Muertes inesperadas

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- No hagas de esto una despedida.- expresó tras besarme con dulzura.

- No puede ser de otra manera. Fue divertido.- expresé antes de levantarme e ir a por mi maleta. Aún tenía que viajar, aunque el fin era completamente diferente y de hecho esperaba que eso no fuera cierto. Eran buenos cazadores, tal vez solo habían desaparecido.

- No digas cosas innecesarias.- me abrazó por la espalda y después me dejó marchar.

Su rostro estaba con una pequeña sonrisa pero a la vez estaba triste por mi perdida y mi marcha. Sin duda esa relación tenía que terminar y mucho más ahora que mis padres habían fallecido. Debía ocupar de mi destino y regresar al mismo infierno al que tantas veces había intentado pensar como un hogar.

- Cuídate.- sonreí ligeramente y después me marché. Cuando estuve en el avión mi cabeza solo pensaba en Jimin y no precisamente de una forma amigable, iba a matar a ese bastardo.

Al llegar mi mundo volvió a colapsar, poco a poco los cimientos estaban desapareciendo y estaban derrumbándose, monté en un taxi y después fui hacia el tren para llegar a ese pueblo. 

Al llegar nadie me estaba esperando, mis lágrimas cayeron mientras que soñaba con volver a verlos, solo un día más, solo un minuto más, solo un segundo. 

Comencé a caminar hacia el pueblo, cuando me percaté de que parecía un espécimen raro en aquel lugar, todos se volteaban a verme, por lo que me puse unas gafas de sol. No eran el mejor día y desde luego mis sentimientos estaban a flor de piel. A medida que me iba acercando a lugares que conocí hace cinco años mis lágrimas volvían aparecer.

- Ivonne.- pronunció Gabi, desde luego su voz no había cambiado nada.

- Sabía que eras tú. Ese look diferente solo podía ser tuyo.- expresó antes de abrazarme con fuerza.- Lo siento.- en ese momento me abrazó con fuerza. Me derrumbé ante sus palabras.

- Pensé que estarías en la ciudad.- expresé mientras que me intentaba recomponer. 

No había hablado con ella desde hacía tres años, ya que al principio mantuvimos el contacto pero después simplemente cada una siguió su camino.

- Decidí quedarme. Taehyung y yo... estamos juntos.- contestó un poco tímida.

- ¿Por qué lo dices así? Ya era hora.- añadí con una sonrisa.

- La verdad es que tardamos un poco, pero ahora soy feliz.

- Me alegro por ti. Gabi, sabes ¿Qué fue lo que pasó?- pregunté mientras que comenzaba a caminar por lo que comenzó a seguirme.

- Fue un accidente, su coche ardió.- contestó mientras que me miraba.

- Supongo que estaba escrito. ¿A qué hora es el funeral?- pregunté mientras que mi rabia crecía más y más. Ese bastardo iba arrepentirse de haberse vuelto a encontrar conmigo.

- A las ocho.- contestó al instante.- ¿Por qué no te quedas en mi casa?- preguntó tras unos segundos.

- No, quiero regresar a esa casa. Nos vemos luego.- contesté antes de caminar hacia la casa. No podía creer que estaba en frente de esa casa, la miré desde fuera y después comencé a subir hasta que llegué al porche. 

El linaje del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora