Suéltame.- respondí al instante.
- Vamos a domesticarte un poco, querida.- respondió tras acariciar mi rostro ligeramente, aunque podía notar el desprecio en su voz.
- Qué me sueltes.- grité tras intentar liberarme de él.
- Qué pena que nadie pueda venir ayudarte.- expresó tras apretar mi cuello, agarré su muñeca e intenté que me soltará pero parecía que no iba a ceder.
Sus ojos me estaban mirando con odio y con ira, por alguna razón ese hombre me odiaba y podía notar cómo no iba a frenar.
Estaba sintiendo como el aire me estaba comenzando a faltar. Sentí un pequeño siseo en mi oído, era como si algo se acercará a gran velocidad.
- Mierda.- expresó tras soltarme por lo que caí al suelo.
Mi cuello estaba dolorido y se me dificultaba respirar. Levanté mi vista hacia a él, por lo que me miró y después desapareció.
- Ivonne.- escuché de fondo, pude sentir como alguien me levantaba.
- Ese maldito bastardo.- en ese momento reconocí la voz de mi padre. Me incorporé ligeramente mientras que miraba lo que tenía colgando de su cuerpo, era un arco.
- ¿Qué significa todo esto?- ni siquiera mi voz salía con naturalidad. Hablar con ellos me resultaba realmente difícil.
- Es la hora de que sepas la historia de nuestra familia.- Nos introdujimos en el coche y después fuimos hacia la casa.
Me llevé mi mano derecha hasta mi cuello, realmente me ardía y el simple hecho de tragar saliva era un infierno.
- ¿Quién era ese chico?- preguntó mi madre.
- No lo sé. No pude reconocerle.- mentí, estaba claro que sabía quién era, pero por alguna razón lo protegí, aunque también estaba segura que no volvería a acercarme a él.
Mi padre aparcó en el garaje, por lo que salí del coche, aún seguía mareada, pero sobre todo estaba cansada. Quería hacer preguntar, pero no tenía fuerzas para ello.
- Por ahora solo date una ducha y descansa. Mañana hablaremos de ello.- expresó mi madre mientras que acariciaba mi cabeza.
Subí hasta mi cuarto, me duché, al salir me miré al espejo dónde vi las huellas de su mano en mi cuello. Curé la herida de mi brazo y después fui hacia mi cama.
Al pasar por la ventana miré hacia el bosque esperando que ese lobo estuviera allí. Sin embargo, esa noche no apareció, me tumbé en la cama y me quedé dormida.
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El linaje del alfa
FanfictionJimin, alguien peligroso, peliagudo, pero quién diría que guardaba ese secreto, quién diría que aquellas historias que era completamente ficción o al menos para mi entendimientos lo eran, como fue que se convirtió en nuestra historia. Dime ¿Cómo aca...