- No pretendo hacer daño a nadie.- contesté mientras que intentaba recomponerme un poco, pero sus golpes eran más fuertes de los que esperaba, tanto que me preguntaba como es que estaba viva.- Los tuyos una vez destruyeron mi hogar, diciendo que somos solo bestias salvajes.
- No sé de que hablas.- mentí, sin duda sabía a qué se refería y ahora sabía que ambas partes querían proteger a los suyos. Tal vez ninguno éramos el monstruo, pero nuestro destino estaba escrito... seríamos enemigos y de los peores.
- Te lo diré para que lo entiendas, lárgate cazadora. Tú curiosidad te va traer la muerte.- me levanté y comencé a correr, cuando me di cuenta que estaba yendo hacia una muerte segura. Miré hacia abajo ligeramente cuando me quedé en el borde.
- Esto será más fácil. Bien... hagámoslo un accidente.- se acercó poco a poco hacia a mí, cuando me percaté de que ese lobo estaba allí. En ese momento estaba aterrada y mi mente volvió a cuando tenía seis años. Me vi de niña junto a ese lobo, estábamos jugando y lo abracé con cariño; creo que te llamaré Kobu. Di un pequeño paso hacia atrás y me resbalé. Volví en mí y me agarré a una rama que había allí.
- Kobu. Te recuerdo.- grité con todas mis fuerzas. En ese momento ese lobo se convirtió en un hombre y golpeó a Jimin, provocando que cayera al suelo, no podía creer lo que estaba viendo. Sin embargo, ahí estaba ese hombre de ojos rojos tendiéndome la mano, le agarré la mano y me ayudó a ponerme a salvo.
- Nos volvemos a ver.- en ese momento sonrió. Sin embargo yo solo podía ver su hermosa sonrisa y sonreír ante aquellos recuerdos que habían regresado.- Kobu, ahora somos enemigos.- expresé tras mirarle y comenzar a llorar.
- Creo que es hora de que nos despidamos.- acarició mi rostro y después se convirtió en un lobo.
- ¿Volveremos a vernos?- grité antes de que desapareciera del alcance de mi vista. Se giró hacía a mí y me miró.- Kobu, gracias por salvarme de nuevo.- después de aquellas palabras se marchó. En ese momento mi mirada se clavó en Jimin, por lo que rápidamente comencé a irme por dónde había venido.
- Me preguntó que sería lo que Kobu quería enseñarme.- expresé antes de lograr salir de allí. Mi cuerpo estaba resentido por aquellos golpes y posiblemente tuviera algunas lesiones. No obstante, intenté recomponerme e ir a ver a Gabi. La envié un mensaje y ella salió de su casa.
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El linaje del alfa
Hayran KurguJimin, alguien peligroso, peliagudo, pero quién diría que guardaba ese secreto, quién diría que aquellas historias que era completamente ficción o al menos para mi entendimientos lo eran, como fue que se convirtió en nuestra historia. Dime ¿Cómo aca...