- ¿Dime como es la ciudad?- preguntó totalmente entusiasmada.
- ¿Era eso lo que querías preguntar?- añadí entre risas.- Pensé que sería algo grave.-
- Mi padre quiere que me haga cargo del negocio familiar y yo quiero irme a la ciudad.
- Entonces hazlo. Entiendo por qué quieres hacerlo, así que simplemente cumple tu sueño.- respondí con una sonrisa.
Al poco tiempo su padre llegó con unas hamburguesas por lo que ambas callamos.
- Dime... ¿Por qué os mudasteis?
- Mi padre decidió que era mejor hacer el trabajo desde aquí y bueno debido a la muerte de mi abuelo, pensaron que sería una buena idea.
- ¿Tú qué piensas?
- Quiero regresar... esto no es para mí, tanta naturaleza, tantos bichos.
- Eso es porque no sabes sobre eso.- Se acercó ligeramente por lo qué me senté más cerca del borde.
- ¿Qué es eso?- pregunté tras acercarme a ella.
- En este lugar hay leyendas.- respondió tras acercarse más.
- ¿Leyendas? ¿Qué tipo de leyendas?- pregunté aún más intrigada que antes.
- Licántropos.- respondió completamente seria.
- ¿En serio?- respondí entre risas comencé a desmontar mi hamburguesa y después eché kétchup.
- No es para que rías, son ciertas.- contestó mientras que me miraba.
- ¿Los has visto?- pregunté tras mirarla antes de pegar el primer mordisco.
- Yo no.- contestó tras mirar su hamburguesa.
- No te preocupes demasiado.- miré mi hamburguesa y pegué el primer bocado. Sin duda tenía que reconocer que estaba buena, superaba las expectativas que había puesto en ellas.
- Háblame de cómo es vivir en la ciudad.
- Pues verás hay tiendas por todas partes, todo está comunicado y sin duda puedes encontrar todo lo que quieras.- contesté con una sonrisa.
- Sin duda, mi sueño.- por su cara podía saber que se estaba imaginando en aquel lugar, sin duda era la misma que ponía cuando pensaba en ser diseñadora e ir a París.
- Voy al baño.- me levanté y me dirigí hacia el baño, lavé mis manos y después me miré ligeramente en el mismo.
Al salir pude ver la cara de mis padres, más serias de lo que acostumbraba a ver no obstante algo en mi interior me hacía pensar que lo mejor era no preguntar. Al ver a Gabi concentrada en su teléfono me acerqué por detrás pasé mis manos por su cuello y me incliné.
- Voy a devorarte.- susurré en su oído derecho.
- ¡Ah!.- gritó mientras que se iba hacia un lado.- Idiota.- contestó antes de estallar en risas.
- ¿Nos vamos?- pregunté antes de coger mi chaqueta. Se levantó y fuimos hacia la puerta.
- Nos vamos.- añadí antes de abrir la puerta.
- Tener cuidado.- respondió mi madre.
- Sí.- respondí antesde bajar las escaleras.-
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El linaje del alfa
FanfictionJimin, alguien peligroso, peliagudo, pero quién diría que guardaba ese secreto, quién diría que aquellas historias que era completamente ficción o al menos para mi entendimientos lo eran, como fue que se convirtió en nuestra historia. Dime ¿Cómo aca...