el exterior, cuando me di cuenta de que mi madre había detenido el coche. Bajé del coche y me quedé mirando aquel lugar, sin duda estaba lejos de ser un restaurante como los de la ciudad, ni siquiera llegaba a una cafetería, era un simple bar o tal vez se podría catalogar como restaurante eso sí, de pueblo.

La música sonaba en mis oídos mientras que me preguntaba cómo era que mi vida había cambiado tanto en un solo día. Seguí a mis padres hacia el restaurante, abrí la puerta y me quedé observando ese lugar. No estaba tan mal, realmente esperaba que estuviera peor, aunque claramente estaba pasado de moda.

- Cuanto tiempo sin veros.- expresó un hombre tras acercarse a mi madre.

- Ivonne. Te presentó a nuestro amigo, Will.- me fije ligeramente en él, era de la edad de mis padres o tal vez un poco más mayor, su pelo comenzaba a desaparecer y estaba siendo remplazada por una calva, sus ojos lucían pequeños y cansados, aunque parecía que siempre mostraba una sonrisa.

- Hola.- pronuncié tras quitarme uno de mis cascos.

- Has crecido mucho.- expresó tras apoyar su mano en mi cabeza, como si fuéramos cercanos. No obstante para mí no era más que un desconocido.- Mi hija también va al instituto.- expresó tras mirarme.

- Gabi.- gritó desde allí, por lo que al instante salió una chica del interior del local. 

Lucía unos pantalones cortos vaqueros, unas deportivas y una camiseta de tirantes. Al mirarle el rostro vi que era bastante guapa, sus ojos eran marrones parecidos a los de su padre, sin embargo el maquillaje hacía que resaltaran más.

- Ella es Ivonne, la hija de unos amigos mío. Iréis al mismo instituto, puede que incluso estéis en la misma clase.

- Hola, me llamo Gabriela pero me llaman Gabi.- sonrió ligeramente y después me miró.

- Me llamó Ivonne, un placer conocerte.- contesté mientras que sonreía ligeramente.

- Por qué no os vais a dar una vuelta.- respondió mi madre tras mirarme.

- No es por ser grosera, pero me estoy muriendo de hambre.- contesté al instante tras mirar a mi madre con instinto asesino.

- ¿Por qué no vais después de cenar?- interrumpió Will.

- Es un buen plan. Nosotras nos sentaremos allí.- rápidamente Gabi tiró de mí y fuimos a una mesa alejada, mientras que mis padres se sentaban en la barra. 

Ni siquiera podía verlos con claridad, por lo que supuse que era su plan, por lo que me quité los cascos y esperé a que hablara.

El linaje del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora